El regulador bursátil detectó "indicios de abusos" en el Grupo Espírito Santo

LISBOA. El presidente del regulador bursátil portugués, Carlos Tavares, aseguró hoy que el organismo detectó "indicios de abuso de información privilegiada" y "un hipotético crimen por abuso de confianza" en el seno del Grupo Espírito Santo, y que informó de ello a las autoridades competentes.

En una comisión parlamentaria centrada en la crisis que atraviesa este grupo, clave para la economía del país, Tavares resaltó que transmitió esos datos a la Fiscalía y apuntó que fueron instaurados "veinte procesos por infracciones contra entidades" englobadas en él.

La comparecencia del presidente de la Comisión del Mercado de Valores (CMVM) lusa ante los diputados se produjo en el mismo día en que uno de los máximos responsables de la sociedad propiedad de la familia Espírito Santo, Ricardo Salgado, fue detenido por su presunta implicación en un caso de blanqueo de capitales.

La mayor parte de las acciones del regulador bursátil portugués reveladas hoy no habían trascendido a la luz pública, un hecho defendido por Tavares, quien consideró que la CMVM debe actuar, pero en ocasiones de forma silenciosa.

En su opinión, la crisis que vive este grupo -y que afecta también al Banco Espírito Santo, que forma parte del entramado de sociedades propiedad de la familia- se debe a que sus responsables facilitaron "información incompleta y no verdadera".

Dos de las sociedades que forman parte de este emporio ya solicitaron en las últimas semanas la "gestión controlada", una figura jurídica similar al concurso de acreedores, y se espera que varias de las empresas que albergan en su seno se declaren en insolvencia.

El presidente de la CMVM citó el caso del Espírito Santo Internacional, una de estas dos sociedades, y recordó que una auditoría encontró irregularidades contables el pasado mes de mayo.

Tavares consideró que tanto estos auditores como "todos los órganos de la sociedad" tienen "responsabilidades que deberán ser depuradas".

De hecho, reveló que sólo supo de la auditoría en que se apuntaban estas irregularidades "en vísperas del aumento de capital" que acometió el Banco Espírito Santo (BES) en mayo,

"La Comisión sufrió de las mayores presiones, sobre todo por parte de los asesores que trabajaban en esa operación, para aprobar el prospecto -de ampliación de capital- lo más rápidamente posible (...) Nos fue dicho que, en caso contrario, habría millones de euros de perjuicios", aseguró su presidente, quien insistió en que el regulador no aceptó esos intentos de influir en su posición.

El prospecto acabó siendo publicado más tarde de lo previsto, y en él se detallaba la exposición del BES a las diferentes compañías del grupo a las que concedió créditos.

Las consecuencias de la crisis en el Grupo Espírito Santo en el BES preocupa a las autoridades lusas, que instaron a la familia a retirarse de la gestión de la entidad financiera para mantenerla al margen.

Este banco es el más importante a nivel de activos de Portugal y los Espírito Santo poseen un 20,1 % de sus acciones.