Lewis Hamilton bajo los focos en el Gran Premio de Estados Unidos
AFP
AUSTIN, Estados Unidos. El comportamiento de Lewis Hamilton, en la pista y en el paddock del Gran Premio de Estados Unidos, en el que se ha impuesto tres veces, será observado con lupa este fin de semana en un país que aprecia.
Precisamente en el imponente Circuito de las Américas Hamilton conquistó con clase, hace un año, su tercer título mundial. Su compañero en Mercedes, el alemán Nico Rosberg, tuvo que conformarse entonces con el segundo puesto. Hoy, el escenario es radicalmente opuesto: el germano tiene 33 puntos de ventaja sobre el inglés cuando sólo quedan cuatro carreras para finalizar la temporada.
El punto de partido de su exposición mediática será la conferencia de prensa de la FIA. En Suzuka, el tres veces campeón del mundo jugó con su teléfono móvil, subió en directo “snapchats” en redes sociales y explicó que no soportaba más el ritual de los jueves. Dos días después, boicoteó un encuentro de Mercedes con la prensa al haber algunos periodistas presentes que habían criticado su actitud.
El domingo, para coronar tan desafortunado fin de semana, Hamilton salió mal, cayó al octavo lugar al final de la primera vuelta pero pudo enmendar en parte su largada al acabar tercero, un resultado que le dejó a 33 puntos del ganador de la prueba, un Nico Rosberg que culminó una carrera impecable de principio a fin.
Ya sólo quedan cuatro Grandes Premios (Estados Unidos, México, Brasil, Abu Dabi) para que finalice la campaña más larga de la historia de la Fórmula 1, con 21 pruebas en total, y Hamilton ya no tiene margen de error. Con su victoria 50 en el espejo retrovisor y en uno de sus circuitos preferidos, Hamilton sabe que Rosberg no concederá ninguna facilidad un año después de su arduo enfrentamiento en el circuito texano. Y es que el alemán será campeón del mundo si queda segundo en todas las carreras que faltan, aunque el ganador de ellas sea Hamilton.
Hamilton y Rosberg preparados para el combateEn esta batalla entre los pilotos de Mercedes, Hamilton dio un paso al frente esta semana al anunciar su último contrato publicitario: encarnará a un soldado estadounidense en la próxima edición del archifamoso videojuego de guerra “Call of Duty”.
A la espera de su próximo combate contra Rosberg, el domingo en Austin, Hamilton opinó sobre “lo que dice la gente: hay quienes no comprenden que muestre mis emociones. Como si debiera ser más feliz incluso cuando he perdido. Pero pienso que la gente se olvida hasta qué punto estoy implicado en este deporte. Es igual para todo ya que todo depende de cuánto invirtamos de nosotros en lo que hacemos. Yo me dedico a esto desde hace 23 años, con todo mi corazón, forma parte de mi vida desde que tengo ocho años. Es una extensión de mi vida y de mi cuerpo”.
Y en cuanto al campeonato, Hamilton añadió: “Nos quedan cuatro carreras y he previsto conseguir lo máximo”. En cuanto a Rosberg, su destino está en sus manos y sabe lo que le queda por hacer, un año después de su gran decepción en 2015: “No fue genial para mí así que quiero volver para hacerlo mucho mejor”, promete el líder del campeonato del mundo en un comunicado de Mercedes.
Rosberg, que como Hamilton tiene 31 años, nunca ha sido tan fuerte ni ha estado tan cerca de conquistar el título mundial, que le ha sido esquivo desde su debut en la Fórmula 1, en 2006. Si sigue a su nivel, en Estados Unidos podría acercarse aún más, conformando una bonita historia con la que los norteamericanos disfrutarían. En cuanto a los que acudan como turistas, también podrán asistir a un concierto de Taylor Swift. Una superestrella, como Hamilton.
AFP
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