Raíces de Pittsburgh en la República Dominicana

“Eres un amante experimentado, ¿por qué no ibas a cobrar por ello?”. Woody Allen

Observando el partido de anoche del “wild card” de la Liga Nacional, entre los Gigantes de San Francisco y los Piratas de Pittburgh, recordé que estos dos equipos desde 1955 construyeron una firme zapata en la afición dominicana.

Los Gigantes ya en San Francisco, bajo el timón gerencial de Horace Stonehan, le abrieron las puertas a Juan Marichal y los hermanos Rojas Alou a través de Horacio Martínez y las relaciones con los Leones del Escogido.

Y ni hablar de la comunión de los Piratas y las Águilas Cibaeñas a través del cazatalentos Howie Hack, quien firmó decenas de dominicanos: Tony Peña, Julián Javier, Franklin Taveras, Pascual Pérez y no seguimos por razón de espacio, y ni hablar de los importados de la talla de Willie Stargell, Rennnie Stennett, Manny Sanguillén, Bob Veale, Kent Tekulve y Steve Blass.

Cómo olvidar a los Piratas en la Serie Mundial de 1960, cuando se enfrentaron a los poderosos Bombarderos del Bronx, que ganaban con alto carreraje y perdían juegos muy cerrados. En el séptimo desafío todo parecía que los Yanquis se llevaría la Serie Mundial, pero los Piratas de Danny Murtaugh, hicieron cinco en el octavo para empatar a 9 carreras, y en la novena entrada, el segunda base Bil Mazeroski, jugó aquí con las Aguilas, sorprendió a todo el mundo pegando un descomunal cuadrangular.

En 1970, los Bucos inauguran el moderno Three Rivers Stadium y esa década fue grandiosa, pues vencen a los Orioles de Baltimore en la Serie Mundial de 1971 y también son campeones mundiales en 1979, derrotando de nuevo a los Orioles en siete partidos. A principios de la década de los noventa, ganaron su división en tres años seguidos. En 1990, no pudieron con los Rojos en la Serie de Campeonato y pierden en seis juegos. Repiten en 1991 y ahora sus verdugos son los Bravos de Atlanta, y la película se repite en 1992, pues caen de nuevo ante los Bravos.

Twitter: @bienvenidorv

Bienvenido Rojas