En Río seguirá construcción campo de golf olímpico para juegos del 2016
Diario Libre
SAO PAULO.- Un juez de Río de Janeiro rechazó el miércoles una petición de los fiscales para frenar la construcción del campo de golf que se utilizará durante los Juegos Olímpicos, lo que mitigaría los temores de que las obras no se concluyan a tiempo.
El juez Eduardo Antonio Klausner dijo en su fallo que "no hay ningún hecho nuevo que justifique... un alto en la implementación del campo de golf para los Juegos Olímpicos".
Agregó que los cambios realizados por el ayuntamiento y la constructora del campo atienden parcialmente las preocupaciones de los fiscales, quienes exigían proteger el medio ambiente local.
Se desconoce si los fiscales estatales buscarán apelar el fallo emitido el miércoles, pero los desafíos legales podrían continuar.
En un informe legal de 27 páginas, difundido la semana pasada, los fiscales consideraron "risibles" las propuestas del ayuntamiento y de la constructora para modificar el trazo del campo a fin de reducir su impacto ambiental.
El juez determinó que, al cambiar de sitio uno de los hoyos del campo, los constructores hicieron lo suficiente para preservar la vegetación del lugar. Indicó que la reubicación del hoyo 12 abría paso para un corredor de 32 metros de largo para la vida silvestre, manteniendo intacta la vegetación.
Dijo también que el tipo de césped que se utilizará en el campo no pone en peligro la vegetación que se encuentra ya en el área.
Al comienzo, los fiscales dijeron que querían un corredor de unos 400 metros para asegurarse de que el ambiente local se conservara adecuadamente.
El campo, que según la prensa local estaría completo al 70%, se construye en una reserva natural en el occidente de Río, cerca de la zona donde se ubicarán las principales sedes olímpicas. Es parte de un complejo de apartamentos lujosos que se venden por entre 3 y 7 millones de dólares.
Los fiscales han argumentado que el medio ambiente debe ser la principal preocupación, no los Juegos Olímpicos ni la construcción de bienes raíces.
En su breve informe de la semana anterior, alegaron que el proceso de licencia ambiental para el campo estuvo repleto de errores, y solicitaron que el juez retirara el permiso.
Los acusados en este caso -el ayuntamiento de Río y la constructora del campo- han insistido en que cualquier impedimento legal para que continúen las obras afectará tanto los Juegos como la ciudad y su reputación internacional.
Originalmente, se preveían eventos de prueba en el campo para finales de 2015 y comienzos de 2016.
El juez Eduardo Antonio Klausner dijo en su fallo que "no hay ningún hecho nuevo que justifique... un alto en la implementación del campo de golf para los Juegos Olímpicos".
Agregó que los cambios realizados por el ayuntamiento y la constructora del campo atienden parcialmente las preocupaciones de los fiscales, quienes exigían proteger el medio ambiente local.
Se desconoce si los fiscales estatales buscarán apelar el fallo emitido el miércoles, pero los desafíos legales podrían continuar.
En un informe legal de 27 páginas, difundido la semana pasada, los fiscales consideraron "risibles" las propuestas del ayuntamiento y de la constructora para modificar el trazo del campo a fin de reducir su impacto ambiental.
El juez determinó que, al cambiar de sitio uno de los hoyos del campo, los constructores hicieron lo suficiente para preservar la vegetación del lugar. Indicó que la reubicación del hoyo 12 abría paso para un corredor de 32 metros de largo para la vida silvestre, manteniendo intacta la vegetación.
Dijo también que el tipo de césped que se utilizará en el campo no pone en peligro la vegetación que se encuentra ya en el área.
Al comienzo, los fiscales dijeron que querían un corredor de unos 400 metros para asegurarse de que el ambiente local se conservara adecuadamente.
El campo, que según la prensa local estaría completo al 70%, se construye en una reserva natural en el occidente de Río, cerca de la zona donde se ubicarán las principales sedes olímpicas. Es parte de un complejo de apartamentos lujosos que se venden por entre 3 y 7 millones de dólares.
Los fiscales han argumentado que el medio ambiente debe ser la principal preocupación, no los Juegos Olímpicos ni la construcción de bienes raíces.
En su breve informe de la semana anterior, alegaron que el proceso de licencia ambiental para el campo estuvo repleto de errores, y solicitaron que el juez retirara el permiso.
Los acusados en este caso -el ayuntamiento de Río y la constructora del campo- han insistido en que cualquier impedimento legal para que continúen las obras afectará tanto los Juegos como la ciudad y su reputación internacional.
Originalmente, se preveían eventos de prueba en el campo para finales de 2015 y comienzos de 2016.
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