Tres dominicanos entre activos más cercanos a 3,000 hits; difícil Adrian Beltré llegue
Todos estarían llamados al Salón de Cooperstown... si fuese por los números
Diario Libre
SANTO DOMINGO- Llegar a los 3,000 indiscutibles, es sin duda alguna, una de las proezas mayores de un bateador. No por casualidad, solamente veintiocho exponentes lograron esa grandilocuente cifra, que marca por sí sola un parámetro hacia el Salón de la Fama de Cooperstown.
Y ni decir, cuando se habla de los latinos que lograron la aristócrata performance. Sólo tres llegaron a ese hito -en el mismo orden: Roberto Clemente (3,000), Rod Carew (3,053) y Rafael Palmeiro (3,020).
Sin embargo, de buenas a primeras ese número podría dar un salto de garrocha. Y los responsables nada más y nada menos serían jugadores foráneos... ¡con tres dominicanos!
Se trata del más cercano y potencialmente seguro a la meta, en el caso del domínico-estadounidense Alex Rodríguez, quien a pesar de sus 39 años, apenas necesita 45 imparables. De la manera como ha comenzado el regreso tras 537 días sin jugar, luce "pan comido" alcanzar la proeza este mismo año.
El temible bateador -con los números sobrados para arribar al Panteón de los Inmortales (entre sus batazos, tiene más de 659 vuelacercas) y con asterisco por su vinculación a sustancias controladas por las Grandes Ligas- llega a su 21ª campaña.
Alex es perseguido por el japonés Ichiro Suzuki, quien con 41 años cumplidos ha diseminado por terreno de nadie 2,858 batazos, en apenas quince temporadas, en una de las mayores hazañas que conozca el béisbol por exponente alguno.
Aquel dueto tiene como persecutor al también quisqueyano Adrian Beltré, quien había conectado hasta la fecha 2,619 indiscutibles, cuando le restan dos años de contrato con los Rangers de Texas, aunque ha manifestado claramente que estalla sus últimos cartuchos.
El gran antesalista no sólo ha demostrado ser un consistente bateador de hits de todos los calibres (lleva ya sobre 500 dobles y pasará este año de 400 tetrabases), sino que para gran sorpresa en las últimas tres campañas ha subido extraordinariamente su media de inatrapables anuales (174), incluso habiendo conectado cerca de 200 en dos de ellas (194, en 2012 y 199, en 2013), siendo contradictoriamente las mejores temporadas de hits, tras su año de doscientos exactos en el 2004.
Esos plusdígitos permiten proyectarlo como seguro cumplidor de la meta, siempre que se anime a una temporada más fuera de su contrato actual.
Empero, de cumplir su deseo de retirarse al finalizar su pacto de seis años, el dominicano necesitará la proeza mayor aún de promediar casi exactamente los doscientos de ocasión única. O sea, tendría que disparar 198 ahora y en la próxima. Sencillamente, poco menos que un remotismo.
El cuarto -y tercer quisqueyano- en la lista de los más allegados a la familia de los tres mil batazos al vacío, es Albert Pujols, otro que ha impuesto su impronta como hombre capaz de batear consistentemente para todos lados y de todas las maneras.
Pujols, con apenas catorce temporadas jugadas, ha esparcido el veneno de su bate en 2,533 ocasiones, cuando traspasa la curva de los 35 años, en lo que se vislumbra como seguro en arribar a la meta de marras de indiscutibles.
Y es que el otrora antesalista y ahora jugador de la primera base, sólo necesita cumplir con no más de la actual y próximas dos estaciones beisboleras para plasmar su otra incontrovertible huella indeleble (ha conectado sobre los 500 jonrones). Su pacto con los Angels de los Angeles lo manda en teoría hasta la campaña del 2021... ¡por si acaso no le alcanza el mediano futuro!
