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Redes Sociales
economia

¿Quién especula?

"Es mejor actuar oportunamente para garantizar la estabilidad." Lic. Héctor Valdez Albizu, Gobernador del Banco Central (9 de febrero de 2015)


La relación del dominicano con la tasa de cambio peca de obsesiva. Por eso, no era de sorprenderse que cuando la tasa superara la barrera de los RD$45.00, las redes sociales se inundaran de reclamos y quejas, con rasgaduras de vestidura, visiones apocalípticas y todo, por la inminente crisis cambiaria que acabaría con el país.

Esas quejas y ansiedades llegan lejos, incluso hasta las alturas del Banco Central de la República Dominicana, que siempre está "vigilante" y "monitoreando" el desenvolvimiento de la prima, y reitera, una y otra vez, que quien apueste a la devaluación del peso perderá.

En noviembre de 2012, cuando por primera vez pasamos la otra marca sicológica de RD$40.00 por US$, ocurrió exactamente igual que lo que estamos viendo en la actualidad. Ahora, dos años después, se repite como parte del teatro ciclotómico de nuestra economía, donde los titulares son verdaderamente intemporales.

La devaluación interanual registrada cuando pasamos los RD$40.00 fue de 4.0%. El pasado 9 de febrero, cuando pasamos los RD$45.00, fue de 4.5%.

Pregunta obligada: ¿Son esos ritmos de devaluación interanual realmente tan preocupantes o chocantes?

En mi opinión, no. Como vemos en la primera gráfica, la devaluación de 4.5% está justo en el medio de la famosa, aunque no escrita pero por todos conocida Regla HVA, (sí, por las iniciales de su creador) que establece una raya de Pizarro para la devaluación interanual en un rango mínimo de 3.0% y máximo de 6%.

Algo verdaderamente chocante fue lo ocurrido en agosto de 2013, cuando la tasa rozó una devaluación de dos dígitos (10.0%) por primera vez en la historia de la Regla HVA y que fue, como era de esperarse, violentamente enfrentada con un aumento en la tasa de interés de referencia de 200 puntos básicos. 

Al igual que el anuncio de ahora, aquella medida dejó a los tesoreros bancarios con acidez y malestares estomacales.

Chocante fue lo ocurrido recientemente en Rusia, donde la devaluación registrada en un solo día fue de 10% (aquí toma 700 días para acumular ese ritmo).

Chocante fue lo ocurrido no tan lejos, aquí en República Dominicana, en febrero de 2003, cuando también en sólo 24 horas, el peso se devaluó 35%.

¿Qué, entonces, fue lo que tanto preocupó a las autoridades del Banco Central para motivar el sorpresivo anuncio del lunes pasado, cuyas medidas implican recoger todos los excedentes de liquidez existentes en el sistema, y conllevarán aumentos de 1.5% y 2.0% en las tasas que pagaremos todos los deudores?

Creo que nos aproximamos a esa preocupación en la tercera gráfica, donde se verá que en estos primeros días del 2015, la devaluación que se venía acumulando (la registrada desde el 31 de diciembre) marcaba un ritmo casi tres veces el registrado para iguales períodos de años anteriores (1.6% versus 0.6% promedio).

 

La Regla HVA se veía amenazada. De mantenerse lineal esa tendencia de devaluación, habríamos llegado al RD$52 por US$, y a esa barrera es difícil que lleguemos en la gobernación actual.

Aunque nunca quedan claras las razones, otra muestra de la amenaza cambiaria la vemos en el diferencial entre las tasas a la que los bancos estaban comprando y vendiendo la divisa. Como por ciento de la tasa, superó el promedio para iguales días en años anteriores, de forma consistente y, quizás, algo alarmante.

Por otro lado, observe que en todos los meses de enero (desde 2008) es común cierta presión en el mercado como declaró la ABA, por lo que se caen las reservas internacionales, a veces hasta US$637 millones o un 19% del total.

¿En 2015? Sólo se cayeron US$281 millones o 6%. Pregunta: ¿Se hubiese podido enfrentar la actual "crisis" con una simple inyección adicional de divisas? 

Pienso que sí. Pero las autoridades optaron por prender a inicios de año la vieja, efectiva y barata (para ellos) aspiradora del encaje legal, que recogerá los excedentes de liquidez que todos sabíamos se limitarían en 2015 por los esperados aumentos internacionales en las tasas.

Restan, eso sí, dos preguntas sin responder. Con la inflación en su nivel más bajo en 30 años, y siendo ella la meta fundamental del Banco Central, ¿Cómo justificar la aspiradora en estos momentos? ¿No impactará esto la dinámica económica de los dominicanos?

Admito que esa misma preocupación tuve en agosto de 2013 (cuando aumentaron las tasas 200 puntos), pero luego vino el crecimiento económico "brutal" de 2014. ¿Valió la pena prevenir, pues?

Finalmente, ¿quién es el misterioso e hipotético "especulador" que piensa tumbarle el pulso a la "Regla" cuando el contexto económico es favorable al país, y mientras el Banco Central está sentado sobre US$4,300 millones en reservas y la capacidad (y voluntad demostrada en otras ocasiones) de hasta duplicar las tasas de interés? Quisiera conocerlo.

info@argentarium.com