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De vuelta al primer lugar

Hay años que por la pérdida del empleo, accidentes, enfermedades o conflictos sentimentales una persona quisiera olvidar. Las empresas tienen también años de ese tipo, como le sucedió a Toyota en el 2011.

Durante tres años, del 2008 al 2010, Toyota lideró la industria automotriz mundial por el número de vehículos vendidos. Pero llegó entonces el 2011 y cayó al tercer lugar, detrás de la estadounidense General Motors y la alemana Volkswagen. En ese año aciago no sólo fue perjudicada, porque los desperfectos en varios de sus modelos empañaron su reputación de calidad, punto fuerte de su estrategia de mercadeo, sino que además su nivel de producción fue afectado por el tsunami en Japón y las inundaciones en Tailandia.

En el 2012, sin embargo, Toyota volvió al primer lugar, vendiendo un récord de 9.75 millones de unidades en todo el mundo (2.1 millones de ellas en los EE.UU.), cifra que incluye 1.03 millones de vehículos Hino y Daihatsu. Fue un impresionante aumento del 22.6% respecto del año anterior.

Sus principales competidores, sin embargo, le andan pisando los talones. Una vigorosa General Motors, salida ya de la crisis gracias al apoyo que recibió del gobierno federal, vendió 9.28 millones de unidades en el 2012, un incremento del 2.9%. Y, por su lado, Volkswagen llegó tercero con 9.07 millones, para un alza del 11.2%. Mucho más atrás quedaron los otros dos grandes fabricantes japoneses, Nissan con 4.94 millones de vehículos y Honda con 3.82 millones.

Para el 2013, año que empezó mal por defectos encontrados en las bolsas de aire de algunos de sus modelos, Toyota proyecta un alza de sólo 1.6%, a 9.91 millones de unidades. Sus ventas en China, que son el 13% del total, están sujetas a interrogantes políticos. Pero será ayudada por el propósito del gobierno japonés de devaluar el yen, siempre que los EE.UU. y China no deprecien sus monedas aún más velozmente.