Peleas béisbol son normales

“Con el dinero sucede lo mismo que con el papel higiénico; cuando se necesita, se necesita urgentemente”... Anónimo

Las peleas en el béisbol a mí no me asombran, sólo quienes no conocen la historia de este pasatiempo quieren hacer un “yun-yun” con lo sucedido con el nocaut que recibió José Bautista el pasado domingo de parte del intermedista venezolano Rougned –Mano de Piedra- Odor.

Este intercambio de puños nos recuerda que los peloteros no son monjes, ni siervos de la madre Teresa. La pasada semana C.J. Retherford, infielder de los Piratas de Campeche, atacó a golpes al mánager Lino Rivera, porque le llamó la atención por estar chateando.

Recordemos que en esta sociedad, los políticos son la mejor muestra, de que nos vamos del dicho al hecho en un abrir y pestañear de ojos.

Las peleas en el béisbol están divididas en siete categorías: 1. Entre los jugadores de equipos rivales. 2. Entre compañeros de equipo. 3. Entre jugadores y sus dirigentes. 4. Entre jugadores y los árbitros. 5.Entre los jugadores y fanáticos. 6. Entre jugadores y cronistas. 7. Entre dirigentes.

En la Liga Dominicana se han producido pleitos memorables, como el de Guayubín Olivo y Felipe Alou. La galleta de Julián Javier a Elmed –Pataditas- Ashford y la de Federico Velásquez a un fanático en la grada del Quisqueya, porque le mentó su madre. El pleito de Gerónimo Berroa y José Mesa, el de los jugadores del Escogido en el estadio Cibao donde Jorge Merán, David Ortiz y Quilvio Veras dieron salsa en las gradas.

En el Yankee Stadium, un fanático le voceó a José Canseco que usaba esteroides, y se armó tremendo lío.

Uno de los pleitos más legendarios de las Mayores sucedió en 1965 entre John Roseboro, catcher de los Dodgers, y Juan Marichal con bate en mano que duró 14 minutos de pura candela.

No voy a recordar pleitos de periodistas y árbitros y periodistas con peloteros en la Liga Dominicana, porque no viene al caso, pero hay muchas historias como en la Ciudad Desnuda.

Billy Martin hizo historia por su rosario de pleitos. Se enfrascó en dos peleas con el receptor Clint Courtney, de los Carmelitas de San Luis, en 1952 y 1953. En una ocasión se lió a golpes con Jimmy Piersall debajo de las gradas en el Yankee Stadium. Igualmente tuvo un enfrentamiento con Thurman Munson.

Las peleas entre dirigentes son las más raras y a su vez las más divertidas, al ver a esos hombres muchas veces entrados en edad hacer su show como todos unos generales y para muestra está la de Casey Stengel y Leo Durocher que se llevó a cabo debajo de las graderías del Ebetts Field. Se comenta que ambos dirigentes se dieron algunos golpes y parecían dos boxeadores en sus últimos días.

Twitter: @bienvenidorv

Bienvenido Rojas