Entonces, y ante los restantes dígitos acumulados, luce indicar claramente que el trío de criollos tendría sus "pasajes comprados" desde ya para Cooperstown, tomando en cuenta que tan sólo el parámetro de los 3,000 imparables lo colocaría en ruta casi obligada al gran museo enclavado en la reputada comarca de Nueva York.
Y ni decir, cuando se habla de los latinos que lograron la aristócrata performance. Sólo tres llegaron a ese hito -en el mismo orden: Roberto Clemente (3,000), Rod Carew (3,053) y Rafael Palmeiro (3,020).
Sin embargo, de buenas a primeras ese número podría dar un salto de garrocha. Y los responsables nada más y nada menos serían jugadores foráneos... ¡con tres dominicanos!
Se trata del más cercano y potencialmente seguro a la meta, en el caso del domínico-estadounidense Alex Rodríguez, quien a pesar de sus 39 años, apenas necesita 45 imparables. De la manera como ha comenzado el regreso tras 537 días sin jugar, luce "pan comido" alcanzar la proeza este mismo año.
El temible bateador -con los números sobrados para arribar al Panteón de los Inmortales (entre sus batazos, tiene más de 659 vuelacercas) y con asterisco por su vinculación a sustancias controladas por las Grandes Ligas- llega a su 21ª campaña.
Alex es perseguido por el japonés Ichiro Suzuki, quien con 41 años cumplidos ha diseminado por terreno de nadie 2,858 batazos, en apenas quince temporadas, en una de las mayores hazañas que conozca el béisbol por exponente alguno.
Aquel dueto tiene como persecutor al también quisqueyano Adrian Beltré, quien había conectado hasta la fecha 2,619 indiscutibles, cuando le restan dos años de contrato con los Rangers de Texas, aunque ha manifestado claramente que estalla sus últimos cartuchos.
El gran antesalista no sólo ha demostrado ser un consistente bateador de hits de todos los calibres (lleva ya sobre 500 dobles y pasará este año de 400 tetrabases), sino que para gran sorpresa en las últimas tres campañas ha subido extraordinariamente su media de inatrapables anuales (174), incluso habiendo conectado cerca de 200 en dos de ellas (194, en 2012 y 199, en 2013), siendo contradictoriamente las mejores temporadas de hits, tras su año de doscientos exactos en el 2004.
Esos plusdígitos permiten proyectarlo como seguro cumplidor de la meta, siempre que se anime a una temporada más fuera de su contrato actual.
Empero, de cumplir su deseo de retirarse al finalizar su pacto de seis años, el dominicano necesitará la proeza mayor aún de promediar casi exactamente los doscientos de ocasión única. O sea, tendría que disparar 198 ahora y en la próxima. Sencillamente, poco menos que un remotismo.
El cuarto -y tercer quisqueyano- en la lista de los más allegados a la familia de los tres mil batazos al vacío, es Albert Pujols, otro que ha impuesto su impronta como hombre capaz de batear consistentemente para todos lados y de todas las maneras.
Pujols, con apenas catorce temporadas jugadas, ha esparcido el veneno de su bate en 2,533 ocasiones, cuando traspasa la curva de los 35 años, en lo que se vislumbra como seguro en arribar a la meta de marras de indiscutibles.
Y es que el otrora antesalista y ahora jugador de la primera base, sólo necesita cumplir con no más de la actual y próximas dos estaciones beisboleras para plasmar su otra incontrovertible huella indeleble (ha conectado sobre los 500 jonrones). Su pacto con los Angels de los Angeles lo manda en teoría hasta la campaña del 2021... ¡por si acaso no le alcanza el mediano futuro!
Entonces, y ante los restantes dígitos acumulados, luce indicar claramente que el trío de criollos tendría sus "pasajes comprados" desde ya para Cooperstown, tomando en cuenta que tan sólo el parámetro de los 3,000 imparables lo colocaría en ruta casi obligada al gran museo enclavado en la reputada comarca de Nueva York.
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