Anticorrupción en México: Hay que mirar bien la letra pequeña
Diario Libre
Buenas noticias: Después de semanas de embotellamiento político, los tres principales partidos mexicanos han acordado una estructura para el nuevo sistema anticorrupción. Será sometido a votación en la cámara baja del Congreso esta semana.
Pero el diablo está en los detalles. ¿Abarca lo suficiente? ¿Será diluido antes de llegar a la votación? Y, la mayor pregunta de todas: ¿Logrará detener la corrupción?
Todo esto queda por verse. Pero antes de mirar lo que es bueno y lo que debería ser mejor, vale la pena recordar por qué México necesita una seria estrategia anticorrupción con tanta urgencia. Por mucho tiempo la corrupción ha sido un aspecto aceptado de la vida mexicana. Si una empieza a indagar, la encontrará, dice un analista político - igual que la búsqueda de los cuerpos desaparecidos de 43 estudiantes en el estado de Guerrero reveló otras fosas comunes sin descubrir.
Pero mientras los funcionarios tratan de recobrar la confianza pública, la cuestión es: ¿Dará resultados el sistema anticorrupción? Hay aspectos positivos en la estructura acordada por los tres principales partidos políticos, dice Marco Fernández, investigador en el centro de estudios México Evalúa y profesor en la Escuela de Gobierno del Tec de Monterrey. Estos incluyen: someter el nombramiento del auditor estatal del servicio público a la aprobación del Senado y aumentar los poderes de la oficina del auditor general.
Pero el Sr. Fernández cree que el gobierno habrá desperdiciado una oportunidad de reforma significante si no obliga a los funcionarios públicos a hacer totalmente públicas sus finanzas.
El gobierno cree que ésta es una cuestión "privada", según un alto funcionario. En efecto, no hacerlo crea un doble estándar, opina el Sr. Fernández. Bajo la reforma tributaria del gobierno, él dice, la agencia tributaria puede comprobar la declaración de impuestos de las personas contra, digamos, sus ingresos bancarios. Los políticos no estarían sujetos al mismo nivel de escrutinio, obstruyendo la doble comprobación que pudiera revelar negocios turbios.
"¿Por qué en el caso de los funcionarios públicos y los miembros del congreso, nosotros los ciudadanos no tenemos la misma garantía que las autoridades pueden confirmar que están diciendo la verdad? Es absurdo", el Sr. Fernández dijo al Financial Times. "Es un doble estándar que realmente pone en cuestión su voluntad de hacerse responsables".
El Sr. Fernández ha sido un experto de la sociedad civil consultado por el Congreso en su reforma anticorrupción. Ahora está esperando a ver lo que dirá el texto completo de la ley.
Él se muestra cauteloso. El Congreso ha diluido propuestas iniciales para aumentar la transparencia, dijo, y él teme que lo mismo pudiera pasar con la anticorrupción en un momento en que la responsabilidad ya no es el centro de las preocupaciones del público. Él dice que va comprobar con mucho cuidado la letra pequeña.
(c) 2015 The Financial Times Ltd. All rights reserved
Pero el diablo está en los detalles. ¿Abarca lo suficiente? ¿Será diluido antes de llegar a la votación? Y, la mayor pregunta de todas: ¿Logrará detener la corrupción?
Todo esto queda por verse. Pero antes de mirar lo que es bueno y lo que debería ser mejor, vale la pena recordar por qué México necesita una seria estrategia anticorrupción con tanta urgencia. Por mucho tiempo la corrupción ha sido un aspecto aceptado de la vida mexicana. Si una empieza a indagar, la encontrará, dice un analista político - igual que la búsqueda de los cuerpos desaparecidos de 43 estudiantes en el estado de Guerrero reveló otras fosas comunes sin descubrir.
Pero mientras los funcionarios tratan de recobrar la confianza pública, la cuestión es: ¿Dará resultados el sistema anticorrupción? Hay aspectos positivos en la estructura acordada por los tres principales partidos políticos, dice Marco Fernández, investigador en el centro de estudios México Evalúa y profesor en la Escuela de Gobierno del Tec de Monterrey. Estos incluyen: someter el nombramiento del auditor estatal del servicio público a la aprobación del Senado y aumentar los poderes de la oficina del auditor general.
Pero el Sr. Fernández cree que el gobierno habrá desperdiciado una oportunidad de reforma significante si no obliga a los funcionarios públicos a hacer totalmente públicas sus finanzas.
El gobierno cree que ésta es una cuestión "privada", según un alto funcionario. En efecto, no hacerlo crea un doble estándar, opina el Sr. Fernández. Bajo la reforma tributaria del gobierno, él dice, la agencia tributaria puede comprobar la declaración de impuestos de las personas contra, digamos, sus ingresos bancarios. Los políticos no estarían sujetos al mismo nivel de escrutinio, obstruyendo la doble comprobación que pudiera revelar negocios turbios.
"¿Por qué en el caso de los funcionarios públicos y los miembros del congreso, nosotros los ciudadanos no tenemos la misma garantía que las autoridades pueden confirmar que están diciendo la verdad? Es absurdo", el Sr. Fernández dijo al Financial Times. "Es un doble estándar que realmente pone en cuestión su voluntad de hacerse responsables".
El Sr. Fernández ha sido un experto de la sociedad civil consultado por el Congreso en su reforma anticorrupción. Ahora está esperando a ver lo que dirá el texto completo de la ley.
Él se muestra cauteloso. El Congreso ha diluido propuestas iniciales para aumentar la transparencia, dijo, y él teme que lo mismo pudiera pasar con la anticorrupción en un momento en que la responsabilidad ya no es el centro de las preocupaciones del público. Él dice que va comprobar con mucho cuidado la letra pequeña.
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