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Los tres que se asentaron en “El Nuevo Mueble”

SANTO DOMINGO. El vaticinio del jurado no se hizo esperar durante la actividad diseño República Dominicana [dRD], en el Centro Cultural de España. Así, justo el Día del Diseñador Dominicano, este trío creativo tuvo que ‘sentarse' para recibir la sorpresa de que sus propuestas mobiliarias (Silla Dúo, L-Tron y Mueble Crespo) habían ganado el concurso "El Nuevo Mueble", patrocinado por Rattán Dominicano y el Centro de Diseño de Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC).

Luis Alejandro Pérez Sánchez



Aunque hasta ahora no ha sido diagnosticado como obsesivo-compulsivo, parece que este trastorno de ansiedad se apodera de él cada vez que de buscar ideas innovadoras para diseñar mobiliario se trata. Cabe destacar que este arquitecto, egresado de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) en 2009, no es neófito en el universo de los certámenes de diseño: en 2011 se llevó la segunda mención de honor en el Concurso Internacional de Arquitectura Sismos 2.0, junto a la arquitecta Cristina Bello, con el proyecto de habitáculos de emergencia pos catástrofe "Célula Expansiva"; y en 2013, ganó el concurso "El Pupitre Dominicano".

En esta ocasión, le tocó el turno de colocarse entre uno de los tres ganadores del concurso "El NUEVO Mueble" gracias a su "Silla DÚO", una pieza que se caracteriza por la versatilidad de pasar -en un abrir y cerrar de ojos- de asiento de comedor a mesa, y viceversa.



"A través de esta convocatoria vi la oportunidad de conjugar dos cosas: primero, la idea de utilizar el guano, como elemento de nuestra silla típica; y, segundo, la versatilidad del uso de la silla, entendiendo los diferentes inconvenientes que se generan en un mesa de comedor, referentes al espacio, donde siempre buscas esa mesa auxiliar para complementar, ya que nunca es suficiente el espacio de la mesa", explica el también presidente de la firma de arquitectura e interiorismo Arquiterismo acerca de su creación.

Como si de uno de los Transformers se tratase, esta silla puede ser armada y desarmada sin ningún tipo de dificultad. A partir de esta premisa, Pérez Sánchez combinó esencialmente tres cuerpos en este ensamblaje: un espaldar a base de tiras de guano y un soporte enmaderado que, a su vez, conforma el asiento de la silla; las patas delanteras, que unen piezas de madera que se entrelazan unas con otras, para conferir rigidez al apoyo y propiciar la personalización a través de sus diferentes tonalidades; y las patas posteriores, que constituyen el apoyo central de la silla y se enlazan también con las partes primeras.



Para este joven (de 28 años) con un Máster en Arquitectura y Diseño de Interiores de la Universidad de Salamanca, el éxito comercial de esta pieza provista de un estilo moderno y de materiales autóctonos radica en: "La sencillez, el uso de materiales fáciles de conseguir en nuestro país y la forma que permite la reproducción en nuestra industria local sin necesidad de tecnologías sofisticadas. De igual manera, la versatilidad (de usos, colores y materiales) ayudan a la personalización, a que su coste de construcción no sea elevado y a que su precio de venta final resulte muy competitivo".

Por medio de este triunfo para su carrera profesional, a Luis Alejandro no solo le sobreviene reconocimiento, la facilidad de fabricar su mueble con la empresa Rattán Dominicano para exponerlo en el Centro Cultural de España antes de que termine diseño República Dominicana; así como 20 mil pesos y el 5% de las ventas del primer año, una vez fabricada su propuesta, también le suena el celular incansablemente con las llamadas de varios amigos que se casan y que saben que en sus comedores no faltarán las "Sillas DÚO".

¿Qué le falta a la industria del mueble de R.D. para desarrollarse como marca país?

