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Paredes se transforma en Vlad, tras ser un “desecho” de poco interés

Con un salario de US$515 mil es una de las gangas de inicio de temporada

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Paredes se transforma en Vlad, tras ser un “desecho” de poco interés
Jimmy Paredes tiene porcentaje de embasarse de .372.

santo domingo.  A los 26 años, en su cuarto equipo, y tras ser puesto a disposición de quien lo quiera (waiver) tres veces Jimmy Paredes se ha disfrazado de Vladimir Guerrero. Tanto por el terreno que cubre con su bate como hacía Vlad, como por los impresionantes números que ha puesto en 26 partidos, el desempeño de este utility obliga abrir los ojos y concentrar las pupilas de propios y extraños.

Paredes comenzó la jornada de ayer bateando para .343, con seis cuadrangulares y 23 remolcadas para los Orioles, un aporte que ha compensado en gran parte la salida de Nelson Cruz y la inestabilidad de Chris Davis.

Entró al partido de ayer a falta de dos apariciones para figurar entre los mejores bateadores de la Liga Americana.

En 11 partidos menos tiene la misma cantidad de extrabases (15) que el líder del club, Adam Jones, sólo dos impulsadas lo separan, y va igualado en jonrones (6) con él. Ha conectado de hit en 23 de los 26 choques.

Lo que más ha impresionado de este ex Gigantes del Cibao, que ahora pertenece al Escogido ha sido el alcance en el plato; batea pitcheos adentro, afuera, en las esquinas, rompientes y a ambos lados del plato (.313 contra zurdos y .348 contra derechos).

Firmado por los Yanquis en 2006 con 18 años, Paredes pasó a Houston en 2010 en el cambio que llevó a Lance Berkman a la Gran Manzana. Con el conjunto texano debutó en 2011, pero tras batear para .192 en su estadía más larga hasta ahora en el Big Show (2013), los Astros lo colocaron en waiver, los Marlins lo tomaron en noviembre de ese año, pero no lo utilizaron, y en febrero de 2014, Baltimore lo reclamó, y también lo devolvió. Kansas lo tomó en febrero, también de waiver, y jugó mayormente en ligas menores.

En julio pasado, los Orioles lo obtuvieron por una compensación económica no revelada.

El bate de Paredes comenzó a hacer ruido suficiente desde los campos de entrenamientos en los que llegó a buscar un puesto en los jardines. Bateó para .364 (55-20) con 10 extrabases (siete dobles, un triple y dos cuadrangulares) y 12 vueltas producidas, y no comenzó en la nómina de 25 a raíz de una lesión en la parte baja de su espalda que sufrió mientras levantaba pesas en el campamento del club en Sarasota, Florida, a finales de marzo, y fue el 18 de abril que jugó su primer choque de la campaña regular.

Buck Showalter, arquitecto de dos novenas campeonas mundiales con los Yanquis (1996) y Arizona (2001), le abrió un hueco como bateador designado ante el letargo de Steve Pearce, aunque también ha jugado en la intermedia y la antesala.

“Jimmy no era el único que buscaba hacer el equipo y ser parte de esto, pero él sabe cómo estar aquí, porque ha estado abajo (ligas menores) antes. No está jugando como un tipo que está fuera de posición. Creo que a él le gusta aquí, y sabe que nos gusta lo que trae”, dijo Showalter al Baltimore Sun esta semana.

Dicen que bajará

Joshua Sadlock, sabermétrico de Baseball Essential, atribuye el éxito de Paredes a “mucha buena suerte”, y pronostica una regresión ofensiva inminente. Basa su análisis en que la velocidad del bate del hainero (89.55 millas por hora) está lejos de las mejores, a que hace swing al 45% de los pitcheos fuera de la zona de strikes, y que abanica al 42% de las curvas y el 52% de los cambios. Pero el quisqueyano batea para .313 contra cambios y .444 contra curvas, lo que derriba esta teoría.