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Salón de la Fama
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En su última oportunidad, Raines se ilusiona por Cooperstown

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 En su última oportunidad, Raines se ilusiona por Cooperstown
Foto de archivo del 6 de abril de 2001 en la que Tim Raines, de los Expos de Montreal, al ser aplaudido por fanáticos en un juego del equipo en Montreal. (AP/RYAN REMIORZ)

MONTREAL. El Juego de Estrellas de 1982 en el Estadio Olímpico fue el primero fuera de Estados Unidos, y los anfitriones Expos de Montreal le dieron al evento ribetes internacionales.

Con el primer ministro canadiense Pierre Trudeau y el comisionado Bowie Kuhn de testigos, el jardinero central Andre Dawson, el receptor Gary Carter y el jardinero izquierdo Tim Raines estuvieron entre los cinco jugadores que lucieron los colores del equipo de casa.

El miércoles, Raines podría unirse Dawson y Carter como miembros de los Expos en el Salón de la Fama, ante la expectativa de que será elevado en su décimo y último año de elegibilidad.

“Si me eligen, ese es el equipo con el que merezco entrar, sin importar que (la ciudad) se quedó sin equipo”, dijo Raines en una entrevista telefónica desde su casa en Phoenix la semana pasada. “Ese fue el equipo con el que me tocó jugar y estoy muy a gusto con ello”.

Pese a quedarse corto del 75% de los votos necesarios para ser exaltado el año pasado, Raines alcanzó un apoyo del 69.8% en las papeletas entregadas por miembros de la Asociación de Cronistas de Béisbol de Norteamérica. Fue un importante incremento con respecto en 2015, en el que acabó séptimo en la votación con un 55%.

“Me puso contento haber sumado muchos más votos”, declaró Raines. “Me quedó corto por 23 y este es el primer año de los 10 que llevo en los que me siento realmente entusiasmado con la posibilidad de que se haga realidad. Este es el año en el que realmente me siento que tengo una buena posibilidad”.

Con la etiqueta de ‘All-Star’ en cada una de sus primeras siete temporadas con los Expos, Raines es el único jugador con cuatro campañas con un promedio por encima de .300 y con al menos 70 bases robadas. Ty Cobb y Rickey Henderson registraron tres cada uno.

Como bateador ambidiestro, Raines dejó un promedio de .294 con 2.605 hits, incluyendo 713 extrabases y 1.330 bases por bolas. Anotó 1.571 carreras y figura quinto en la lista histórica con 808 bases robadas en una carrera que transcurrió entre 1979 y 2002 con Montreal, los Medias Blancas de Chicago, los Yanquis de Nueva York, Oakland, Baltimore y Florida.

Su 84.7% en robos exitosos de bases es el más elevado de un jugador con al menos 400 intentos. Raines acumuló un porcentaje de .385 en embasado.

“Cuando te pones a pensar sobre la clase de carrera que tuvo Timmy, te fijas que fue un jugador con impacto”, dijo Dawson en una entrevista telefónica desde Miami. “Al considerar a los mejores primeros bates de todos los tiempos, no se puede negar que está en ese grupo”.

Para algunos, el único defecto de Raines fue que quedó a la sombra de Henderson, considerado como el mejor primer bate de todos los tiempos.

Carter fue el primer jugador elevado a Cooperstown con el gorro de los Expos en su placa en 2003, su sexto en la papeleta. Dawson fue elegido en 2010 tras su noveno intento.

“Creo que enaltece a la organización que probablemente tendrán a tres miembros del Salón de la Fama que fueron compañeros al mismo tiempo”, indicó Dawson. “Creo que así será, pero (en Montreal) no recibías la misma atención, la misma publicidad, que si jugabas en Estados Unidos. Fue un entorno realmente difícil, el de jugar al otro lado de la frontera por lo del reconocimiento”.

Canjeado por Montreal tras la temporada de 1990, Raines cumplió cinco campañas con los Medias Blancas. Bateó para .444 y anotó cinco carreras en la serie por el campeonato de la Liga Americana, que Chicago perdió ante los Azulejos de Toronto, y ganó la Serie Mundial dos veces en tres temporadas con los Yanquis entre 1996-98.

Firmó con Oakland como agente libre en 1999, pero fue diagnosticado con lupus al promediar la temporada. Un fallido intento para ser convocado por Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de 2000 avivó su deseo de seguir activo, y Montreal le dio una oportunidad en 2001.

Raines recibió una ovación de pie al regresar al Estadio Olímpico como titular del bosque izquierdo en el primer juego de los Expos esa campaña. Los 45.183 se pusieron de pie durante todo su primera aparición al plato y aplaudieron cuando recibió un boleto por parte del abridor de los Mets Glendon Rusch.

“Fue una ovación muy emotivo”, recordó Raines. “Recuerdo que conseguí mi base robado número 800 contra los Expos jugando con los Yanquis, y eso fue emocionante. Los fanáticos se pusieron de pie, pero la ovación que me dieron en 2001 lo superó todo, y ahí supe que estaba enamorado de Montreal”.

Raines pudo jugar al lado del dominicano Vladimir Guerrero, quien aparece en la papeleta por primera vez este año y también podría entrar al Salón de la Fama como jugador de los Expos si resulta ser elegido.

“Está entre los mejores peloteros en la historia del deporte”, dijo Raines. “Era alguien que no hablaba mucho, pero cuando comenzaba el juego, sabías quién era el líder principal en el terreno, y ese era él”.

Raines, quien se retiró tras jugar con Florida en 2002, regresó con los Expos como coach al final de la temporada de 2004, cuando Grandes Ligas anunció que el equipo, que se incorporó a la Liga Nacional en la expansión de 1969, se mudaba a la capital federal Washington.

En segunda mayor ciudad de habla francesa en el mundo, la que acogió a Jackie Robinson cuando formó parte de los Reales de Montreal de la Liga Internacional en 1946, la gente se refiere a los Expos como “nos amours”, una frase francesa que no precisa de traducción para expresar el cariño de la población por sus Expos.

“Timmy fue uno de esos individuos que realmente tuvo un impacto, no solo con la organización, sino con el país, por lo que logró, lo que aportó en el deporte, como jugaba y la admiración de sus colegas en todo el béisbol”, señaló Dawson. “El Salón de la Fama es el reconocimiento final que le corresponde”.

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