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La nueva estabilidad

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La nueva estabilidad

Por Alejandro Fernández W.

Analista financiero

Recibo la pregunta una y otra vez, en mis distintos medios. “Alejandro, ¿es legal o consideras justo que me aumenten la tasa de interés de mi préstamo dos veces en un año?”

Respondo, siempre, con tres preguntas: ¿De cuánto fue el aumento? “De 1%, las dos veces. Es decir, que la tasa pasó de 10% a 12%”

Segunda pregunta: ¿Qué tipo de préstamo es? “Hipotecario.”

Tercera y última pregunta: ¿Qué contempla el contrato del préstamo sobre cada cuánto es que te pueden revisar la tasa de interés?

A esta última pregunta típicamente me responden: “Deja revisar”, pues la gran mayoría firma los contratos sin saber si acordó revisiones mensuales, trimestrales, semestrales o anuales, o incluso si es de una tasa fija por un tiempo más largo.

Asumamos que la respuesta sea el contrato contempla una revisión semestral de la tasa de interés.

En ese caso, que por cierto es muy común en el mercado, una tasa del 12% está en línea con lo que es la tasa promedio para préstamos hipotecarios durante este año.

De que es legal, es legal. El tema de si es “justo” dependerá, entre otras cosas, de si el banco enfrentó un mayor costo en sus depósitos durante el periodo en cuestión o de si la tasa revisada se asemeja a las tasas prevalecientes en el mercado.

También está el tema de la adecuada comunicación de este cambio en condiciones, algo que el nuevo Reglamento de Protección al Usuario de Servicios Financieros de 2015 contempla que debe ser comunicado con un mes de antelación al titular del préstamo.

Mi mayor preocupación

Como vemos en la primera gráfica, estos últimos años han sido de una extraordinaria estabilidad en las diferentes variables, sean las correspondientes al costo del dinero (la tasa de interés) o el valor del peso dominicano (la de cambio).

En otras ocasiones hemos destacado la Regla HVA, que confirma que la devaluación interanual de los últimos años se ha mantenido, increíblemente, dentro de una estrecha banda de entre 2% y 6%.

Sobre la tasa de interés, se puede apreciar que la promedio ponderada de todos los préstamos del sistema, desde octubre del 2012 hasta la fecha también se ha movido dentro de una banda del 12.0% y el 16.0%.

Por ejemplo, en octubre del 2012 la tasa era un 13.0% y ahora ronda 14.5%. La regla se rompió solo en diciembre 2015, al llegar a 16.7%.

En promedio, durante el año pasado, la diferencia entre la tasa de interés más bajita (11.6%) y la más alta (12.6%) en los préstamos hipotecarias, como mostramos en la segunda gráfica, fue de solo 1.0%.

Observe la variación que ocurrió, por ejemplo, en los años 2008 o 2009. En 2008, la diferencia entre la máxima y mínima del año fue de 8.7%. Más dramático aún fue 2009 con una diferencia de... ¡10.5%!

Si ampliamos nuestro análisis, para revisar las variaciones en la tasa activo promedio ponderado, vemos que igualmente 2008 y 2009 marcaron variaciones inmensas, hasta seis veces mayores a la registrada en el año más reciente.

¿A dónde voy con esto? ¿Por qué mi preocupación? Es sencillo.

Todo en la vida es relativo. Ahora mismo, para muchos deudores, aumentos de hasta un 1% son considerados injustos, ilegales y hasta, algunos lectores míos, ofensivos.

Se entiende esto, sobre todo tomando en consideración la baja volatilidad (o la alta estabilidad) en las tasas de los últimos años. Nos acostumbramos a lo bueno.

La ciclotimia

Todo, eso si, tiene su fin. Hasta la estabilidad de estos años. No podemos, ni debemos creer, mucho menos apostar, a que se mantendrá de manera indefinida en el próximo cuatrienio. Hacerlo, en mi opinión, me parecería ilusamente optimista.

Aunque parece ser que los ciclos muy marcados ya no existen en la economía dominicana, creer que esto se mantendrá es un error.

En un futuro, ojalá que muy distante, las tasas de interés aumentarán no un 1% o 2% como el año pasado, sino hasta 9% y 11%, como en efecto ocurrió recientemente.

Peco de pesimista y bien puede ser que me equivoque, pero tenemos que hacer conciencia de que ajustes de esa magnitud ocurren tanto aquí como en Colombia, España y Estados Unidos. Donde sea.

Cierro con unas preguntas: ¿Sabe cuál es la tasa de su préstamo? ¿Cómo se compara con el promedio del mercado? ¿Cuándo le toca revisión? Si esa tasa aumentara hasta 5%, ¿a cuánto ascendería su cuota mensual? ¿Podría pagarla? Haga el ejercicio. Y prepárese.

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