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Seguridad turística atrae más a los jóvenes de los pueblos del país

Los policías turísticos reciben instrucciones en el uso de armas en la Escuela de Entrenamiento

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Seguridad turística atrae más a los jóvenes de los pueblos del país
Aspirantes a policías turísticos mientras hacen un ejercicio sobre el uso de las armas.

SAN ISIDRO. Un pelotón uniformado de azul y blanco marcha bajo el sol del mediodía. Cada integrante sostiene una cantina de aluminio y una cuchara para almorzar cuando lleguen al comedor. Todos son aspirantes a ser policías turísticos, una labor de seguridad importante para el turismo local, que está llamando más la atención de los jóvenes de los pueblos del país que de quienes viven en Santo Domingo.

"Los de la Capital no se adaptan a la disciplina militar por el estilo de vida en los barrios", dice el coronel de la Fuerza Aérea Dominicana, Ramón Álvarez Monegro.

El oficial, quien es director de la Escuela de Entrenamiento para policías turísticos General de Brigada José Dante L. Galán Marte, se refiere a que muchos jóvenes de los sectores capitalinos marginados no tienen la formación necesaria para acostumbrarse a recibir órdenes y acatar reglas.

Durante cuatro meses, los aspirantes, con edades entre los 18 y 24 años, deben permanecer internos en la Escuela de Entrenamiento que está ubicada en un recinto militar cerrado y aislado de la activa comunidad de San Isidro, en Santo Domingo Este.

Aquí reciben clases teóricas que incluyen Idiomas, Historia, Geografía y Relaciones Humanas, así como ejercicios militares y policiales, entre estos el uso de armas. "Estos policías, aparte de ser policías, son como un guía turístico, porque para eso se entrenan, para que el turista pueda acercarse", explica el director de la escuela.

Para ejemplificar el bajo interés de los residentes en Santo Domingo en alistarse, la quinta y más reciente promoción está compuesta por 185 jóvenes, siendo el 71% del interior y el 29% de Santo Domingo, quienes fueron captados con campañas que incluyeron promoción en las redes sociales. "Muchos de la capital son de la periferia de San Isidro", resalta el coronel Álvarez Monegro.

Samaná es la provincia con más aspirantes, con el 26%; seguida por San Juan con 11%, y Barahona con 8%.

"Yo vengo de Santo Domingo. Mi padre es militar, y él fue quien me motivó, junto a mi madre, para entrar aquí", dice Jesús Michael Céspedes Dámaso, de 24 años, uno de los 54 jóvenes de la Capital que conforman la ya graduada promoción.

¿Es que hay pocos incentivos para ser policía turístico? Depende de las necesidades del aspirante. Mientras están internos, los jóvenes reciben un salario de la Policía Turística (Politur) de RD$5,200 y cuando pasan a formar parte de una de las instituciones de las Fuerzas Armadas o de la Policía Nacional, se suma un sueldo compensatorio, llegando entonces a percibir entre RD$12 mil a RD$13 mil, explica el coronel Álvarez Monegro.

El graduado tiene la facilidad de continuar estudios de Hostelería, diplomados de Seguridad Turística y otras áreas afines, además de los beneficios de seguro médico, hospitalarios y el plan de retiro que se conceden a los militares y policías.

El joven que aprende a disparar

Llegadas las lecciones de defensa en el programa de clases, los estudiantes reciben durante 25 horas instrucciones en el uso del arma que le asignarán una vez sean policías turísticos.

Las opciones para practicar son una pistola, un revólver, una escopeta calibre 12 y un fusil M-16. La variedad es porque el arma que le asignarán en un futuro dependerá de las que se tengan en existencia y de si hay una misión especial. Regularmente un policía de turismo usa una pistola o un revólver como arma de reglamento.

En un área verde dentro del recinto militar donde está la Escuela de Entrenamiento hay un campo de tiro. "¡Uno, dos tres, cuatro!", repite el instructor para marcar el compás a cinco jóvenes que marchan hacia esa zona. Una vez llegan, cada uno se posiciona en su lugar.

"¡Apunten!", les ordena su superior. Todos quedan en posición de disparo. Solo simulan. Aún no saben usar el arma. "Nos van a dar el entrenamiento para saber cuál es la ocasión en la que se debe disparar", dice el novato Céspedes Dámaso.

Un equipo de tiro de la Policía Nacional es el encargado de dar las instrucciones a los aspirantes, quienes reciben clases sobre armas y tiros de familiarización -durante un día completo-, haciendo unos 20 disparos con cada arma.

"El entrenamiento que nos están dando nos ha ayudado mucho en nuestro desempeño y en nuestra labor, porque como nos están entrenando es cómo nos vamos a desenvolver en la calle", dice Carlos Andújar Fañas, un joven oriundo de Samaná, quien a sus 20 años tiene como meta acompañar su carrera militar con la agronomía.

Aunque los aspirantes a ser miembros de Politur desconocen cómo será su desempeño al momento de tirar del gatillo, algunos consultados por DL aseguran que no temerán a la hora de repeler alguna acción que necesite el uso de su arma. "Por eso estoy aquí, me gusta participar para defender mi patria", concluye el aspirante Andújar Fañas.

 1,200 policías son suficientes para RD 

La Escuela de Entrenamiento de Politur se fundó en 2003 y estuvo cerrada durante siete años hasta que reabrió en septiembre de 2012. Para ingresar, el alumno debe ser bachiller y no tener hijos.

Son unos 1,200 los policías turísticos que hay en el país, quienes prestan servicio en 14 supervisorías ubicadas en la Zona Colonial, la Zona Oriental de Santo Domingo, el Aeropuerto Las Américas, Boca Chica, Juan Dolio, Bayahíbe, Jarabacoa y Constanza, Cibao Central, Puerto Plata, Sosúa y Cabarete, Las Terrenas, San Cristóbal, Paraíso (Barahona) y Bávaro.

Los agentes han logrado repeler casos delincuenciales. Uno de ellos fue la frustración de un atraco que pretendían perpetrar dos hombres a la sucursal de la Casa de Cambio Vimenca en la zona turística de Bayahíbe, en La Romana, en un hecho ocurrido hace cuatro años.

Sólo en 2012 visitaron el país 4.5 millones de turistas. El gobierno tiene la meta de llegar a 10 millones de turistas en 10 años, y para alcanzarla se necesita garantizar la seguridad en los polos turísticos del país. En vista de eso, la Politur espera aumentar su matrícula para este año con la formación de 600 nuevos policías.

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