A ti, joven mujer

A mi hija, Eugenia de Lourdes.

Me niego a creer que he de enseñarte algo diferente a lo que le comparto, como padre y educador financiero, a tus dos hermanos.

Aunque ellos sean varones y tú serás una joven mujer en algunos años, para mí son iguales. ¿Realmente tienen género los principios o las buenas prácticas de unas finanzas personales sanas? Pienso que no. Estoy seguro que no.

Por ejemplo: Que ahorres tan pronto puedas. Que aprendas a posponer el deseo. Que no gastes más allá de tus posibilidades. Que asumas préstamos con cautela y prudencia. Que te alejes de vicios, como el juego o el tabaco. Que aprendas a llevar un presupuesto básico. Que crees un fondo de emergencia para gastos inesperados. Que inviertas en tu educación. Que aprendas sobre la bolsa, y rindas el ahorro. Que te informes y reflexiones antes de tomar decisiones.

Hombre o mujer, blanco o negro, pobre o rico, joven o viejo, esas ideas son, para mí, y ojalá que para ti, verdades.

La guerra de los sexos

Aunque esos principios son para todos, la realidad es que como mujeres, tu madre y tú tienen fortalezas (y debilidades) que tus hermanos y yo no tenemos.

Como tú, tu madre maneja, por ejemplo, varias tareas y responsabilidades simultáneamente. Lo hace de maravilla, mucho mejor que nosotros.

Ten cuidado, que por esa versatilidad, el día a día se sobreponga, y no saques tiempo para ver los retos del más largo plazo.

Y aun con tu capacidad para resolver y manejar el estrés en el trabajo, el hogar, con los hijos, la familia extendida y los compromisos sociales, asegúrate siempre de que tu pareja te apoye. Recuerda: Si es lejos que quieres llegar, mejor acompañada.

Cuídate de la vanidad extrema. Recuerda que la belleza la llevas por dentro, y que no es necesario gastar o despilfarrar en accesorios o productos que nuestro materialista y superficial mercado querrá obligarte a comprar... ¡Innecesariamente!

Tu valor lo llevas dentro. No en unos zapatos, un vestido, algún celular o maquillaje que esté, pasajeramente, de moda.

La mejor forma de aumentar tu valor es educándote. Hazlo siempre con excelencia y con amplitud de conocimiento y habilidades. Rétate a conocer de temas básicos de finanzas, de economía y matemáticas.

Lamentablemente, ahora son demasiadas las mujeres, aquí y en el mundo, que tienen un menor nivel de conocimiento sobre temas económicos y financieros que sus pares varones.

Por varias razones, esfuérzate para que esa no sea tu realidad.

Edúcate financieramente para romper ese ciclo negativo, de tal forma que tus hijas y nietas estén mejor preparadas que tu madre y tus dos abuelas.

También es cierto que enfrentarás un mercado laboral más competitivo, pero más abierto, y ojalá menos injusto para las mujeres, que el que enfrenta, por ejemplo, tu madre ahora.

Ella gana hasta 30% menos que sus pares de la universidad, con iguales calificaciones. Por sacar tiempo para ti y otros compromisos, no tendrá igual tiempo para generar ingresos (y aportar a su fondo de pensión), y eso que los necesitará más que yo como hombre, pues es casi seguro que me sobrevivirá por la mayor longevidad femenina.

Ojalá que así sea, que me sobreviva. Pero está, también, la posibilidad del divorcio. Un 50% de tus amigas pasarán por algún proceso de separación de su pareja. Por eso quiero para ti la mayor independencia económica posible, además y aparte de la de tu futuro esposo, quien tengo la esperanza sea tu compañero para toda la vida.

Esa independencia incluye tener tus propias cuentas y tarjetas. Tu historial de crédito. Que no te sobrevenga la viudez (o el divorcio) sin esas credenciales.

Quizás, por conveniencia o mutuo acuerdo, sea tu esposo o tú quien lleve el grueso de los temas financieros. Debo insistir: Aunque se deleguen y compartan tareas básicas, ¡No tomen decisiones a solas! Siempre busquen el diálogo abierto y fluido.

Esa fluidez y armonía financiera requerirá, sobre todas las cosas, una buena comunicación. Verás que les será más fácil, aun en el noviazgo, hablar de sexo que de sus finanzas. Rompe ese tabú. Muestra y cultiva tu independencia y conocimiento económico tan pronto puedas.

No seas tímida al tratar temas financieros con personas de confianza. Con tu madre o conmigo. ¡Aprovéchanos! Eventualmente, como vimos, lo harás con tu pareja. Te lo digo pues demasiadas mujeres, por vergüenza, desinterés o falta de conocimiento, no consultan decisiones importantes antes de tomarlas. O, peor, las mantienen aun en error o en secreto.

Ojo: Sé selectiva en quién confías. Ahora son demasiadas las mujeres que, por la inseguridad que genera el desconocer temas económicos, consultan y confían excesivamente en las personas equivocadas. ¡Cuidado!

Quizás sean las mismas ideas, pero tú, como mujer, eres única. Fortalécete. Edúcate. Crécete. En tus manos está, mujer joven.

La cifra

65% de las mujeres aportan al presupuesto del hogar, según la Encuesta de Cultura Financiera del Banco Central. ¿Los hombres? 84% aportan. Sin embargo, 81% de las mujeres toman decisiones de presupuesto, más que el 80% masculino.

Veedor bancario | La banca y la mujer, avances importantes

Tres instituciones en nuestro país se han destacado por sus esfuerzos de acercarse a la mujer dominicana. Todavía se le llama, por ejemplo, el "Banco de la Mujer" al ADOPEM, reconocido mundialmente por su trabajo con las micro y pequeñas empresarias. Este mes, Banco BHD León lanzó su "Estrategia de Género", construyendo sobre el gran éxito de su tarjeta de crédito "Mujer". A su vez, Banesco, primer banco comercial con una dominicana a la cabeza, está expandiendo su plataforma pro-mujer. Me alegra.

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