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Cine

Filosofía y cine en Nymphomaniac Vol. 2

SANTO DOMINGO. Hace algunas semanas escribimos acerca de la primera parte de esta película del danés Lars von Trier, y comentamos que en realidad fue dividida en dos para su comercialización, en rigor es un solo y largo filme.

En el llamado Volumen 1, Joe narra a su confidente Seligman los orígenes de su adicción al sexo y de cómo recupera a Jerome, el amor de su vida. Sin embargo, ha perdido su sensibilidad sexual, no siente nada. En este Volumen 2, Joe narra a Seligman el cómo logró recuperarla, y cómo ello le llevó a perder nuevamente a su amado.

La historia

Joe ha regresado con Jerome, quien trata de darle una vida plena; queda embarazada y tiene un hijo. Está esperanzada en que ello cambie su vida de pareja, pero por el contrario, nada la satisface. Jerome, que la acepta tal como es, le permite buscar otras opciones sexuales, con tal de mantenerla a su lado. Para recuperar su sensibilidad, Joe se somete voluntariamente a un tratamiento extremo de sadismo. Fiel a su espíritu de exploradora, entra disciplinadamente en una sistemática violencia controlada. Las escenas van contrastando de manera radical con el diálogo en el cual se analiza su pasado. Pero este método la va alejando de su familia, y se torna incapaz de tener una vida común.

Filosofía y política

El diálogo matriz del filme toma en esta parte posiciones. El maduro doctor Seligman se declara asexual, es virgen, y el sexo no ha sido relevante en su vida. Sería, por tanto, el mejor juez para determinar si Joe ha sido o no una buena persona. Pero la protagonista está más interesada en contar su historia que en una evaluación moral de su pasado.

Se profundiza aquí en la dimensión cultural de la sexualidad, en especial a su relación con religión. Los signos de la perversión y la presencia de lo demoníaco en la vida de Joe son decodificados por Seligman.

Pero, además de teología, el diálogo está salpicado de interesantes reflexiones acerca de la política, y en particular del cuestionamiento a la democracia como método de organización.

Lars y el método Dogma

Uno de los aportes de la cinematografía nórdica fue el desarrollo de Dogma, un método de trabajo para enfrentar la realización. Ello derivó en un movimiento fílmico vanguardista hacia 1995. Lars von Trier, Thomas Vinterberg, Kristian Levring y Soren Kragh-Jacobsen, formaron el Colectivo Dogma 95, cuyo manifiesto plantea un cine de ficción con estilo realista: sin decorados, sin iluminación, con sonido directo y cámara en mano, entre otros postulados.

Lograron notoriedad con algunas películas que remecieron el ambiente europeo, por cuanto lo que les interesaba era abordar temáticas sociales complejas.

En “Nymphomaniac”, Von Trier aplica los principios del método, y consigue llamar la atención por el abordaje de un tema tabú que genera polémica de manera inmediata.

Sin embargo, por la extensión del relato, la austera puesta en escena atenta contra su eficacia narrativa. A pesar de contar con unos magníficos y contundentes diálogos, se torna insufrible para el espectador el retorno constante a una misma habitación, casi en penumbras, y que siempre presenta una tonalidad ocre. Evidentemente es un filme sólo para valientes, no solo por la carga sexual y el cuestionamiento a los principios morales de Occidente, sino porque hasta los mismos entusiastas del cine como arte provocador difícilmente pueden llegar a verla de un solo trago.

Recomendable para los incondicionales del cine independiente.

Ficha Técnica

 Nymphomaniac, volumen 2

Dinamarca/Alemania/Bélgica/Reino Unido/Francia 2013. 118 minutos.

Dirección y guión: Lars von Trier

Fotografía: Manuel Alberto Claro

Intérpretes: Charlotte Gainsbourg, Stellan Skarsgård, Stacy Martin, Shia LaBeouf, Christian Slater, Uma Thurman