Tigres y Leones inician travesía por caminos muy diferentes

SANTO DOMINGO. Un Licey perfecto en el standing, un Escogido que no ha encontrado la fórmula, y una duración promedio de los juegos que no alcanza las tres horas. Así se frisó la pizarra en la primera pausa de la temporada del torneo otoño-invernal, que hoy reanuda su calendario con actividad en la Capital, Santiago y San Pedro de Macorís.

Los azules hicieron 20 carreras (seis de promedio), y sus pitchers aceptaron siete en tres choques. Sus bateadores han sido oportunos (20-8 con corredores en posición de anotar) y nueve de sus carreras llegaron con dos outs. Es el club con más extrabases (10), y va igualado en el departamento menores rodados para doble play.

En cambio, la ofensiva escarlata apenas manufacturó cuatro vueltas, y sus brazos concedieron 16, 14 de ellas limpias. Batea de 17-2 con hombres en posición de anotar (.118). A ese ritmo, el Quisqueya tiene garantía de no volverse apagar en diciembre.

Si bien la muestra es milimétrica, el pitcheo de los Gigantes impresiona con una efectividad de 1.04 y WHIP de .081 con sólo tres vueltas toleradas en 26 capítulos, gracias en parte a su relevo, que ha mantenido cinco ventajas (holds), de acuerdo con beisboldata.com.

Por los predios rojos ya hay alarmas encendidas, y apuntan afuera de las líneas de cal al apellido más emblemático de la franquicia.

El gerente Moisés Alou, a quien Jon Heyman (de CBS) mencionó como candidato para dirigir a los Padres, no se ha visto por el parque, atendiendo compromisos en los Estados Unidos, pero según fuentes, habría llegado ayer para tener un mayor involucramiento.

La cabeza de Luis Rojas ya ha sido identificada como blanco para fanáticos que comienzan a perder la paciencia con la figura que comenzó como interino, y terminó al frente del club la frustrante campaña pasada.

Juegos más cortos

Los primeros nueve partidos tuvieron un promedio de duración de dos horas y 55 minutos, un éxito para un torneo en el que el tiempo que demoran los partidos juega en su contra para los fanáticos, sobre todo en días laborables.

Desde el de tres horas y 59 minutos que duró el Estrellas-Toros en La Romana el domingo, hasta el Estrellas-Águilas en Santiago de dos horas y 34 minutos el sábado, la velocidad de los choques no parece estar vinculada al cambio de lanzadores que puede provocar la limitación de nóminas a 40 hombres a la semana y 25 de ellos por fecha.

La campaña pasada, en los 150 partidos se utilizaron un total de 1,924 lanzadores para un promedio de 12,8 por encuentro. Este año van 118, para una media de 13.1, pero tres de esos encuentros han sido por marcadores holgados.

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Nathanael Pérez Neró