Becas de estudios en EE.UU., la otra opción para los prospectos

SANTO DOMINGO. Alan Polonia es un adolescente con gran talento para el béisbol que no pudo firmar cuando estuvo hábil ni tampoco será de los que el jueves se convertirán en millonarios cuando se abra el mercado de firmas 2015-2016. Pero gracias a sus habilidades dentro del diamante y al nivel educativo que ha adquirido, el béisbol le abrió las puertas para ingresar a una universidad estadounidense que la mayoría de familias dominicanas no pueden costear.

Polonia, junto a Enrique García, José Gómez, Joan Carvajal, Roberto Mejía y Héctor Susana, fueron los talentos que convencieron al cuerpo técnico del equipo de Talladega College para reclutarlos durante tres try-out (pruebas) que organizó la casa de altos estudios en Santo Domingo y La Romana a mediados de mes.

Williams Valdés, un cubano radicado en el país y que funge como asistente del equipo de béisbol de la universidad, convenció a los directivos de venir a evaluar el talento, y además logró cuatro becas para estudiantes del bachillerato en Alabama.

El grupo, que además del talento deportivo debió ser bachiller con promedio para becas (entre 2.3 y 4 puntos) y dominar el inglés, debe reportarse el 19 de julio. Sus sueñod como peloteros no ha terminado, puesto que pueden ingresar al sorteo estadounidense luego del tercer año.

“Todos jugaban, pero no tuvieron la oportunidad o nadie los evaluó”, explicó Valdés, quien trabajara con los Orioles de Baltimore en ligas menores y en México.

El de las becas es el otro gran atractivo que ofrece el béisbol a los jóvenes dominicanos, más allá de los alrededor de 500 que firman cada año, pero de los cuales sobre el 95% se queda en el camino por llegar a las Grandes Ligas.

En la actual temporada fueron 295 las universidades de nivel uno en la NCAA con equipos de béisbol, 65 en división dos, 57 en división tres y 365 en la NAIA, una cuarta segmentación de donde se escogieron 27 jugadores para el sorteo 2015.

Son 782 conjuntos con plazas disponibles cada año para reclutar jugadores, con becas que van desde la cobertura completa hasta por porciones. Faulkner University, con sede en Alabama, tiene en su nómina a siete jugadores quisqueyanos que han llegado a través de diferentes facilidades.

Pero no hay cifras oficiales sobre la cantidad de dominicanos enrolados en el sistema.

Pablo Ulloa, que opera RBI Consulting Group, una empresa que ofrece servicios desde educación a peloteros y equipos hasta un novedoso sistema de preparación física, incluyó la gestión de becas en su portafolio, consciente del gran potencial que tiene el país para suministrar la gran demanda de plazas en el sistema universitario norteamericano.

Instituciones como RBI evalúan a los jugadores, graban videos y les crean perfiles que son enviados a las academias. Una vez aprobados, los jugadores tienen que llenar un formulario I-20, que es el certificado de elegibilidad.

“El campo es grande. Pensando en el futuro, las familias deben pensárselo bien porque es un jugador que les va a valer más dinero”, dijo Ulloa, que cuenta en su programa con un agente que ha canalizado unas 35 becas y para agosto espera enviar a 10 jóvenes.

De momento, el gran obstáculo es la baja escolaridad de los peloteros más sobresalientes. Una investigación que realizó Educa en 2011 reveló que apenas el 18% de los prospectos reclutados por los equipos habían terminado el bachillerato.

Nathanael Pérez Neró