El ministro de Finanzas griego espera que se reestructure la deuda antes de marzo

ATENAS. El ministro de Finanzas griego, Euclides Tsakalotos, afirmó hoy que espera que el debate con los acreedores sobre la reestructuración de la deuda se haya cerrado antes de marzo próximo.

“Si no tomamos la decisión crítica, digamos en febrero de 2016, y aplazamos la decisión crítica hasta el próximo verano o incluso 2017, entonces todos los resultados se retrasarán”, dijo Tsakalotos en un discurso con motivo de la vigésimo sexta conferencia anual de la Cámara de Comercio greco-americana.

El titular de Finanzas esbozó la hoja de ruta del Gobierno dirigido por Alexis Tsipras.

En primer lugar, se debe llevar a cabo la recapitalización de los bancos, después hay que cerrar con éxito la primera evaluación del rescate y, por último, tiene que iniciarse el debate sobre la deuda.

El ministro habló de la necesidad de eliminar la incertidumbre financiera y cualquier duda sobre la salida de Grecia de la eurozona para hacer que el país sea atractivo a los inversores.

“Alguien que tiene dinero debe consumir e invertirlo y no hará ninguna de estas dos cosas si la posibilidad de un ‘grexit’ no desaparece”, señaló Tsakalotos, quien agregó que la credibilidad de Grecia “no puede ser cuestionada continuamente”.

El responsable de Finanzas indicó que hay “cansancio” acerca de las reformas “no sólo en Grecia, sino también en muchos países europeos”, y recalcó la importancia de que la gente vea los resultados de las medidas antes de iniciar otras.

En su opinión, “para que haya esperanza” es necesario que exista “un equilibrio entre el aspecto social y económico del acuerdo”.

La Comisión Europea (CE) considera que, a comienzos del próximo año, habrá terminado la primera evaluación del programa griego.

Así lo afirmó hoy el representante de la CE para Grecia, Declan Costello, quien precisó que el éxito de la revisión dependerá de la aplicación de las “importantes reformas” acordadas con el Gobierno, entre las que figura la de las pensiones.

Esta reforma, que debería aprobarse en las próximas semanas y contempla nuevos recortes y subidas de las cotizaciones, no forma parte de la segunda lista de medidas acordada con las instituciones para obtener el próximo subtramo de 1.000 millones de euros, pero es un requisito para que los acreedores inicien la primera evaluación.

Hasta completar esta revisión no se abrirá el debate sobre un posible alivio de la deuda, uno de los caballos de batalla de Tsipras.

Debido a la resistencia que despierta tal medida entre las filas de la formación izquierdista gobernante Syriza y al rechazo social casi generalizado, Tsipras buscó, sin éxito, el consenso con los partidos de la oposición en una reunión celebrada este domingo, que terminó sin acuerdo.

EFE