Prospecto debe buscar segunda opinión

SANTO DOMINGO. Si Christopher Martínez quiere ser firmado, debe buscar una segunda opinión médica y determinar la gravedad de los supuestos problemas en la cadera que argumentaron los Cachorros para anular el acuerdo verbal de un millón de dólares.

Si el resultado es similar al que obtuvo el equipo de Chicago, entonces al jugador banilejo le costará encontrar un equipo dispuesto a tomarse el riesgo de reclutarlo. Es en lo que coinciden Junior Noboa y Miguel Batista, ambos ex jugadores y el primero director de los Arizona Diamondbacks para América Latina.

Los Cubs habían acordado firmar a Martínez en julio, pero un examen físico este mes reveló problemas en la cadera, y el club bajó la oferta a US$50 mil, además de cubrir los costos de operación que conllevaría una recuperación de unos 24 meses.

“Si ellos (los Cubs) están dispuestos a esperar a dos años de recuperación es porque, aparentemente, no hay solución que no sea vía cirugía. Cualquier equipo le hará su prueba, y él dará positivo a esa lesión. Es una decisión que tiene que ser tomada por su familia, lamentablemente, porque no es más nada, es mejor tener algo que no tener nada”, dijo Noboa.

Una vez el club firma al jugador, puede tomarse hasta 90 días para que el contrato se haga oficial.

“Si lo firmas y no le haces la prueba física y después te sale (el problema) tendrá un costo que aunque le saques seguro siempre hay una diferencia entre el seguro y lo que vayas a pagar. (El examen) hay que tomárselo muy en serio porque muchas veces los equipos pierden mucho dinero”, explicó Noboa, quien “se la jugó” con Wagner Mateo, y lo firmó en 2010 por US$550 mil después de que los Cardenales anularon un bono de US$3,1 millones que habían acordado con el jugador al descubrir un problema en su visión.

“No fue lo que se proyectaba, le dimos la oportunidad, le dimos un buen dinero, tomamos el riesgo, pero el muchacho no fue pelotero”, dijo Noboa sobre Mateo, que jugó cinco años con el equipo (2010-2014) con promedio de .230, 11 jonrones y 92 empujadas en 802 turnos.

Podría resolverse

Si se trata de una “desviación en huesos de la cadera”, entonces la situación de Martínez no es tan grave, según Batista.

“Hay que buscar otra opinión médica”, dijo Batista, “porque si es una desviación eso se resuelve, no es una lesión tan grave”.

Con el fin de conocer otra visión, Batista plantea “ellos -la familia del jugador- deben de ir a un quiropráctico, que lo arregla en una semana, si eso fue lo que se reportó”.

Recordó la operación practicada a Bob Jackson, quien se lastimó de la cadera en 1991, y eso lo mantuvo fuera de juego por varios meses. Batista, quien jugó 18 años en las Grandes Ligas, mantuvo firme su sugerencia: “le aconsejo a la familia que lo lleve a un quiropráctico a ver lo que le dice”.

Batista es un conocedor de la rama de la quiropraxia, a la cual se inclinó desde el año 1994 cuando tomó clases privadas. “Si él no tiene dolor no es una gran cosa. Si tuviera una fractura, ya eso hay que pensarlo”, sostiene, y precisa que “aquí hay muchos” quiroprácticos y bien puede ser tratado por un doctor en manipulación de coyuntura.

Explicó que la lesión de cadera es característica de bateadores de una mano y por eso se les aconseja que hagan “swing” a su otra mano con el fin de fortalecer ese lado y buscar un balance del cuerpo.

La lesión de cadera, amplía, es característica del bateador de una mano, ya que se registran pocos casos en los que batean a las dos manos.

Nathanael Pérez Neró

Carlos Sánchez G.