"En nuestro país existe mucha creatividad, lo cual es fundamental en este tipo de industria. Ahora bien, es clave el desarrollo de la tecnología en las fábricas, tanto de equipos como de mano de obra especializada, para desarrollar el triángulo virtuoso (costo, tiempo y calidad) que requiere toda industria para ser reconocida en la economía nacional; es imposible, en nuestro país, cumplir efectivamente con las tres al mismo tiempo. Por tanto, es importante que concursos como estos tomen la iniciativa, ya que al final sirven como proyectos motores, para evaluar y tantear las posibilidades de crecimiento del mercado".

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Félix Ramón Fernández Ogando



"¡Está muy chulo! ¿Lo vas a vender en Marte?" fue lo primero que le preguntaron sus amigos, cuando les presentó la propuesta con la que habría de concursar en "El NUEVO Mueble" dentro del marco de Diseño República Dominicana [dRD]. De hecho, otros de sus diseños -¡porque tiene varios!- ya se habían paseado por el concurso "El Pupitre Dominicano", experiencia que le señaló con clarividencia que la creación de muebles era el camino a tomar.

Este joven (de 31 años) que está inmerso en la arquitectura, pues -según sus palabras- le permite desarrollar su creatividad y adquirir conocimientos avanzados que le sirven para el desarrollo de sus proyectos, se ha concentrado desde sus inicios como estudiante de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) en el diseño de muebles personalizados.

En esta ocasión se enteró de este concurso, respaldado por el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), a través de una cuñada. "Nueva vez, el hecho de encontrar un escenario que promoviera el desarrollo de la marca país en el renglón de muebles fue una fuerte motivación para mí", indica este joven que quedó "súper impresionado" al encontrarse con la grata sorpresa de que uno de sus diseños había resultado ganador.



La inspiración para crear "L-Tron" -así se llama la pieza seleccionada por el jurado de [dRD], compuesto por la interiorista Patricia Reid, Cristian Nolasco en representación de Asonaimco, Porfirio Peralta como presidente de Rattán Dominicano y Aránzazu Toribio al frente de la coordinación de la carrera de Diseño Industrial de INTEC- le asaltó aquel día en que se propuso diseñar ese sofá, dejando de lado "el ruido, las malas noticias locales e internacionales, y los conflictos sociales" que le rodeaban. "Simplemente, me despegué mental y anímicamente de esas realidades y me concentré en el concurso. Me senté frente a mi laptop, para escuchar buena música, y encontré un desahogo y una buena forma de alivianarme de todos esos problemas: diseñando". Así, al cabo de varias horas... ¡tenía más de siete diseños diferentes!

Desde su perspectiva de visionario al frente de Khanas, su empresa de diseño mobiliario, narra que buscaba algo novedoso y poco usado como nombre, pero que de alguna manera motivara la capacidad humana de materializar piezas mobiliarias a partir de un ambiente de fantasía. Por lo que, navegando en Google Imágenes, se encontró con el logo de la película de ciencia ficción "Tron" y, a partir de ahí, nació el mueble en cuestión.



Su obra, a juicio del propio Fernández Ogando: "Es un sofá tipo L, con unas proporciones tridimensionales que no solo preservan el concepto de comodidad y ergonomía, sino que recrean visualmente el ambiente y propician su fácil combinación con innovadores espacios y atractivos diseños".

En cuanto al contraste cromático, este creativo implementó en "L-Tron" tonalidades vivas que reflejan la naturaleza y respaldan un ambiente interno agradable, confortable y armónico con relación a la biodiversidad del entorno.



Al igual que los otros dos ganadores de esta competencia, también tendrá acceso a participar en unas clínicas de diseño sabatinas, donde podrá mejorar su propuesta o crear una nueva a fin de materializarla y, posteriormente, de venderla en convenio con una tienda local de muebles. Estas jornadas se impartirán en INTEC, sin costo para los participantes, que costeará asesores, labores técnicas, uso del taller de ebanisteria de Diseño Industrial y algunos materiales, entre otros aspectos.

