El despertar de un coloso

Santo Domingo - ago. 21, 2014 | 04:00 a. m. | 4 min de lectura

El reto para los gigantes es que para moverse tienen que hacer mucho esfuerzo. Esta falta de agilidad los pone en desventaja con sus pares más pequeños... Pero cuando un coloso logra levantarse y actuar, su peso impacta mucho más que el conjunto de todos sus competidores.

Tal es el caso del coloso público, el Banco de Reservas, cuya dinámica comercial en el último año, sin duda, domina cualquier conversación entre nuestros banqueros, desde el Gobernador del Banco Central, el más humilde gerente de sucursal bancaria y hasta este simple escribidor financiero.

Los datos sorprenden, aunque no son nuevos. Los vimos en el primer trimestre de 2014, pero ahora, al cumplirse los primeros seis meses del año, impactan aún más: De cada RD$100 prestados a empresas, hogares y personas, 76% fue otorgado por el Reservas.

Antes de adentrarnos en el cómo, por qué y a quién, es interesante pasar revista a uno de los retos más grandes que tanto el Banreservas como el sector enfrentaban: El desplazamiento del crédito bancario a favor del sector público.

Afortunadamente, como se aprecia en la primera gráfica, en estos siete meses de 2014, por primera vez desde el gran desguañangue fiscal de 2012, el crédito privado ha crecido de manera importante, mientras que el público se contrae.

En efecto, entre diciembre 2013 y julio 2014, el crédito al sector privado aumentó, según el Banco Central, RD$34.9 mil millones, mientras que la banca logró disminuir su exposición con el Estado en RD$1.5 mil millones.

La tendencia es positiva, sobre todo por la preocupación que muchos hemos tenido del creciente efecto desplazamiento, aunque cabe resaltar que todavía el crédito público neto se mantiene más alto que su promedio histórico de los últimos años.

Volvamos, sin embargo, a la actividad crediticia privada en el semestre. En la segunda gráfica, se observa la variación de las carteras de préstamos privados de las diez entidades financieras que más crecieron en ese tiempo.

En primer lugar, el aumento en el crédito privado total de RD$22.6 mil millones en estos seis meses se distribuyó de forma homogénea entre las carteras comerciales, de consumo e hipotecarias, aunque predomina la actividad minorista.

Choca, obviamente, el cómo Banreservas capturó la mayoría en cada cartera: el 100% de la comercial, el 75% de la hipotecaria y el 62% de la de consumo.

De la cartera empresarial, ¿Cuáles sectores fueron los más beneficiados? Se destaca el dinamismo a favor de la industria manufacturera, cuyo crecimiento fue extraordinario. Note, sin embargo, de dónde provino el 88% de ese volumen.

La pregunta obligada es: ¿Por qué tanto crecimiento desde un solo banco? Aunque es temprano para llegar a conclusiones, podemos aproximarnos a la realidad.

A pesar de que domina el 28% de los activos bancarios, en el 2012, Banreservas solamente tenía el 15% de los préstamos al sector privado. Con el cambio de estrategia, la nueva administración se abocó a recuperar el espacio que asumimos ella entiende debe tener, por lo que a junio 2014 alcanzó el 21.5% de los préstamos privados.

El segundo elemento es precio: Dado ese nuevo apetito privado, es innegable, como cualquier banquero le puedo asegurar, que el Banreservas ha influido para disminuir las tasas activas en el sistema de forma dramática.

En la última gráfica se verá que sus tasas de interés, para tres productos representativos, son en promedio más bajas que todo el sector. Aquí influyen diferentes aspectos, incluyendo que estas son carteras más nuevas que las demás.

Los principales beneficiarios de esta nueva hiper-actividad colosal pública han sido las decenas de miles de hogares y empresas que ahora están recibiendo condiciones mucho más competitivas.

Aunque celebro estos logros, el reto es asegurarse de que este crecimiento sea producto de préstamos de buena calidad y sostenibilidad en el tiempo. Que así sea.