Actitud extra grande

No se amilanan frente a la presión por la flacura. Mientras sus congéneres sufren ante el espejo por rollos imaginarios o reales, ellas asumen sus kilos de más sin complejos. Avanzan decididas por el mundo, con postura de ganadoras. Aquí, tres dominicanas XL cuentan cómo se cosecha la felicidad en tiempos de escualidez. 

"Yo no necesito que me digan que soy linda para saberlo. Tengo un espejo en mi casa y todas las mañanas me veo tal como Dios me trajo al mundo". Hilda Cid (46 años) ha tenido sobrepeso desde que tiene memoria. Desde pequeña tuvo que lidiar con la falta de ropa para su talla, hasta que convirtió su problema en una oportunidad: en 1995 abrió Hilda Plus, su tienda de vestuario para personas con sobrepeso, y desde entonces solo ha conocido el éxito.

Orga Arbaje (47 años), estudió administración de empresas a la edad en que todos van a la universidad. Fue su época de dudas: "La adolescencia es lo más duro, porque ahí llega el niño que te gusta y siempre hay otra que es la modelito. Ahí uno se tambalea un poco. Pero yo soy de las personas que dicen que si otro puede, por qué yo no. Yo lo único que tengo es de más, no de menos". Hoy, esta también psicóloga industrial y madre de tres, se dedica al comercio personal y es el rostro de la tienda de ropa grande Olga XXL.

Con un master en logística integral de la Universidad de Nueva York, Daianny García (34 años) lleva su talla con prestancia y realismo: "Yo me gusto tal cual soy, me siento una mujer bella, privilegiada, pero no hago del sobrepeso una oda, porque es una enfermedad".

La salud en la mira
De acuerdo al Estudio Factores de Riesgo Cardiovascular y Síndrome Metabólico en la República Dominicana (Efricard II), publicado este año, el sobrepeso afecta al 31% de la población nacional, y la obesidad, al 26.6%.

Hilda, Orga y Daianny saben que su salud puede verse afectada por el sobrepeso. Hasta ahora, ninguna ha tenido problemas médicos, y se controlan frecuentemente. "Por la edad -ya no soy una bebé-, me convendría bajar un poquito. Lo he ido haciendo a mi ritmo, reduciendo la comida, grasas y harinas. No tomo pastillas ni hago dietas con medicamentos, porque se supone que si yo engordé comiendo o con la vida sedentaria que llevo, haciendo ejercicio y comiendo menos bajaré de peso", explica Orga.

Aunque comparte la preocupación, Hilda cree que hay un discurso mediático exagerado en torno a los riesgos de la gordura: "El tema de la salud es una realidad, pero pienso que de eso han abusado los médicos, y todo el que tenga que ver con salud, spa, medicina, gimnasio... No me gusta que por todo, por todo, se lo adjudiquen a la gordura. Si tú sales afuera y te caes, dirán: "Ay, se cayó Mariana", pero si yo me caigo: "Ay, se cayó por gorda". Y eso no es cierto".

Al que no le gusta, que no mire
Han tenido que lidiar con un listado de prejuicios que dan para empapelar edificios completos. "Me ha pasado que llego a un sitio y me dicen ‘Oye, tú tienes una carita muy linda pero ¡qué gorda estás!", o van y te ofrecen frente a tu pareja productos para rebajar, sin que tú los hayas pedido. O te dicen ‘Caramba, pero tú sí que estás gorda". Te mandan a rebajar. Te dicen la gorda tal y tal cosa", resume Daianny.

¿Y cómo se lo toman ellas? Todas insisten en que es una cuestión de actitud: "Entiendo que una no puede ser el camión de basura de otra persona. Si usted tiene su complejo mental, no tiene por qué achacármelos a mí que no los tengo", dice Orga. "Muchas amigas que son llenitas me dicen ‘Me gustaría ser como tú', por mi personalidad. Yo les digo ‘Bueno, analízate. Si no te aceptas como eres, entonces baja de peso, pero si no vas a bajar y decidiste quedarte así, entonces quiérete y acéptate, que si no el otro no te va a querer. Porque uno es lo que uno proyecta".

Y agrega, por si a alguien le cabe alguna duda respecto a su personalidad: "Yo me visto normal. Uso jeans, pantalón corto, de todo. Incluso he llegado a modelar ropa interior y trajes de baño. Si no uso algo es porque no va con mi personalidad, no por complejos".
 
Hilda reflexiona: "La gente ha perdido el concepto de tanta cosa en la vida. Lo primero que tienes que tener claro es que tienes que aceptarte tal como eres, y si no te aceptas, busca un cambio, porque todo gordo puede rebajar. Es aceptarse lo que trae la felicidad, no bajar de peso". En su experiencia, las personas con sobrepeso que se sienten bien con su cuerpo "son, tirando un porcentaje, apenas un 30%".

"Yo no voy con eso de que la gorda es más sexy o qué sé yo. Soy una mujer, como lo es una flaca, una negra o una rubia. No ando vestida de negro todo el día porque estoy gorda, pero el día que quiero vestirme de negro porque entiendo que se me ve bien, ese día me visto de negro. Soy mujer, sé qué cosas tengo bonitas y cuáles, no, tengo una pareja que me ama hace once años, que le gusta que me vista bonita y me ponga ropa interior sexy", agrega Daianny.

La importancia de la familia
Hilda, Orga y Daianny coinciden en haber crecido en un ambiente familiar grato. Nunca recibieron apodos ni presiones, y fueron muy queridas. "Yo pienso que la familia tiene mucho que ver y mi crianza fue muy sana en ese sentido. Mi mamá no permitía que me llamaran gorda, o gordita. Nada de eso. Nunca se lo permitió ni siquiera a mis hermanos", cuenta Hilda. Es una convencida de que la mayoría de los complejos parten del entorno.

"Desde pequeña, en la casa nunca hubo ese aparte, de que porque soy gordita... al contrario, yo siempre era la niña linda. Yo siempre crecí con esa autoestima positiva, y por eso me era más fácil enfrentar el reto de la calle", cuenta a su vez Orga.

"Hay mamás que tienen hijas de peso estándar y les dicen ‘tienes que bajar más' porque la tendencia es ser seco, totalmente flaco. Death Size, como digo yo", reflexiona Daianny. Sabe que la falta de autoestima puede ser peligrosa. Hace algunos años tuvo un sitio web llamado Grandes y Bellas, para personas con libras de más. "Tenía más de tres mil inscritas, y llegué a recibir correos de mujeres que se querían suicidar por el sobrepeso, porque no aguantaban la presión social".

Diario Libre