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Cine

La "Blancanieves" muda triunfa en los Goya

La película cubana "Juan de los muertos" se llevó el premio al mejor filme iberoamericano

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La Blancanieves muda triunfa en los Goya
El director Pablo Berger agradece el Goya a la mejor película por Blancanieves. EFE

MADRID.- Una película muda, "Blancanieves", fue hoy la gran triunfadora de los Goya del cine español con diez galardones, en una gala en la que se habló mucho de política y de la situación en España y en la que la cubana "Juan de los muertos" se llevó el premio al mejor filme iberoamericano.

El primer filme cubano de zombies, dirigido por Alejandro Brugués, se impuso hoy en los XXVII Premios Goya a "7 cajas" (Paraguay), "Después de Lucía" (México) e "Infancia clandestina" (Argentina).

Brugués señaló tras recibir el galardón que con este premio se ha abierto "una puerta para el cine independiente cubano que nadie va a poder cerrar". El éxito de la película se debe, según su director, a que el público más allá de los zombis ha sabido entender todo el subtexto y la crítica social con la que cuenta "Juan de los muertos".

Además, indicó a Efe que el cine independiente de su Cuba natal va "por un camino muy lindo" y, aunque adelantó que su próximo filme no será de zombis, bromeó sobre la posibilidad de una secuela.

Un premio que ha conseguido en una edición en la que la política se mezcló con el cine y en la que el presidente de la Academia de cine española, Enrique González Macho, enarboló la protesta con un discurso en el que exclamó: "El cine no pertenece a ningún partido político (...) Es un derecho de los ciudadanos".

En el otro lado, un cuento hipnótico, una abstracción poética de Pablo Berger, "Blancanieves", fue la película que reconocía todos los parabienes artísticos. Drama lorquiano, bomberos toreros y, por supuesto, el célebre relato de los hermanos Grimm, se alejaban de la actualidad y apelaban a la fábula.

"En mis títulos de crédito aparecen 539 personas y todas ellas son importantes", dijo Berger, que ha tardado ocho años en levantar su utópico proyecto y ha exclamado "¡viva el cine libre!". Se ha llevado diez premios Goya (solo superada por "Mar adentro", con 14, y "¡Ay, Carmela!", con 13), entre ellos mejor película, guión y actriz, el segundo de Maribel Verdú, por su antológica madrastra, pero la crisis le arrebataba el protagonismo.

Verdú fue una de las que tuvo palabras para ella, al dedicar su premio a la gente que "ha perdido sus casas, sus ilusiones e incluso su vida" en un "sistema quebrado, injusto y obsoleto".

La actriz tomaba el relevo a Candela Peña, ganadora a mejor secundaria por "Una pistola en cada mano", que dijo sobre el escenario: "Os pido trabajo. Tengo un hijo que alimentar". Llevaba sin trabajar tres años. "En estos tres años he visto morir a mi padre en un hospital público donde no había mantas para taparlo y le teníamos que llevar el agua", dijo.

Por su parte Javier Bardem, subió al escenario como productor del documental "Hijos de las nubes", sobre el Sáhara, y no perdía la oportunidad para superponer sus causas. "En el Sáhara no se puede recortar en salud porque no hay hospitales, ni en educación ni cerrar escuelas porque no hay colegios. Ni echarles a la calle como aquí porque fueron desahuciados hace 35 años cuando les echaron. No podemos dejar que nos suceda aquí", expresó.

Pero volviendo al cine, "Lo imposible", de Juan Antonio Bayona, parecía la única que podía "ahogar" con su tsunami a "Blancanieves", y el mérito de coordinar su espectacular hazaña era premiado con el galardón al mejor director para el realizador catalán, que llevaba el Goya a las gradas para María Belón, protagonista real del milagro que inspiró la película.

Traducía su récord de más de 42 millones de euros (56 millones de dólares) en cinco premios, pues en la parte técnica logró mejor montaje, mejor sonido (la única a la que "Blancanieves" no se podía postular), mejor dirección de producción y, faltaría más, mejores efectos especiales.

"Grupo 7" se hacía con dos premios para interpretaciones masculinas: abría la noche con el premio al mejor actor revelación, para Joaquín Núñez y completaba con el de mejor actor de reparto para Julián Villagrán.

El de actor protagonista era casi tan seguro como el Goya de Honor a Concha Velasco: José Sacristán ganaba por "El muerto y ser feliz". "Se ha hecho esperar, don Francisco", decía un cofundador de la Academia de Cine, pero nominado por primera vez por este filme. Y como siempre tiene que haber una perdedora, fue "El artista y la modelo", de Fernando Trueba, que se iba de vacío con 13 nominaciones.

"Las aventuras de Tadeo Jones", en cambio, entraba en el cuadro de las ganadoras morales pues no solo conseguía el premio a la mejor película de animación y el de mejor guión adaptado, sino que Enrique Gato subía también la escenario como director novel. "Intocable" suplía el disgusto de no haber sido siquiera nominada al Óscar con un premio Goya a la mejor película europea, y sus directores, Olivier Kanache y Eric Toledano, agradeciendo en español.