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Karate
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Heidy y Rubel dieron gloria al deporte dominicano sin fallar en estudios

Lamentan la inapetencia por el estudio de varios atletas

SANTO DOMINGO. Mismas oportunidades, condiciones y con un nivel de inteligencia similar, así entran un grupo de deportistas al alto rendimiento. Algunos, los más duchos, se encumbran en el podio, pero cuando llega el adiós, carecen de un título académico. Los menos se llevan los dos trofeos: la medalla que los lleva al éxito deportivo, como el título de una carrera.

Heidy Rodríguez y Rubel Salomón son dos casos particulares dentro del deporte dominicano. Ambos fueron medallistas de oro en karate en los Juegos Panamericanos Santo Domingo 2003. También campeones en mundiales de karate en 2001, 2005, y Salomón siguió con otro en 2008, un año antes Heidy se retiraba.

Para coronar ambos su recorrido glorioso, se apoderaron de un diploma universitario en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Ella es doctora, con una especialidad alcanzada en España en medicina familiar y comunitaria, y él con una licenciatura en sicología. Heidy se graduó en 2007, para luego partir a España.

De los 10 medallistas de oro de Santo Domingo 2003, sólo cinco tienen títulos universitarios, eso incluye las 12 integrantes de la selección de voleibol. De los seis de 2007, uno, la propia Heidy, de los siete de 2011, una, Ana Villanueva. Varios están en el camino de graduarse.

Por qué unos sí, y otros no llegan a graduarse, pese a la inversión económica que ha dispensado el Ministerio de Deportes. “Hay quienes quieren ser atletas, pero no profesionales y se quedan ahí”, señala Salomón. “Es la gana que tienes de seguir adelante. A mí me costó mucho ser profesional”.

“Siempre estuve ahorrando dinero porque soñaba con hacer una especialidad”, responde Heidy, quien reside en Castellón de la Plana, España.

Los dos fueron becados por la UASD. En el caso de Heidy, recibió la ayuda con libros, y el viaje a España por parte del entonces secretario de Deportes, Felipe Payano.

¿Después de 30, qué?

Los atletas que se gradúan enfrentan otra dificultad, especialmente los que por compromisos deportivos, no terminaron su carrera en la edad promedio, se trata de un empleo, otra adversidad después de escalar al podio olímpico repetidas veces.

En el caso de Rubel, quien debió terminar su carrera tiempo después de su retiro, cae en cuenta que pese a graduarse en sicología organizacional, encontrar un empleo le ha salido difícil.

La edad de retiro en el país es a los 65, “¿y por qué a la mitad de esa edad no puedo obtener un puesto importante?”, cuestiona la doctora. El sicólogo sostiene que “se torna difícil”.

Incentivar los estudios

Mientras el Ministerio de Deportes, antes a través de su programa Programa de Apoyo a los Atletas de Alto Rendimiento Nuevos Valores e Inmortales (PARNI), y ahora con el deporte universitario, promueve la importancia del estudio, en ocasiones los profesores universitarios la ponen difícil, pero también los entrenadores o federados, que en muchos casos son graduados. “El atleta-estudiante viene (motivado) con los padres. La estimulación tiene que ser tuya”, dice Salomón. El Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, plantean, debiera proteger al atleta-estudiante. l

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