La tradicional casa de don Virgilio ya “cumplió su ciclo”

SANTO DOMINGO. Algunos deportes de conjunto dominicano tienen varios exponentes mundialistas, como el béisbol, voleibol femenino y el baloncesto masculino, pero carecen de un estadio modelo.

Dentro de todos esos deportes, uno en especial atraviesa un momento difícil, específicamente el baloncesto masculino. Un equipo mundialista con una cancha por debajo de su nivel.

El Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto está distante de la modernidad que exhiben otras arenas en el continente. “Ha cumplido su ciclo”, entiende Eduardo Najri, gerente general de Southgate, entidad que regentea la selección masculina.

En otros países, las canchas principales guardan más que el área de juego, al menos dos canchas de prácticas como en Venezuela, Puerto Rico y México. Pero más que canchas son centros de entretenimientos (deportes, espectáculos, eventos), algo de lo que carece el Gran Santo Domingo. El Palacio de los Deportes “debería ser un complejo deportivo”, señala Najri. “Eso con voluntad se puede hacer”. Esa cancha, entiende “está totalmente desfasada”.

Una cancha moderna, con su gimnasio, área de recuperación, una minivilla y que tenga al menos un par de espacios para la práctica, reservando la principal para competencias o espectáculos de importancia.

El punto es, sostiene Najri, que el Palacio “está totalmente desfasado”.

Eso conlleva a que el programa de entrenamientos de la selección se realice en terreno estadounidense y en el país sólo se vea un par de días, a veces uno, al equipo grande que va a certámenes de alto nivel.

El fallo

Para los Juegos Panamericanos Santo Domingo 2003, el comité organizador propuso a la Federación Dominicana de Baloncesto, según una fuente, qué desean como estructura física. Una idea fue remodelar el Travieso Soto, y poner dos canchas de prácticas en lo que hoy son los terrenos del Pabellón de la Fama y del Pabellón de Esgrima. Inexplicablemente, dijo la fuente, eso no se llevó a cabo. El costo de la “voluntad” para el Gobierno o alcaldía cuando se decida, será de US$200 millones o más. ¿Quién pondrá la primera piedra?

Diario Libre