Recomendaciones para detectar sordera a temprana edad
Diario Libre
SANTO DOMINGO. Detectar la discapacidad auditiva a temprana edad ayuda a que el individuo se desarrolle de manera normal.
De ahí, que la directora académica de la Escuela Nacional para Sordos, Jeannette Francisco, recomienda a los padres que desde que les nazca un hijo comiencen a informarse de lo que debe hacer según su edad y en todas las etapas de desarrollo, para notar cualquier diferencia.
Informa que el niño sordo desarrolla lenguaje propio de las primeras etapas (aaa, lalala) y eso tiende a confundir a los padres, luego de que va pasando el tiempo y que el infante necesita una retroalimentación de los sonidos, se va viendo la diferencia, porque deja de emitir sonidos y no atiende a ruidos.
Una vez detectado un problema, los padres deben dirigirse a un centro especializado para investigar si padece de una discapacidad auditiva, lo que sería mejor si ocurre a una corta edad, pues su rendimiento se basa en esa detección temprana.
Deja claro que las personas sordas son capaces de hacer todo igual que una que no tiene la discapacidad auditiva, que no es una enfermedad, sino una condición.
Su experiencia de trabajo la lleva a asegurar que cuando se detecta a tiempo y recibe la educación debida, un sordo se puede desarrollar y puede lograr empleos, muchas veces más remunerables que el de los padres.
La familia se debe integrar al proceso de enseñanza, pues los maestros y las escuelas no deben trabajar solos, porque los niños pasan más tiempo en la casa que en el centro educativo y el aprendizaje debe ser constante.
De ahí, que la directora académica de la Escuela Nacional para Sordos, Jeannette Francisco, recomienda a los padres que desde que les nazca un hijo comiencen a informarse de lo que debe hacer según su edad y en todas las etapas de desarrollo, para notar cualquier diferencia.
Informa que el niño sordo desarrolla lenguaje propio de las primeras etapas (aaa, lalala) y eso tiende a confundir a los padres, luego de que va pasando el tiempo y que el infante necesita una retroalimentación de los sonidos, se va viendo la diferencia, porque deja de emitir sonidos y no atiende a ruidos.
Una vez detectado un problema, los padres deben dirigirse a un centro especializado para investigar si padece de una discapacidad auditiva, lo que sería mejor si ocurre a una corta edad, pues su rendimiento se basa en esa detección temprana.
Deja claro que las personas sordas son capaces de hacer todo igual que una que no tiene la discapacidad auditiva, que no es una enfermedad, sino una condición.
Su experiencia de trabajo la lleva a asegurar que cuando se detecta a tiempo y recibe la educación debida, un sordo se puede desarrollar y puede lograr empleos, muchas veces más remunerables que el de los padres.
La familia se debe integrar al proceso de enseñanza, pues los maestros y las escuelas no deben trabajar solos, porque los niños pasan más tiempo en la casa que en el centro educativo y el aprendizaje debe ser constante.
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