"Me siento gratificado al desarrollar mis conocimientos e inquietudes. Cualquier oportunidad de aportar algo de mi aprendizaje, también será satisfactorio", opina Félix Ramón, quien todavía sueña con la "posibilidad de la inversión nacional en los muebles de diseño local" como algo que vaya más allá que un acontecimiento desarrollado en un marco puramente imaginario -a propósito de las ideas que dan vida a sus bocetos.

¿Qué le falta a la industria del mueble de R.D. para desarrollarse como marca país?

"Son muchos los factores que merman la capacidad de desarrollo de nuestras propuestas, pero también son importantes los pasos e iniciativas que se están concretizando para promover el despegue de nuestra industria de muebles con sello país. Tenemos muchas oportunidades, solo se requiere de una alianza y enfoque bien definidos, para establecer con éxito una marca país que fortalezca la confianza en el diseñador dominicano. No es un camino fácil, pero existen los recursos humanos (diseñadores, ebanistas y tapiceros calificados) y los materiales propios del país, para lograrlo".

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Abel Camilo Castillo Reynoso



La musa que lo llevó a crear "Mueble Crespo", la obra que le permitió quedar dentro del trio ganador del concurso "El NUEVO Mueble", es tan genial como inverosímil. "Uno de los días en que nos encontrábamos en el proceso de diseño de un proyecto para uno de nuestros clientes en Queens (New York), estábamos estancados en los muebles del rooftop y, de repente, al peinarme en el baño, vi uno de mis cabellos rizados sobre el lavamanos y, si como de una pista se tratase, su curvatura me generó la idea de diseñar un elemento con morfología de pliegue", cuenta este arquitecto egresado de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU) sobre la creación que aunque no llegó a materializarse para el cliente, se hizo merecedora de una premiación.



Según este gerente de Xmart Projects Dominicana SRL (una empresa dirigida a la domótica, inmótica y eficiencia energética), todas sus propuestas brotan de manera esporádica, seguidas de un maqueteo mental acerca de varios aspectos (materiales, contextos, tipos de usuario, terminaciones y detalles); asimismo, dan paso a ser ´sketcheadas' y desarrolladas en 3D, al unísono.

El también CEO de Arq. Abel Castillo & Asociados y director de diseño de proyectos arquitectónicos en Estados Unidos, Ecuador y República Dominicana, le confirió a esta pieza un look caribeño e informal, con funciones contemporáneas, como la de incluir cargadores para Smartphone.



Este mueble, que consta de dos módulos curvos que al encontrarse generan la ilusión de una montaña rusa, está pensado para ser fabricado en fibra sintética, aunque también se puede lograr a través del rattán, el mimbre o la fibra de vidrio.

Para este joven con ideas de avanzada, "Mueble Crespo" puede resultar interesante para el mercado turístico e inmobiliario con espacios lúdicos, playeros o campestres, ya que está contemplado para exteriores y espacios informales. "Es una pieza con una morfología exótica y provocadora, pero como el dominicano tiende en ocasiones a inclinarse por muebles un tanto más tradicionales, en cuanto a forma y función, quizás localmente el público objetivo sea turístico e inmobiliario, que quiera destacar los valores caribeños de su entorno con diseños que evoquen lo sexy y atrevido, pero a la vez con un toque de relajación e informalidad", agrega.



Si bien es cierto que a sus 29 años de edad ya ha tenido la oportunidad de ser jurado de concursos medioambientales, de impartir conferencias y de recibir más de 10 premios relacionados con el diseño arquitectónico, tanto local como internacionalmente, Abel Camilo comenta cómo sus amigos y colegas bromean con él acerca de esta reciente premiación ("El NUEVO Mueble") al escribirle por las redes sociales desde "Felicidades" hasta "Mi hermano, préstame tanto que vi que te ganaste algo"...

¿Qué le falta a la industria del mueble de R.D. para desarrollarse como marca país?

"Entiendo que el problema no está en la industria per se, pues suple lo que la sociedad le exige. Nuestra marca país no cambiará hasta que la educación de la población dominicana, en cuanto al diseño de muebles respecta, empiece a cambiar y a ser valorado, pues muchas veces el dominicano menosprecia su valor agregado y su plusvalía".