“En el bosque”: maraña y poco encanto

SANTO DOMINGO. La mayoría de los llamados “cuentos infantiles” son narraciones que desde la Edad Media en Europa fueron transmitiéndose de manera oral. Con el trabajo de recopiladores como los hermanos Grimm, pasaron a la literatura impresa, y más tarde al cine. En buena parte de esos relatos, el bosque es el territorio desconocido y peligroso, el lugar donde viven las bestias, los ogros y las hechiceras. “En el bosque” toma este elemento como eje articulador de varias historias de las más conocidas, y las fusiona en un musical. Caperucita, Cenicienta, Rapunzel, el lobo, la bruja, el gigante y, por supuesto, los príncipes, son interpretados por figuras importantes de la escena actual.

El deseo como motor

Además del bosque, los personajes tienen otra cosa en común, desean fervientemente algo. Tener un hijo, obtener dinero, pertenecer a la nobleza, encontrar el amor, son las aspiraciones que motorizan la acción, y llevan a los personajes a cruzar sus caminos en medio de la foresta. Al igual que los cuentos originales, el filme busca transmitir una lección de vida. Pero una cosa es quererlo, y otra el lograrlo.

La bruja

Al centro de la historia está la nunca bien ponderada bruja, que quiere recuperar su juventud perdida producto de un hechizo, aprovechando el momento de una luna azul que sólo puede verse cada cien años. Evidentemente Meryl Streep no pudo sustraerse a la poderosa tendencia de reciclar a este personaje: la mala es atractiva aun para las buenas. Maquillaje y efectos le ayudan, pero es inevitable hacer comparaciones con recientes interpretaciones de otras famosas, como Charlize Theron, y a nuestro juicio Streep no sale bien parada.

La forma

Si bien la forma del cine musical, en teoría podría hacer más ligero un relato, aquí ocurre todo lo contrario. Las canciones suenan reiterativas, la historia se va haciendo extensa y enmarañada.

Las narraciones de base son breves, pero el guión no sólo las suma, las aumenta, las corrige, y hasta las transforma. Cierto es que el guión evita mostrar aquello que hemos visto en otras películas, como el baile entre Cenicienta y el Príncipe, o el robo del arpa en el palacio del gigante, pero al enhebrar las historias, se tiene la sensación de ver cómo se riza el rizo. El resultado simplemente no convence.

Felices para siempre

Suena extraño que la casa productora Disney apostara tan fuerte a un guión que contradice la ilusión que por años ha ayudado a construir en su público. Aquello de “y fueron felices para siempre” es cuestionado totalmente por el filme. Sirve entonces esta película para confirmar uno de los mitos de la industria cinematográfica: no importa si la historia es mala, lo que importa es a quién tienes en ella.

Recomendable para los realmente fanáticos de los cuentos de hadas.

Ficha

Into the Woods.

EE.UU. 2014. 125 minutos.

Dirección: Rob Marshall

Guión: James Lapine & Stephen Sondheim

Música: Stephen Sondheim   

Fotografía: Dion Beebe   

Intérpretes: Meryl Streep, Emily Blunt, James Corden, Anna Kendrick, Chris Pine, Johnny Depp, Lucy Punch, Christine Baranski, Tammy Blanchard, Daniel Huttlestone, Tracey Ullman, Mackenzie Mauzy, Billy Magnussen.
 

Mario Núñez Muñoz