Código Paz... A tiro limpio llenará los cines

SANTO DOMINGO. A tiro limpio va la vida en Código Paz. Más que en Siria o Iraq. Que es mucho decir. Y esto traerá mucho público a los cines.

La ópera prima de Pedro Urrutia refleja cómo ha calado en las nuevas generaciones la cultura del videojuego. Aquí los antihéroes son los héroes. Y lo siguen siendo hasta más allá del final de la película.

Destaco sin embargo más de un valor: aceptables edición y fotografía, actuaciones bastante equilibradas, voluntad de un trucaje digital que vaya un escalón más arriba de lo hecho acá, bien diseñada persecusión en el laberinto del barrio.

Salidas de la estética de los videojuegos son las tomas con cámaras montadas en las propias armas. Sin embargo el abuso de las relantizaciones es algo que cansa. Como también, a pesar de un buen diseño sonoro, hay un abuso en decibeles, producto una vez más de la cultura del videojuego. Entre las cosas raras, ¿por qué el diseño de los personajes que son seguridad personal del senador Fernando del Rosario -aceptable Joseguillermo- son tan estrafalarios en sus cortes de cabello y vestuarios especializados?

Las actuaciones

Hay que destacar la imponente actuación de Héctor Aníbal y el debut de Paola Ferry en su rol de Paz del Rosario. Héctor Aníbal es punto y aparte: rudo y violento, tiene sin embargo, pequeños momentos de ternura paternal con Paz. La organicidad de su actuación le hace llevar sobre sus hombros buena parte de la historia.

Entre los personajes, Pedro Ruiz, más allá de la equilibrada actuación de David Maler, es quizás el único agente inmobiliario del país residente en Villa Consuelo. Lo primero que hace un agente inmobiliario es salir de la pobreza, si es que es pobre, y salir rápido hacia zonas urbanas de mejor suerte. Siguiendo con las actuaciones, hay que decirlo: no se entiende por qué no se dijo desde el inicio que la protagonista era Paola Ferry, por qué se explotó tan poco su imagen en la publicidad. Este thriller devela la especial relación amorosa que ejerce la cámara cinematográfica con Paola Ferry, de apenas 16 años de edad, a quien seguramente habrá que dedicar páginas y páginas en el futuro. Porque pocas veces la cámara se enamora tanto de un rostro. Y ella acaba de irradiar el video clip “Tus besos”, de Jean Gabriel Guerra, y ahora “Código Paz”. Y aún falta “María Montez”, verdadero debut suyo ante las cámaras. Paola comienza con una actuación endeble, un poco ñoña (hablo de la actuación, no del personaje) pero a manera que pasan los minutos, su desenvolvimiento va convirtiendo al personaje en un ente robusto, en crecimiento, y esto no tiene nada que ver con el diseño del personaje, sino con la dirección de actores.

Muy orgánicas las actuaciones de Nashla Bogaert, Félix Germán, Isaac Saviñón (aunque hastiaba el cigarrillo electrónico), Joséguillermo Cortines, María Angélica Ureña, Iván Aybar, Deyvy de León, Denis Canek, El Alfa…

El guión

La película tiene momentos que llaman a la risa, sobre todo, por parlamentos. Pero ¿dónde reside lo más endeble? En el guión. Que no se puede estructurar un guión a partir de una idea endeble donde su único objetivo sea esa: tirar tiros.

Aquí todos son malos. No hay ni un solo personaje bueno. Que ni siquiera la vida más violenta en determinados barrios es así. ¡Porque si lo fuese, que el último apague la luz y cierre la puerta!

Ficha

Código Paz, República Dominicana, 1914

Director: Pedro Urrutia

Guión: Luis Arambilet y Pedro Urrutia

Edición: José Delio Ares y Pedro Urrutia

Actores: David Maler, Paola Ferry, Héctor Aníbal, Nashla Bogaert, Isaac Saviñón, Félix Germán, Deyvy de León, Denis Canek, El Alfa, Secreto, Mozart La Para

Alfonso Quiñones