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La (in)eficiencia bancaria

Quedan dos tareas importantes en la agenda de reforma de la banca dominicana. Ambas van de la mano: Disminuir sus márgenes y mejorar la eficiencia de sus operaciones.

Aunque en los últimos años se ha estrechado (muy ligeramente) el margen de intermediación en la banca criolla sigue estando significativamente por arriba al comparar con sus pares de otros países de América Central, por ejemplo.

Según el Consejo Monetario Centroamericano (CMCA), el margen de intermediación financiera implícita del país es 9.8%, superior al 7.4% que cobran los centroamericanos como diferencia entre sus tasas de depósitos y préstamos.

¿Por qué un margen más alto?

Muchas razones explican el diferencial entre el costo de intermediación dominicano y el de nuestros socios del DR-CAFTA.

Están, entre otros elementos, los más altos niveles de encaje legal que debe pagar la banca dominicana versus sus contrapartes del Istmo. Una parte importante de esa banca, también, está dolarizada y tiende a disminuirse el costo del dinero en esos escenarios de menor volatilidad.

Pienso, no obstante, que quizás uno de los elementos más determinantes es el mayor costo operativo en el que tiene incurrir nuestros bancos para administrar el ahorro y crédito nacional.

Lo vemos en las gráficas de arriba. Por ejemplo, desde 2003 hasta la fecha, en promedio gastamos 6.3% de cada $100 en activos bancarios. ¿Los de América Central? Un 4.3%, casi 200 puntos básicos menos.

Si lo vemos de forma individual, como en la segunda gráfica, se verá que en 2015 dedicamos el mismo 6.3%, cuando hay países como El Salvador, Costa Rica y Guatemala que administran, proporcionalmente, la misma cantidad de activos a casi la mitad de la carga dominicana.

El reto de la eficiencia bancaria no es particular a una sola entidad financiera. En la tercera gráfica estimamos el indicador de gastos operativos sobre activos para el cierre (preliminar, eso si) de 2015.

Aún dentro de las entidades más eficientes (Cibao, BDI y BHD León, según este índice), se promedia 5.2% de los activos, todavía bastante por encima de las mejores prácticas internacionales que rondan el 3.0%, que ni el Citi localmente logra.

Nuestro análisis es parcial. Existen otros indicadores a considerar, pero pienso que este reto es de todos conocido y aceptado.

¿En qué gastamos?

En cuanto a costos no financieros, la mayor inversión se destina al recurso humano, como vemos en la última gráfica.

Hay otros, muy importantes. Por ejemplo, entre aportes a la Superintendencia de Bancos y los fondos de Contingencia y Consolidación, un banco grande puede gastar hasta RD$1,000 millones... ¡En un solo año! Esto equivale a 20% de sus utilidades y casi 10% de su margen.

Pienso que la infraestructura bancaria (desde el costo de la electricidad y seguridad hasta el de su seguramente ineficiente red de distribución) debe aligerarse y aprovechar más la tecnología.

Sea cual sea la razón, tanta la intermediación financiera como la ineficiencia bancaria deben ser tema de discusión y revisión integral, para bien de la banca y de toda la economía dominicana.

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