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Peloteros critican reglas contra novatadas en Grandes Ligas

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Peloteros critican reglas contra novatadas en Grandes Ligas
Blake DeWitt, de los Dodgers, ríe frente a Hiroki Kuroda, mientras ambos firman autógrafos con disfraces, el 25 de septiembre de 2008.

NUEVA YORK. Huston Street cree en algunas de las tradiciones más arraigadas del béisbol. El relevista sabe que los actos que favorecen la integración de los equipos pueden ser muy benéficos y, por lo tanto, lamenta que el nuevo contrato colectivo prohíba ciertas novatadas.

El cerrador de los Dodgers de Los Ángeles afirma que impedir que los novatos sean obligados a vestirse de mujer o a usar disfraces que se consideren ofensivos, derivará en que se pierda “un ritual saludable”.

Otros peloteros se pronunciaron el martes en contra de la prohibición impuesta por Grandes Ligas.

“Se ha ido un intento por mostrar nuestro espíritu infantil o por mostrar humildad al vestir algo divertido como una forma de reforzar los vínculos de un equipo”, escribió Street en un correo electrónico a The Associated Press. “Pero estén seguros de que algunos otros ritos surgirán, se mantendrán en secreto y seguramente serán tan seguros e inofensivos como el uso de ropas incómodas”.

Los dueños y peloteros de las mayores ratificaron el martes su contrato por cinco años, el cual contiene nuevas políticas contra las novatadas y el hostigamiento, redactadas por la gerencia de los distintos clubes. El sindicato se abstuvo de impugnar las nuevas reglas.

Brandon Nimmo, jardinero novato de los Mets de Nueva York, figuró en el último grupo que participó en estos actos durante la temporada anterior. En septiembre, debió usar una peluca y un vestido inspirados en la película “A League of Their Own” (Un equipo muy especial), de 1992. Ataviado así, Nimmo debió servir café y llevar rosquillas a sus compañeros en Filadelfia.

“Supongo que me entristece ver la desaparición de esto. Me alegra haber participado en esto el último año. No lo cambiaría por nada”, dijo Nimmo durante la fiesta navideña del club en el Citi Field. “Siento que esto unía más al equipo. Hay que divertirnos juntos”.

Muchos jugadores retirados mostraron su indignación en las redes sociales.

Pero para los ejecutivos del béisbol, el asunto va más allá de una sana diversión.

Billy Bean, pelotero de cuadro y jardinero de 1987 a 1995, habló con abogados laborales de las Grandes Ligas mientras se desarrollaban las nuevas reglas. Bean reveló su orientación homosexual en 1999 y funge como vicepresidente de las mayores para la inclusión y la responsabilidad social.

“Para mí, es importante ser consciente de las imágenes que nuestros peloteros proyectan a nuestros fanáticos, y creo que, si bien para el sentido común de muchos esto es sólo diversión sana y boba, hay otras interpretaciones, y me pareció que hacíamos algo responsable”, comentó Bean en una entrevista telefónica. “A muchos jugadores no les gustaba esta tradición pero les daba miedo hablar”.

Aun así, varios peloteros se mostraron atónitos.

“Recuerden, uno hace esto no porque alguien luzca diferente o porque venga de otro rincón del mundo. De hecho, uno hace esto por los motivos opuestos. Ese alguien es uno de nosotros, está aquí ahora, lo ha logrado, se lo ha ganado. Es un jugador de Grandes Ligas, y en las Grandes Ligas nos vestimos y cantamos tal como lo hicieron los que estuvieron antes que nosotros, los que ganaron el Cy Young o el Jugador Más Valioso”, escribió a la AP el exlanzador Dallas Braden.

La decepción de otros fue evidente.

“¡¿En serio?! Tuve que usar un disfraz de (camarera de) Hooters para pasar por la aduana en Toronto, y lo vestí con orgullo, porque yo estaba en este espectáculo”, escribió Kevin Youkilis, exastro de Boston, antes de borrar ese tuit. “Hay temas y problemas más importantes que requieren nuestra atención en el mundo”.

Ross Stripling, pitcher de los Dodgers de Los Ángeles, tuiteó una foto de sí mismo y de varios compañeros con uniformes de animadoras de fútbol americano.

“Estoy honrado por ser uno de los últimos peloteros que fueron vestidos de mujer”, indicó.

Cody Ponce, reclutado por Milwaukee como la 55ta selección del draft de 2015, manifestó también en Twitter: “¡Estaba ansioso por todo este asunto de los disfraces como novato en las mayores! ¡Nunca vi esto como hostigamiento, sino como diversión!”

Algunos ejecutivos de las Grandes Ligas habrían mostrado preocupación de que las fotos pudieran ofender a algunos fanáticos y socios empresariales.

Pero algunas personas ajenas al béisbol comentaron que ya era tiempo de que las mayores siguieran las normas vigentes en otros ámbitos.

“Al prohibir las novatadas en que los jugadores se visten con ropas femeninas, las Grandes Ligas dan un paso para reducir, y ojalá que para erradicar la discriminación y el hostigamiento con base en la expresión e identidad de género”, escribió Hudson Taylor, fundador y director general de AthleteAlly, un grupo defensor de los derechos de la comunidad lésbico gay, bisexual y transgénero.

Sandy Alderson, gerente general de los Mets, negó haber escuchado queja alguna por estas novatadas. Aun así, reconoció que había preocupaciones.

“Lo he visto en las fuerzas militares, y pese a toda la camaradería que esto supuestamente promueve, también divide y socava la moral, y por lo tanto hay que ser muy cuidadoso con esto”, afirmó Alderson, quien estudió en la facultad de derecho de Harvard y formó parte de los infantes de Marina. “¿Es constructivo, útil o juvenil? Probablemente es juvenil. Probablemente no sea útil y constructivo en muchas formas”.

Se siguen permitiendo los disfraces de superhéroes, como Batman o el Hombre Araña. Pero quedan prohibidos los de la Mujer Maravilla, camareras de Hooters, animadoras de los Cowboys de Dallas, gimnastas olímpicas estadounidenses, bailarinas de ballet o Lady Gaga.

Noah Syndergaard dijo que su compañero Curtis Granderson fue el artífice de la novatada que llevó a que el lanzador de los Mets se vistiera como He-Man en 2015.

“No es algo vergonzoso para nosotros”, comentó. “Fue divertido, sólo es eso, y uno lo aceptaba así”.

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