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¿Estados Unidos vuelve a exportar petróleo?

Aumentar la producción para eliminar las importaciones, no obstante, no es tan sencillo

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¿Estados Unidos vuelve a exportar petróleo?
Algunos sectores de la industria petrolífera estadounidense están haciendo fuerza para que se levante la prohibición de exportar crudo vigente desde la crisis de la década de 1970. AP/Matt Slocum
WASHINGTON.- Olvídese de la caída de los precios del petróleo. Los productores estadounidenses consideran que es algo temporal y están presionando más fuerte que nunca para que se levante la prohibición de exportar el hidrocarburo.


A simple vista, parece ilógico: los precios están bajando precipitadamente y hay quienes piensan que seguirán haciéndolo. Los productores, sin embargo, creen que a largo plazo la demanda será alta y que surgirán nuevos mercados que podrían ser muy lucrativos para Estados Unidos.


Los promotores del levantamiento de la prohibición a las exportaciones confían en ganar terreno ahora que el Congreso está controlado por los republicanos, que generalmente son más receptivos a la idea de cambiar esa política que prohíbe la exportación de crudo. El gobierno de Barack Obama, por otro lado, ha dado algunos indicios de que estaría dispuesto a reconsiderar esa medida.

Las exportaciones fueron prohibidas en la década de 1970, cuando un embargo de la OPEP obligó a racionar el combustible y dio lugar a una escalada de precios, en una época marcada por largas colas de vehículos que trataban de llenar sus tanques en las gasolineras.

El American Petroleum Institute, principal organismo de cabildeo de la industria petrolífera, preparó avisos publicitarios en los que destaca el impulso que ha cobrado la industria del "shale oil", o combustible de pizarra, que produce lo suficiente como para abastecer el mercado nacional y exportar. El levantamiento de la prohibición de las exportaciones es la gran prioridad del instituto para este año.

Jack Gerard, presidente del instituto, dijo que esa política es consecuencia de "un cortocircuito entre el panorama energético actual, que ha cambiado mucho, y la ortodoxia política de algunos que siguen postulando restricciones arbitrarias e injustas o directamente una prohibición" de las exportaciones.

Además del incentivo financiero, Gerard y los partidarios del levantamiento de la prohibición aducen que esa medida ayudaría a controlar los precios al consumidor y la daría a Estados Unidos mayor peso en la política internacional.

Quienes apoyan la prohibición, por su parte, dicen que si Estados Unidos comienza a exportar petróleo aumentarían los precios del gas e impedirían que el país cumpla su objetivo de alcanzar la independencia energética. Entre los sectores que quieren mantener la prohibición figuran muchas refinerías de petróleo, que perderían dinero si el crudo es exportado.

"Los mercados de petróleo y de varios derivados son muy complejos y creo que si jugamos con eso podemos alterar el equilibrio existente", afirmó Jay Hauj, director ejecutivo de Consumers and Refiners United for Domestic Energy (Consumidore y Refinadores Unidos por la Energía Nacional, CRUDE), que representa un grupo de refinerías de petróleo.

Hauk sostuvo que no habría que cambiar la política actual mientras Estados Unidos siga importando grandes cantidades de petróleo.

Estados Unidos importó 9 millones de barriles diarios en el 2013, de unos 80 países, según la Administración de Información Energética.

Aumentar la producción para eliminar las importaciones, no obstante, no es tan sencillo. Los distintos tipos de petróleo tienen distintos usos y Estados Unidos produce mayormente un tipo específico de petróleo, liviano, o "dulce".

Numerosas refinerías estadounidenses están equipadas para procesar crudo pesado producido por naciones como México y Canadá. Los productores afirman que sería lógico desde un punto de vista económico enviar el petróleo a países de Europa y Asia con refinerías que pueden procesar más eficientemente el petróleo más liviano, por lo menos hasta que Estados Unidos cuente con refinerías capaces de procesar ese tipo de petróleo.

"La razón para permitir las exportaciones es más que nada el hecho de que no todo el petróleo es igual", señaló un informe del 2014 del Instituto Aspen, que apoya el levantamiento de la prohibición a las exportaciones.

Incluso entre quienes están a favor del levantamiento hay quienes creen que es demasiado pronto para presentar un proyecto de ley.

El senador republicano Ted Cruz, del estado petrolero de Texas, propuso una enmienda que levantaría la prohibición si se aprueba una ley que despejaría el camino del oleoducto Keyston XL entre Canadá y Texas. Pero otros dos partidarios de levantar la prohibición, John Cornyn y John Hoeven, también republicanos, dijeron que no hay que apresurarse.

Muchos legisladores no han fijado su posición sobre este tema, aunque hay varios que quieren que la propuesta de Cruz sea sometida a un voto.

El gobierno de Obama, entre tanto, ha hecho algunos cambios en la política de exportaciones y el año pasado autorizó más exportaciones de condensado, una variedad de crudo liviana y ligeramente refinada.
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