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Las cifras desnudan la realidad de ser mujer y dominicana

Descubren una relación entre el bajo nivel educativo y la posibilidad de ser violentada

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Las cifras desnudan la realidad de ser mujer y dominicana
Las jóvenes entre 15 y 29 años sufren mayores índices de desempleo y violencia.
SANTO DOMINGO. El avance de la segunda década del siglo XXI encuentra a las mujeres dominicanas en una desventaja laboral, política, social y tecnológica frente a los hombres.

En las altas cortes, por ejemplo, las mujeres son una de cada tres en la Suprema Corte de Justicia; una de cada cinco en el Tribunal Superior Electoral y tres de los trece integrantes del Tribunal Constitucional.


Las cifras que desnudan la realidad de ser mujer y dominicana se encuentran en el Estado de Situación de las Mujeres Dominicanas 2011, elaborado por el Centro de Estudios de Género de Intec.

En la actualidad, apenas hay cuatro senadoras de una total de 32 puestos que tiene el Senado. Esto representa el 12.5% de la matrícula legislativa de la Cámara Alta. Y aunque en la Cámara de Diputados el porcentaje de mujeres aumenta a 20%, en realidad se trata de 38 diputadas donde hay 138 curules.

En los empleos del Gobierno la proporción aumenta. El 63% de los que trabajan para el Estado es femenino. Sin embargo, las mujeres ocupan uno de cada cinco puestos de mayor poder.

De los veinte ministerios, solo tres los dirigen mujeres, según consta en el documento del CEG-INTEC, que denuncia que no se ha logrado un impacto importante en la presencia de mujeres en el Congreso Nacional, aunque se ha logrado impactar a nivel municipal.

"El estado debe ser el actor central en la reducción de la desigualdad en nuestra región, la más desigual del mundo", propone la investigación.

Pobreza con rostro de mujer

La pobreza tiene rostro de mujer. De 3 millones 153 mil 741 personas registradas como pobres por el Gabinete Social, el 50.5% es mujer.

Además, pese a que la jefatura femenina de hogares alcanza el 65%, el 51% de las mujeres ocupadas trabaja en actividades consideradas informales, "lo que significa mayor nivel de vulnerabilidad, inseguridad laboral y desprotección laboral y social".

La desigualdad afecta tanto a las que trabajan en el sector informal como a las del formal.

En el país hay -según el informe- una brecha salarial en la que las mujeres ganan hasta un 19% menos que los hombres por el mismo trabajo.

"Es necesario -propone el CEG-INTEC- construir un país en el que las mujeres no teman ser humilladas y mucho menos asesinadas por sus parejas. Un país en el que las niñas y niños puedan educarse, jugar y ser felices por igual".

Juventud sin perspectiva

Justo cuando las jóvenes están en su edad más productiva no aparecen los empleos.

El informe del CEG-INTEC registra que el desempleo que afecta a mujeres de todas las edades tiene un índice mayor entre las que tienen entre 15 y 29 años.

En 2011, el 39.3% de las jóvenes en ese rango de edad estaba desempleada. Esto revela una discriminación del mercado laboral dominicano si se le compara con el 18.8% de los hombres jóvenes en el mismo rango de edad.

Ver de lejos la era del conocimiento

A pesar de que el mundo vive la era del conocimiento, las mujeres dominicanas ocupan sólo el 33% de los empleos en el sector tecnologías de la información y la comunicación.

Los hombres son el 68% de los estudiantes de ciencias y tecnología.

Hay áreas o carreras consideradas "de varones". Aunque las mujeres representan el 62% de la matrícula universitaria, en carreras como ingeniería electromecánica constituyen el 6% del estudiantado; el 20% en telemática; el 35% en ingeniería industrial y el 17% en ingeniería en sistemas y otros tipos de ingeniería.

Un país "excepcional"

República Dominicana es uno de los seis países del mundo en que no es permitida la interrupción del embarazo ni siquiera para salvar la vida a una mujer, según la investigación del CEG-INTEC.

En consecuencia, se estima que el 20% de la mortalidad materna -que alcanza 121 mujeres por cada 100 mil nacidos vivos- está relacionado con el aborto ilegal.

Este país es "excepcional" por tener la cuarta tasa más alta de mortalidad materna de las américas. Solo lo superan Haití, Guyana y Paraguay.

En la investigación el CEG-INTEC cuestiona que a pesar de que la violencia de género y la mortalidad materna son problemas con más incidencia que el cólera y el dengue, no son prioridad dentro de la agenda pública.

"Es evidente que la política pública evade las consideraciones de género", advierten.

Explican que al Ministerio de la Mujer, que debe trabajar por la igualdad y la equidad, solo le asignaron en 2011 el 1.17% del presupuesto general de la nación.

Menos educación es más violencia

Se estima que en República Dominicana el año pasado hubo 230 feminicidios, veinte más que en 2010. Ya en 2007 una de cada cinco mujeres de 15 años declaraba que había sido víctima de violencia física en algún momento de su vida.

"Los riesgos de sufrir violencia física y sexual son aún mayores durante la etapa de la niñez y la adolescencia".

Las investigadoras del CEG-INTEC descubrieron que contar con menos opciones económicas y educativas parece aumentar aún más la posibilidad de sufrir violencia física.

El 22% de las mujeres sin escolaridad ha sido violentada y el 27% de las que están en el quintil más bajo del nivel de riqueza. Esto se compara con el 15.7% de las que cuentan con educación superior y con el 13.8% de las que se encuentran en el quintil más alto de riqueza.

Existe, además, una relación entre la violencia y el VIH/Sida. Las mujeres que han sufrido algún tipo de violencia tienen más del doble de posibilidades de infectarse de VIH, en comparación con las que no han sufrido este flagelo.

En toda esta desigualdad, el CEG-INTEC ve evidente el peso de la cultura patriarcal presente en hombres y mujeres y sustentada por las estructuras de poder en todas sus instancias y niveles.