Luisa Mañón y sus momentos estelares en el softbol femenino de República Dominicana
SANTO DOMINGO. Cuando hablamos del softbol femenino de la República Dominicana, su desarrollo, proyección internacional y demás, nos lleva el nombre de Luisa Mañón.
Nativa de la provincia Peravia (Baní), se considera una privilegiada del deporte, por haber cumplido todos los roles como atleta, en la disciplina del softbol, además de que la disciplina le abrió las puertas en la sociedad dominicana.
Sus medallas, trofeos, placas y pergaminos son testigos de sus grandes hazañas en los escenarios nacionales e internacionales donde actuó como parte del seleccionado nacional.
Jugadora de posición, lanzadora estelar, bateadora de promedio, dirigente, entrenadora, coordinadora en Juegos Nacionales son las facetas que están en la carpeta de quien por más de 40 años integró la selección del deporte de la familia y la amistad, y pese a su edad y limitaciones, sigue “íntimamente” ligada al grupo de jugadoras de “la nueva cosecha”.
Algo que no olvida como lanzadora
Como miembro de la selección nacional de mayores recuerda con añoranza un juego en Curazao en el cual República Dominicana buscaba la clasificación para Juegos Panamericanos.
“Ganábamos por una carrera, bases llenas, último episodio y en el montículo la también estelar Elizabeth –La Muñeca- Sánchez y fui fue llamada al box y retiré a las tres oponentes por la vía del ponche, preservando la victoria para mi país”. El triunfo significó la clasificación de dominicana para al evento panamericano.
Pese a su retiró en el 1999, luego de verse afectada por un Accidente Cerebro Vascular, que le afectó su capacidad motora, Luisa Mañón mantiene contacto con la disciplina deportiva “que me dio la oportunidad de conocer y hacer grandes amistades y una proyección internacional”.
Sus mayores éxitos en el softbol fueron como lanzadoras, posición que adopta cuando surge Juana Santos (Lulú), una joven santiaguera que muchas aptitudes y sin otra posición que la inicial, base que en la ocasión jugaba Mañón.
Su tamaño unido a su disciplina, son características que motivan al entrenador Don Luis Mejía a inculcarle la opción del montículo, “visión acertada ya que desde esa posición, logré muchos méritos personales y para mi país”.
Además de sus pasos por la selección nacional de softbol, también tiene un registro como entrenadora en la Universidad Autónoma de Santo Domingo por 20 años, donde se gradúa como licenciada en contabilidad e ingresa a la Policía Nacional, donde fue pensionada como oficial superior, después de 27 años prestando servicio al orden público.
Pabellón de la Fama
Con más de cuatro décadas como parte del seleccionado nacional femenino de mayores, participando en eventos regionales y mundialistas tales como centroamericanos, panamericanos y universitarios, en México, Venezuela, Colombia, Saint Croix, Puerto Rico, Taiwán y Curazao, para Luisa Mañón, además de la Muñeca deben ser exaltadas al pabellón de los inmortales como softbolistas María Liranzo, Nidia Nin, Bernarda Jiménez, Kely Sang que fueron de Las Pioneras, y Lupe Alvarez a quienes consideras jugadoras excelsas, “que fueron aplaudidas, ovacionadas por la pasión en cada partido y que algún día tienen que caer en el Pabellón de la Fama “cómo, no sé, pero no hay forma de que se les niegue esa merito”.
Mañón hizo su primera selección en el 1967 en los primeros Juegos Centroamericanos y del Caribe en Saint Croix y de una manera tímida no se explica el motivo por el que no forma parte del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano.
En ese orden nos dice que eso depende de dirigencia, de las personas que integren el Comité Permanente del Pabellón de la Fama y su conocimiento del ayer y de hoy, de la disciplina y muy tímidamente dice “eso es algo que está a opción de personas”.
Solo “Muñeca” apodo como se conoce Elizabeth Sánchez, está en el nicho de los inmortales, como representante del sector femenino del softbol.
Con igual añoranza que aquel partido en Curazao, recuerda a todos sus entrenadores, desde Don Luis Mejía (Padre de Lausín Mejía Oviedo), hasta Patico Ramírez, Ramón Corona, Bolívar Veloz, Rafael Stephan
Igualmente recuerda Juegos Centroamericanos y del Caribe del 1974, donde participó un equipo con jugadoras de todo el país, entre las que recuerda a Lupe Alvarez de Bonao, Juana Santos y Cita Hapen de Santiago Amparo Minier de Montecristi, y de fine ese conjunto como “un gran equipo en su momento”.