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La recta de Arodys, segunda más rápida

El de Yaguate supera tres operaciones en su brazo para enloquecer a los bateadores

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La recta de Arodys, segunda más rápida
Arodys Vizcaíno

SANTO DOMINGO. Si bien sólo ha frisado el reloj en una ocasión sobre las 100 millas por hora, en promedio, los lanzamientos de Arodys Vizcaíno alcanzan los 98.1 mph, y sólo son superados por los del cubano Aroldis Chapman (99.9).

Son 152 de los 294 pitcheos que ha realizado el relevista de los Bravos este curso que han marcado en la pizarra las 98.1 mph (rectas de dos costuras), a pesar de tres operaciones en su brazo derecho, incluyendo una Tommy John, que los sacaron de los diamantes por dos temporadas... y una suspensión por dopaje por otra mitad de campaña.

El dato lo ofrece la Major League Baseball en su sección Statcast, que estrenó el servicio en 2015 con Chapman como líder (100 mph) y el dominicano Kelvin Herrera segunda con 98.4.

Pero el mérito de este sancristobalense de 25 años y 6’0 pies no se mide sólo por la rapidez en la que llegan las pelotas desde el montículo al receptor. En 18.2 entradas ha ponchado 26 de los 78 bateadores que ha enfrentado, solo ha otorgado siete boletos, tres carreras limpias, 14 imparables con efectividad de 1.45 y WHIP de 1.12.

Este Vizcaíno que lidera a Atlanta en rescates (5) es producto de una paciencia poco habitual. Firmado por los Yanquis en 2007 por un bono de US$800 mil, en 2010 pasó a los Bravos, junto con Melky Cabrera en el cambió que llevó a Javier Vázquez al Bronx, pero sufrió una torcedura en Clase A que acabó con su campaña.

En marzo de 2012 tuvo que ser sometido a la operación Tommy John, en julio los Cachorros lo adquirieron en pleno proceso de recuperación y un año después, antes de terminar las terapias, sufrió una recaída por lo que hubo que hacerle una cirugía artroscópica y también se perdió 2013.

Con los Cachorros apenas trabajó cinco entradas en 2014, y los Bravos lo volvieron a conseguir a finales de 2014 por tres pequeñas asignaciones del presupuesto internacional.

El proyecto todavía no arrancaba, ya que se encontró Stanozolol en su sangre en una prueba de dopaje que le provocó una suspensión de los primeros 80 partidos en 2015, pero en los 33.2 capítulos que trabajó a su regreso impresionó con efectividad de 1.60 y 37 ponches para que los Bravos confiaran en él en medio de una reconstrucción que no respetó nombres. NPN

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