"Vivimos en una sociedad que no admite que es vulnerable"

PAMPLONA. Vivimos en una sociedad de consumo en la que es muy difícil mantener una conducta que controle todo lo que da lugar a las enfermedades cardiovasculares, primera causa de muerte en los países desarrollados, situación que según el cardiólogo Valentín Fuster describe a una sociedad "que no admite que es vulnerable".

El director de la Unidad de Cardiología del Centro Médico Monte Sinaí de Nueva York y presidente del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares explica que existen siete factores de riesgo, que la sociedad no promueve controlar, de los que sólo la edad es incontrolable: la tensión arterial, el colesterol, la obesidad, el sedentarismo, el tabaquismo y la diabetes.

El investigador barcelonés, considerado como el máximo exponente en su campo, desdibujó un futuro sombrío con una triple receta: "educación, concienciación y responsabilidad", por lo que a los cambios de conducta y a los hábitos saludables como principal estrategia.

Fuster lanzó las pautas para lograr la salud mental y la felicidad. La primera, se resume en cuatro "T": tiempo para reflexionar, talento para descubrir, transmitir positividad y tutelar. La felicidad, a través de cuatro "A": actitud, aceptación, according (en inglés, ser consistente con uno mismo) y altruismo.

"El enfermo no está tratado adecuadamente"

"El enfermo no está tratado adecuadamente" dijo Fuster, quien asegura que el tiempo medio que un médico dedica a informar sobre un medicamento a un paciente es de 49 segundos.

En tal sentido, considera que sin una labor educadora nos enfrentamos a un futuro en el que no va a ser posible sostener los elevados costes económicos de los tratamientos por enfermedades cardiovasculares.

Algunos de los retos a los que se enfrentan los profesionales para los próximos años son "pasar de la enfermedad a la salud" a través de esa concienciación, insistir en la estrecha relación entre corazón y cerebro, aplicar con efectividad las investigaciones, o "la responsabilidad social de la comunicación".

También reivindicó un modelo horizontal en el que todos los profesionales de la cadena sanitaria cumplan con su cometido, "desde la telefonista hasta el conductor de la ambulancia".

Obesidad infantil

El cuidado de un corazón debe empezar antes del nacimiento. "Desde que la mujer está embarazada", dijo el doctor catalán al expresar su preocupación por la obesidad infantil.

"Pero el gran reto, insiste, es saber si vamos a ser capaces de cambiar los hábitos de vida". Para corregir esta situación, Fuster realiza una intensa labor de educación y divulgación, muy especialmente entre los más pequeños.

"Buena parte de nuestra conducta de adultos viene determinada por el periodo entre los 3 y los 6 años", dijo.

Sobre Fuster

Fuster fue catedrático en Harvard y ha recibido numerosos premios por sus investigaciones, entre otros, el Príncipe de Asturias de la Investigación en 1996 o el Gran Premio Científico (2011) que concede la francesa Fundación Lefoulon-Delalande.

Ha puesto en marcha diversas acciones de para corregir este problema, una de ellas a través de la Fundación SHE (Science, Health & Education).

En Bogotá está trabajando con 25.000 niños a través de un programa, que también está poniendo en marcha en España, en el que participan los personajes de Barrio Sésamo.

Diario Libre