Manny Mota, el Señor del Hit

“Ser sabio no significa saber de todo, sino haber vivido todo...”. Franco Sirut

El domingo 2 de septiembre de 1979, hace hoy 35 años, Manuel Mota (El Chory), con el uniforme de los Dodgers de Los Angeles, estableció una nueva marca de hits en rol de emergente.

En el escenario del Dodgers Stadium, en el cierre del octavo episodio, Mota fue llamado por el mánager Tom Lasorda a batear de emergente por el pitcher Ken Brett, y en conteo de una bola y dos strikes le sacudió línea al prado derecho a una bola rápida del lanzador Lloyd McGlothin, el 145 en ese rol.

Los 10 jugadores con más hits conectados como emergente son: Lenny Harris, 212; Mark Sweeney, 175; Manny Mota,150; Smoky Burgess, 145; Greg Gross, 143; Dave Hansen, 138; John Vander Wal, 129; José Morales, 123; Orlando Palmeiro, 120 y Jerry Lynch, 116.

Manuel llegó a los Esquivadores el 11 de junio de 1969, desde los Expos de Montreal, equipo con el cual había jugado tres juegos, y tenía promedio de .315. Mota llegó junto a Maury Wills.

Sus números extraordinarios como jugador al servicio de los Dodgers, y su capacidad en diferentes funciones como instructor le han permitido cubrir más de cuatro décadas al servicio de esta organización.

Mota no sólo es recordado por sus 150 hits como emergente, sino por el aprecio y estima que se ha ganado de todos los jugadores que han pasado por la clásica franela blanquiazul.

Con los Dodgers promedió .315, y su carrera de 20 años por las Mayores de .304, lo hacen acreedor de una calidad incuestionable como bateador, ya que su marca de fábrica fueron los hits como emergente que le permitieron ganar elogios y, sobre todo, respeto.

Se decía que tal era la calidad de Mota como bateador que podía levantarse tempranito en la mañana de Navidad, ir con sus pantuflas al estadio, y aun así batear un hit por el prado derecho.

El Chory, como fue bautizado cuando se inició en la Aviación Militar Dominicana, bajo la supervisión y orientación de Viruta Pichardo, heredó una disciplina que hoy día sigue siendo su mejor tarjeta de presentación.

En una ocasión, el periodista Jim Murray, de Los Angeles Times, al referirse al talento de Mota escribió: “Puede conectar con su bate hasta a una bala”.

Y agregó que “batear de emergente es un arte como apagar el fuego en pozos de petróleo o autentificar obras de pinturas maestras; no se les necesita a menudo, pero cuando son convocados, son tan importantes como los propios ojos”.

Su último turno lo consumió en 1982, a los 42 años, toda una vida desde que firmó por US$400 para los Gigantes de New York.

Twitter: @bienvenidorv

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