Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Actualidad

Año Nuevo, penas viejas

Un mes después de que Diario Libre contara su historia, ninguna institución ha acudido en su ayuda.

SANTO DOMINGO.- Solo quedaban los despojos por la celebración del Año Nuevo, aunque para la pareja Luis de Jesús y Juana Bautista la Navidad parece que nunca pasó. Ayer, 1 de enero, bajo la mesa donde viven y duermen en el mercado de Cristo Rey lo único nuevo que había llegado eran ratones y cucarachas.
Esta pareja, con más de 45 años en convivencia, parece llevar la miseria clavada en los hombros. "No he probado ni una manzana; no cenamos nada el 24 y mucho menos el 31. Y así pasó la Navidad, como si no pasara", lamentó Juana, mientras le hervía unas zanahorias a su esposo, para acompañar el pedazo de pan y carne que les dejaron sobre la mesa otros mercaderes.

Ellos, él de 75 años y ella de 63, no estrenaron ropa nueva, ni siquiera la mercancía se les vendió. Y como si fueran pocas llagas, de sus siete hijos solo Altagracia de Jesús Bautista de 31 años, la menor de los hermanos, se acercó hasta su estancia para darles un abrazo.

Don Luis carga con una úlcera crónica en su pierna derecha desde hace casi dos años y una hipoglicemia que ya ni le preocupa. Doña Juana no padece dolencias que le impidan trabajar, pero no puede distinguir a sus clientes por una deficiencia visual.

Pero ese panorama ahora se ha complicado: una hija y su esposo fallecieron recientemente en un accidente y tuvieron que distribuir cual saco de papas a sus dos nietos. La niña de 11 años está en casa de unos vecinos en Los Guaricanos y el varón de 10 se quedó en casa de una tía.

Juana Bautista contó que a la niña no le agrada quedarse en Los Guaricanos, pero que tampoco puede tenerla con ella porque las condiciones en que vive son infrahumanas y no quiere someter a su nieta a ese calvario.

Una hija le ofreció a Luis irse a vivir con ella, pero el viejo se rehúsa porque "cuando estuve allá el marido de mi hija duró una semana sin darle comida por mí. No quiero que nadie tenga problemas por mí, prefiero estar aquí en esta pocilga si es así", precisó.

La Noche Buena

Leer más