Novela del mexicano Palou rescata lecciones no aprendidas del Holocausto
"La novela explora la relación entre pasión y venganza"
Diario Libre
MÉXICO. Una joven judía que busca venganza en medio de una Europa que trata de recuperar la ilusión tras la Segunda Guerra Mundial es el marco que el escritor mexicano Pedro Ángel Palou ha utilizado para resucitar con su última novela las lecciones no aprendidas del Holocausto.
"No hemos aprendido los seres humanos, seguimos sin aceptar al otro como otro. Seguimos sintiéndonos superiores por raza o por género. El Holocausto no es algo que haya pasado y nos haya dejado una lección", apuntó el escritor en una entrevista con Efe.
Por ello, añadió, hoy los seres humanos no nos damos cuenta de que "somos capaces de cometer esas crueldades" contra nuestros semejantes, personas que tenemos alrededor como nuestra familia,
vecinos o, por ejemplo, "en Estados Unidos con los inmigrantes" o "en México con los indígenas".
"Ha habido siempre una idea de que o hay uno que es inferior al otro o de que el otro de algún modo debe de ser salvado porque vive en unas condiciones que no son las adecuadas y entonces hay que
integrarlo", añadió.
Y para recordar esa época Palou ha viajado con su novela "La amante del Ghetto" (Editorial Planeta) al París de la posguerra, más en concreto a la semana de la moda de 1947, en donde Christian Dior
desfiló por primera vez en solitario y se atrevió "a algo que parecía impensable, hacer una falda de ocho metros de largo en plena austeridad que cubra a la mujer y vuelva a ser glamourosa".
"Me permitió contrastar a una Europa que buscaba a todas luces reponerse, rehacerse, volver a vivir, en medio de grandes problemas como una profunda hambruna, el frío, una huelga general, por
ejemplo, en Francia" con "algo aparentemente banal como es la moda que permitió que Francia empezara a revivir", explicó.
Y en este marco cuenta la historia de Zofía Nowak, una judía que en los principios de la ocupación se enamora de un joven oficial nazi que termina siendo su verdugo.
La joven acaba siendo miembro de los Nokmin, el grupo de élite vengadores del Holocausto que, recordó el escritor, "no se quedaron pasivos en los guetos, sino que todos fueron activos guerrilleros" y después se formaron militarmente en Palestina para volver a Europa y asesinar nazis.
Nowak tendrá la misión de ejecutar a seis distintos oficiales alemanes en Berlín, aunque en su camino se encontrará con su antiguo amante.
"La novela explora la relación entre pasión y venganza. ¿Puede haber las dos cosas o uno de los dos sentimientos va a ganar? ¿somos capaces o no de perdonar? y ¿qué es perdonable y qué no lo es?",
contó el escritor.
En opinión del autor, pese a que ya pasaron siete décadas del Holocausto, sigue estando en pleno apogeo ya que "es una herida que no está cerrada y por eso es que se sigue investigando y se sigue
produciendo literatura o cine".
Y hoy justo, en esta época de "indefinición", se está viviendo además "un periodo de revisionismo histórico" en donde se están cambiando algunos pensamientos y se está viendo que ni los buenos
fueron siempre tan buenos, ni los malos tan malos.
"No hemos aprendido los seres humanos, seguimos sin aceptar al otro como otro. Seguimos sintiéndonos superiores por raza o por género. El Holocausto no es algo que haya pasado y nos haya dejado una lección", apuntó el escritor en una entrevista con Efe.
Por ello, añadió, hoy los seres humanos no nos damos cuenta de que "somos capaces de cometer esas crueldades" contra nuestros semejantes, personas que tenemos alrededor como nuestra familia,
vecinos o, por ejemplo, "en Estados Unidos con los inmigrantes" o "en México con los indígenas".
"Ha habido siempre una idea de que o hay uno que es inferior al otro o de que el otro de algún modo debe de ser salvado porque vive en unas condiciones que no son las adecuadas y entonces hay que
integrarlo", añadió.
Y para recordar esa época Palou ha viajado con su novela "La amante del Ghetto" (Editorial Planeta) al París de la posguerra, más en concreto a la semana de la moda de 1947, en donde Christian Dior
desfiló por primera vez en solitario y se atrevió "a algo que parecía impensable, hacer una falda de ocho metros de largo en plena austeridad que cubra a la mujer y vuelva a ser glamourosa".
"Me permitió contrastar a una Europa que buscaba a todas luces reponerse, rehacerse, volver a vivir, en medio de grandes problemas como una profunda hambruna, el frío, una huelga general, por
ejemplo, en Francia" con "algo aparentemente banal como es la moda que permitió que Francia empezara a revivir", explicó.
Y en este marco cuenta la historia de Zofía Nowak, una judía que en los principios de la ocupación se enamora de un joven oficial nazi que termina siendo su verdugo.
La joven acaba siendo miembro de los Nokmin, el grupo de élite vengadores del Holocausto que, recordó el escritor, "no se quedaron pasivos en los guetos, sino que todos fueron activos guerrilleros" y después se formaron militarmente en Palestina para volver a Europa y asesinar nazis.
Nowak tendrá la misión de ejecutar a seis distintos oficiales alemanes en Berlín, aunque en su camino se encontrará con su antiguo amante.
"La novela explora la relación entre pasión y venganza. ¿Puede haber las dos cosas o uno de los dos sentimientos va a ganar? ¿somos capaces o no de perdonar? y ¿qué es perdonable y qué no lo es?",
contó el escritor.
En opinión del autor, pese a que ya pasaron siete décadas del Holocausto, sigue estando en pleno apogeo ya que "es una herida que no está cerrada y por eso es que se sigue investigando y se sigue
produciendo literatura o cine".
Y hoy justo, en esta época de "indefinición", se está viviendo además "un periodo de revisionismo histórico" en donde se están cambiando algunos pensamientos y se está viendo que ni los buenos
fueron siempre tan buenos, ni los malos tan malos.
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