Víctor -Ito- Bisonó: "Queremos convertir a la República Dominicana en una industria completa"
Bisonó y sus viceministros Fantino Polanco, Vilma Arbaje y Ramón Pérez Fermín conversaron con este periódico
Mariela Mejía
En el extranjero, la República Dominicana es sinónimo de turismo. El ministro Víctor -Ito- Bisonó quiere que también lo sea de industria, específicamente aspira a "convertir a la República Dominicana en una industria completa". Y más ahora que Estados Unidos la sacó de su Lista de Vigilancia Especial sobre Protección y Observancia de la Propiedad Intelectual.
Bisonó menciona que la industria textil se consolidó tras su inicio hace 50 años. Ahora está puntera la de dispositivos médicos. "El próximo paso es en semiconductores", proyecta.
Ese siguiente camino es la cruzada que el ministro de Industria, Comercio y Mipymes promueve en los últimos meses, dado el interés en el mercado internacional en la industria de los semiconductores, unos materiales vitales para la fabricación de celulares, vehículos, computadoras y otros aparatos electrónicos.
De hecho, anunció que el presidente Luis Abinader le instruyó para presentar un decreto donde se indique una fecha para establecer una estrategia para declarar la industria de semiconductores de interés nacional.
"Estamos en la antesala de cumplir con una serie de requisitos", dice. Esos requisitos comprenden estructuras, procesos que se justifican con garantías y capital humano. De este último, el país no tiene lo suficiente, por lo que el funcionario promete un plan para fomentarlo, aunque anticipa que se está habilitando una unidad especial para los semiconductores en el Instituto Tecnológico de las Américas.
La semana pasada, Bisonó encabezó una comisión dominicana que se reunió en Washington con altos funcionarios del Departamento de Estado de los Estados Unidos y de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), en un esfuerzo por fortalecer las relaciones comerciales y atraer inversiones en semiconductores.
"No estoy de acuerdo con los subsidios eternos", afirma Bisonó, quien dirige un ministerio que coordina el subsidio extraordinario que semanalmente se otorga desde el 2022 -tras el estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania-, para evitar que aumenten de precio los combustibles de más uso doméstico.
Sin embargo, se defiende en que hay que "ser prácticos" y se mantendrán los precios congelados de las gasolinas, el gasoil y el Gas Licuado de Petróleo "hasta donde sea necesario", si el presidente Luis Abinader se reelige para un segundo gobierno.
"El tema de los combustibles es una inversión en nuestro caso", dice Bisonó. Señala que esto se refleja en un control de la inflación, que redunda en inversión extranjera directa, tranquilidad social y aumento de sueldos y del poder adquisitivo.
El año pasado, se destinaron 11,195.7 millones de pesos para subsidiar el precio final de los combustibles.
Competitividad aviación
Sobre el precio del combustible para aviones, del que sectores han asegurado que es costoso en el país y esto le resta competitividad aérea, el viceministro de Comercio Interno, Ramón Pérez Fermín, niega que así sea.
Aunque reconoce que hay diferencias con respecto a otros mercados referenciales, señala que la estructura impositiva del combustible de aviación tiene un 6.5 % de impuesto selectivo. "O sea, el margen de reducción es mínimo", dice.
Bisonó niega que Air France sacó en su momento de su itinerario a la República Dominicana solo argumentando la carestía del combustible. "Esa era una de sus razones", argumenta. Defiende que esta ruta no fue sustituida por un vuelo a otro destino de la región. "Si el vuelo venía lleno y era caro por el jet fuel, (...) iban a sustituirlo o a llenar el avión en otro sitio o aterrizar en otro sitio (...) ¿Dónde fueron? A ningún sitio".
De este encuentro salió una propuesta de avanzar hacia un diálogo de alto nivel, como el sostenido en marzo pasado por la vicepresidenta de Estados Unidos con el presidente de Guatemala.
El país también busca ser tomado en cuenta para el fondo de 50,000 millones de dólares que concentra la Ley Chips de los Estados Unidos para fomentar la industria de los semiconductores.
Mientras, Bisonó destaca que el país está siendo atractivo para ese fin industrial que promete. Recuerda que en Santiago se instalará una planta de ensamblaje para piezas de vehículos y ramales eléctricos de la japonesa Yazaki. En esa ciudad, la estadounidense Eaton, dedidada a la administración de energía, construirá otra fábrica. "Tenemos realmente que ponerle atención al tema de nearshoring", insiste Bisonó.
Las tradicionales
Bisonó no deja de lado la tradicional industria del ron; tampoco la del tabaco y otras que promueven al país en el extranjero con el sello "Hecho en RD", como lo tiene la Coca Cola fabricada aquí.
A la fecha se han otorgado 106 licencias de empresas, que se multiplican a 886 productos autorizados, de los que ya 211 están en el mercado con el sello colocado.
La respuesta definitiva ya está. La pregunta fue si hay posibilidad o ya se descartó, de que se reforme el arancel del arroz -que en enero del 2025 será cero- dentro del Tratado de Libre Comercio entre la República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos de América (DR-Cafta). "Es que eso nunca ha existido", afirma Bisonó.
A la inquietud de si hay posibilidad de un entendido bilateral entre la República Dominicana y Estados Unidos, al margen del acuerdo, responde: "Eso sí es posible, siempre".
Sentada a su lado, la viceministra de Comercio Exterior, Vilma Arbaje, abunda: "Negociación, como concepto en el marco del tratado, es imposible. Siempre el ministro ha sostenido que no hay posibilidad de negociación en el marco del acuerdo. Es un acuerdo plurilateral".
El sector arrocero nacional augura un futuro oscuro para sí mismo a partir de que el cereal de Estados Unidos pueda entrar al país sin arancel. Asegura que le generará una alta competencia insostenible.
El gobierno del presidente Luis Abinader asumió esta preocupación y designó una comisión interministerial para solucionarlo. Se propuso lograr una renegociación del acuerdo que nunca se alcanzó, pues Estados Unidos no ha estado abierto a modificar el tratado vigente para Quisqueya desde el 2007.
El camino ahora es encontrar un mecanismo para apoyar al sector arrocero, que puede incluir acudir ante la Organización Mundial del Comercio.
Mariela MejíaEditora de Economía y docente de periodismo. Se ha especializado en periodismo de investigación, multimedia y de datos.
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