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El pupitre dominicano

Ergonómico, apto para discapacitados, zurdos y con uso antisísmico

Luis Alejandro Pérez Sánchez, un arquitecto de 26 años, concibió el asiento escolar que ganó el concurso del Diseño del Pupitre Dominicano, entre 10 finalista.

La propuesta de Pérez Sánchez compitió con 499, de las que resultaron 10 finalistas, seleccionados por el jurado que conformaban nueve instituciones privadas y públicas.

Miembro de una familia de educadores, con una hermana que trabaja con niños especiales, la idea de la mesa de trabajo escolar había sido discutida en el seno familiar. Ya tenía el título de arquitecto cuando pensaba en formas y texturas para este mobiliario, cuando partió a la Universidad de Salamanca, en España, a cursar una maestría en arquitectura y diseño de interiores.

Las ideas más concretas las tomó de un diplomado que cursa en la actualidad sobre pedagogía. "Mis primeros bocetos tuvieron una inspiración filosófica", cuenta, mientras subraya su formación jesuita -egresado de Loyola- y el arraigo educativo familiar.

Según el Ministerio de Educación, el pupitre seleccionado para 400 escuelas con jornadas extendidas, permite la permanencia de los estudiantes sentados cómodamente por largas horas, evitando se produzcan daños físicos y agotamiento. Resaltó que estos fueron algunos de los requisitos que debía cumplir el diseño ganador, además de que permitiera sentarse tanto por el lado derecho e izquierdo, espacio para colocar libros y materiales de los estudiantes, y facilidad para colocación y uso de equipos electrónicos.

Un diseño dinámico, funcional y moderno

Lo que Pérez Sánchez presentó a concurso fue el fruto de su concepción de la vida y de la formación técnica adquirida. Se centró en la ergonomía, la buena posición que necesita tener un estudiante en el aula, sobre todo ahora que muchas reciben a los alumnos en tandas extendidas.

Pensar en un asiento que fuera apto para zurdos y derechos, fue también prioridad, resuelta esta con la forma de trapecio que dio al tablero. Permite, dice, generar una interacción dinámica. Además de funcional, es moderno.

Solucionado el tema del tablero y la ergonomía del asiento, el diseñador se enfocó en la mesa, y se decidió por separarla de la silla, de manera que los discapacitados puedan integrarse a la mesa sin problemas.

Ingenioso, el joven arquitecto fue más allá de los requerimientos del concurso. Le buscó lugar a la mochila en la parte trasera del pupitre, con un gancho que permite que el estudiante pueda sacar y entrar mascotas sin tropiezos y no tenga que dejar en el suelo sus útiles escolares.

La forma da lugar también a que el estudiante pueda utilizar el pupitre para lograr el llamado "triangulo de la vida", en caso de un movimiento sísmico.

De los materiales y el ensamblaje

La precisión que Pérez Sánchez hace sobre los materiales que dan vida a su diseño es fundamental, ante los cuestionamientos que en principio generaron la selección de su proyecto.

La estructura metálica que concibió es tan funcional y simple que puede hacerse en un taller no necesariamente sofisticado. El prototipo, indica, lo hizo en Herrera, en un taller de su confianza de modesta estructura, mientras que el tablero de madera lo hizo un ebanista de la Zona Colonial.

Aunque el asiento lo concibió en polipropileno -o plástico- tuvo en cuenta que pudiera adecuarse a otras texturas, como la madera y la fibra de vidrio, sin perder sus propiedades ergonómicas "siempre que se conserven los diseños de las curvaturas establecidas en el diseño".

Un valor agregado al pupitre se lo da el hecho de que todas las partes pueden construirse de manera independiente, para luego ensamblarse siguiendo un procedimiento que el arquitecto entregó como parte de su propuesta, con todos los detalles de los pasos a seguir.

Miembros del jurado

La selección del diseño ganador y de los finalistas estuvo a cargo de un jurado del alto prestigio institucional, integrado por la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Universidad Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), Universidad Iberoamericana (UNIBE), Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (INFOTEP), Instituto de Innovación en Biotecnología e Industria (IIBI), Oficina Nacional de la Propiedad Industrial (ONAPI) y Ministerio de Educación (MINERD).