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Ganadores y perdedores del acuerdo de la OPEP

El acuerdo ayudará a aliviar el exceso de oferta, pero representa desventajas para algunos miembros del grupo

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Ganadores y perdedores del acuerdo de la OPEP

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La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha logrado un acuerdo que, si se implementa adecuadamente, en gran medida contribuirá a aliviar el exceso de oferta que ha afectado profundamente los precios del petróleo durante dos años y medio. Pero no será gratis, y algunos miembros del grupo pagarán un precio más alto que otros.

Arabia Saudita y sus aliados del Golfo Pérsico, entre ellos Kuwait, los Emiratos Árabes Unidos y Catar, han acordado asumir la mayor parte de los recortes. Ellos están anticipando una rápida recuperación del precio para asegurarse de que no perderán ingresos ni entregarán su porción del mercado a otros proveedores.

Irán e Irak, que se encuentran fuera del bloque del Golfo en el Medio Oriente, han sacrificado menos. La mayoría de los analistas petroleros consideran que las limitadas concesiones que hicieron para permitir que el acuerdo tuviera éxito no son más que medidas técnicas para guardar las apariencias con el fin de aplacar a los saudíes.

Otros miembros que incluyen a Venezuela y a Angola -los cuales han acordado recortar parte de su producción en apoyo de una reducción de 1.2 millones de barriles por día (b/d)- tienen un dudoso historial de cumplimiento de los acuerdos anteriores. A pesar del aumento de los precios del miércoles, pueden necesitar una recuperación continua para convencerse de hacer lo que les corresponde.

Los observadores de la OPEP se apresuraron a analizar las cifras detrás del acuerdo, las cuales en conjunto deberían representar un recorte proporcional del 4.5% en todos los países, excepto en Libia y en Nigeria. Pero rápidamente se detectaron los problemas en los detalles.

Las cifras publicadas por la OPEP en efecto muestran un acuerdo para un recorte de casi 1.2 millones de b/d. Esto sería liderado por Arabia Saudita con 486,000 b/d y con 300,000 b/d de sus aliados del Golfo, divididos entre los Emiratos Árabes Unidos (139,000 b/d), Kuwait (131,000 b/d) y Catar (30.000 b/d).

Irak renuentemente aceptó utilizar cifras de terceros usadas por la OPEP para calcular la producción y recortar 210,000 b/d. Este fue un punto controvertido clave para el país que cree que sus propios datos muestran que su producción es mayor. Los analistas no saben a ciencia cierta en dónde Irak realizará realmente los recortes, con mucha producción parcialmente controlada por compañías internacionales.

Para Irán, la cuestión es aún más complicada e implica el uso de cifras que numerosos analistas creen que están basadas más en la percepción que en la realidad. Debido a que Irán pasó años bajo sanciones, la OPEP acordó otorgarle una línea de base de producción de 3,975 millones de b/d -el nivel más alto que produjo en 2005 antes de las sanciones- a diferencia de la mayoría de los demás países cuya base es lo que bombearon en octubre.

Una reducción del 4.5% de este nivel casi alcanza los 3.8 millones de b/d que, según los delegados, es un nivel medio al que finalmente han acordado congelar la producción durante seis meses a partir de enero. La producción actual de Irán está cerca de los 3.7 millones de b/d, lo cual le otorga al país la posibilidad de un aumento de al menos 90,000 b/d.

Los países más pequeños, de Ecuador a Gabón, comprenderían el resto.

Debido a lo que los analistas consideran un error administrativo en torno a la producción de Angola, el nivel final de producción total de la OPEP pudiera estar errado en aproximadamente 200,000 b/d, llegando a cerca de 32.7 millones de b/d en lugar de a 32.5 millones de b/d.

Nigeria y Libia -los dos países exentos del acuerdo- representan un mayor riesgo, según lo expresado por Abhishek Deshpande, de Natixis: “Habiendo sido afectados por conflictos y por carencia de suministros, éstos son dos países con un potencial significativo para aumentar la producción”.

Algunos grandes productores de petróleo fuera de la OPEP también han hecho promesas. Cómo cumplirán ahora con tales promesas afectará el éxito - y la longevidad- del acuerdo.

Rusia es el ejemplo más notable, afirmando que implementará la mitad del recorte de 600,000 b/d que el grupo quiere ver de países que no pertenezcan a la OPEP. Sin embargo, existen dudas sobre cuánto Moscú puede o vaya a recortar.

Antes de la reunión, los comentarios públicos de los funcionarios rusos se concentraron en congelar la producción -en un nivel postsoviético actual de más de 11 millones de b/d- no en reducirla.

Numerosos observadores anticipan que la contribución de Rusia pudiera ser poco más que una combinación de tasas de declive naturales y una desaceleración en los aumentos de la producción en lugar de un verdadero recorte.

En otros lugares, no está del todo claro de dónde provendrán los otros 300,000 b/d. Kazajistán y Omán han manifestado cierta disposición a contribuir, pero no se han concretado los detalles. Se espera que se celebre una reunión con países que no son miembros de la OPEP el 9 de diciembre en Doha, Catar.

Los productores de petróleo de esquisto en EE.UU. son unos de los principales beneficiarios del acuerdo. El incontrolable ascenso de estas compañías petroleras durante la primera mitad de esta década ha representado un significativo obstáculo para la OPEP hasta ahora.

La caída de los precios del petróleo después de la decisión de la OPEP de no reducir la producción en 2014 ha afectado a la industria del esquisto, pero menos de lo temido: según datos del departamento de energía de EE.UU., la producción estadounidense cayó de un máximo de 9.6 millones de b/d en abril de 2015 a 8.58 millones de b/d en septiembre.

Sin embargo, es probable que la producción de petróleo estadounidense ya haya tocado fondo. El número de plataformas petrolíferas de sondeo en el país está de vuelta al nivel más alto desde enero, aunque se necesita tiempo para perforar y completar nuevos pozos.

Los precios futuros del crudo West Texas Intermediate saltaron a más de los US$50 por barril el miércoles, un nivel por encima del cual algunos pozos pueden incluso alcanzar un punto de equilibrio.

“Una cosa es cierta: a las productores de petróleo de formaciones compactas en EE.UU. les gustará la subida de los precios y la producción pronto comenzará a elevarse”, declaró Spencer Welch, el director de mercados petroleros de IHS Energy, una consultoría.

©The Financial Times Ltd, 2016. Todos los derechos reservados. Este contenido no debe ser copiado, redistribuido o modificado de manera alguna. Diario Libre es el único responsable por la traducción del contenido y The Financial Times Ltd no acepta responsabilidades por la precisión o calidad de la traducción.?