Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
deportes

Iván Mieses duda que la República Dominicana clasifique a segunda ronda

Expandir imagen
Iván Mieses duda que la República Dominicana clasifique a segunda ronda
Eduardo Gómez, Iván Mieses y Kenny Jones en Filipinas 1978.

SANTO DOMINGO. Con apenas 18 años, Iván Mieses montó en el Mundial de Filipinas en 1978 un espectáculo ofensivo similar al que hacía en el Virgilio Travieso Soto: fue líder en puntos del equipo dominicano con 127 (18.1) en seis partidos, le marcó 20 a Checoslovaquia, 25 a Puerto Rico, 26 a China y 30 a Surcorea.

Dos derrotas cerradas (ante Australia 74-72 y Checoslovaquia 82-81) evitaron que el combinado criollo avanzara a la segunda ronda, pero triunfos sobre Senegal (80-76) y Corea del Sur (113-93) en la fase de consolación, les permitieron llegar en el puesto 12 entre 14 países con 2-5.

Los criollos afrontaron su primera competencia mundialista con escaso fogueo y preparación por la coincidencia de la cita con la parte final del torneo de la Capital y sin uno de sus mejores hombres, Hugo Cabrera, que saltaría al profesionalismo desde un campamento de los Knicks de Nueva York.

“Con Hugo en el Mundial, ¡caray! Hubiésemos clasificado, seguro. Hubo jugadores que ya en un segundo final hicieron pases malos, y ahí perdimos dos juegos que dominamos, pero son situaciones de juego”, recuerda Mieses, inmortal del deporte dominicano (2005), y segundo en anotación histórica en el básquet distrital con 4,096, sólo detrás de Vinicio Muñoz (7,202).

“Había un deseo, había vergüenza deportiva, honor, el set. Sobre todo había integración, ahí no había nadie que quisiera ser el número uno, muy diferente a ahora, no había exigencias económicas, ahora hay jugadores que si no se les paga hasta US$30 mil se niegan a representar la patria. ¡Qué lástima que esos atletas están en ese norte!”, dijo Mieses, dueño del mejor promedio en torneos en el país con 34.3 en 1977 (con 17 años).

Eran otros tiempos, la era romántica, una en la que los jugadores apenas recibieron dietas de entre US$5.00 y US$10.00 al día, y uniformes que tendrían que devolver, pero ni siquiera tenis, medias o protectores. “Y nosotros súper orgullosos de representar a nuestro país, hoy estos muchachos no lo ven así”, dijo el “Rubio de Oro”.

Mieses quiere equivocarse en su pronóstico para el grupo que la próxima semana regresa al Mundial 36 años después, pero ve un equipo pequeño, con abundancia de jugadores en la parte trasera (armadores, escoltas y aleros) y que desaprovechó el Centrobasket en suelo azteca para afrontar fogueos “reales”.

Cree que la baja de Al Horford es un agujero demasiado grande, y entiende que en el país se está subestimando a Finlandia, Ucrania y Nueva Zelandia.

Duda que pueda avanzar a segunda ronda, y califica el tercer lugar obtenido en México a principio de mes como “pasar de lo sublime (oro en 2012) a lo ridículo”. Tampoco digiere que en un mes dos técnicos dirijan el mismo equipo.

“Los atletas de hoy en día no se preparan, no trabajan, no dominan los fundamentos, no juegan el baloncesto en conjunto, quieren ser egoístas, quieren acaparar los medios, quieren decir yo gané, pero se ganó gracias a mí”, dijo Mieses.

A sus 54 años realiza una rutina diaria en la que tiene que encestar al menos 97 de 104 tiros libres, meta que hasta que no logra no para de intentarla. Sin que nadie le pase el balón.