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Cambio climático
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Gas de esquisto resulta perdedor en plan climático de Obama

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Gas de esquisto resulta perdedor en plan climático de Obama

La industria se desconcierta ante el énfasis de la Casa Blanca en el papel de las fuentes de energía renovables. El gas de esquisto estadounidense es el perdedor inesperado del plan climático del presidente Barack Obama, debido a que la Casa Blanca ha abandonado su previo entusiasmo por el gas natural como alternativa más limpia al carbón.

El año pasado, el Sr. Obama llamó al gas natural obtenido por medio de la hidrofracturación un “combustible puente” que ayudaría a facilitar la transición del contaminante carbón a la energía renovable y libre de emisiones. Pero la industria del esquisto quedó tambaleante por un repentino cambio el lunes.

En su histórico plan para reducir las emisiones de gases que causan el efecto invernadero de las centrales eléctricas, la administración del presidente Obama eliminó una proyección anterior de que el gas natural contribuiría mucha más electricidad, y en cambio aumentó el papel que desempeñarán las fuentes de energía renovables.

“Estoy confundido y decepcionado”, dijo Marty Durbin, director de America’s Natural Gas Alliance, un grupo empresarial para los productores de gas. “Parece que la Casa Blanca está ignorando el mercado. En la actualidad, el gas natural ya está preparado para jugar un papel importante en la generación de energía”.

El cambio también ocasionó revuelo entre las empresas de servicios públicos que han liderado la mayor transformación de energía de la era del esquisto, y han gastado cientos de millones de dólares para cambiar las plantas generadoras de energía del carbón al gas de esquisto.

Los científicos aseguran que, además de ser más barato que el carbón, el gas de esquisto liberado de las rocas por medio del proceso conocido como ‘fracking’, o fracturación hidráulica, genera la mitad del dióxido de carbono que produce la quema del carbón, lo cual es menos perjudicial para el clima.

En abril, la electricidad generada del gas natural superó brevemente a la proveniente del carbón por primera vez desde principios de 1970, lo que representó 31 por ciento del total, mientras que el carbón cayó a 30 por ciento, según la Administración de Información Energética de EEUU (EIA, por sus siglas en inglés).

EEUU ha superado a Rusia para convertirse en el mayor productor de gas natural del mundo — y una versión preliminar del plan climático del Sr. Obama en junio pasado indicaba que sus objetivos dependían de un cambio hacia más electricidad generada por gas.

Pero antes del lanzamiento del plan final el lunes, un alto funcionario del gobierno declaró: “En la versión final, esa inclinación inicial hacia la utilización del gas se ha eliminado. De hecho, la proporción de gas natural es esencialmente plana en comparación con los procedimientos usuales”.

En cambio, la Casa Blanca espera que la energía eólica y la energía solar, así como las mejoras en la eficiencia, desempeñen un papel mucho mayor para lograr su objetivo, el cual es reducir las emisiones de carbono del sector energético en un 32 por ciento de los niveles de 2005 para el año 2030. Las fuentes de energía renovables — incluyendo la hidroeléctrica, la eólica y la solar — representaron sólo el 13 por ciento de la electricidad de EEUU el año pasado.

Pero con los costos de generación en descenso, Gina McCarthy, directora de la Agencia de Protección Ambiental de EEUU (EPA, por sus siglas en inglés), la agencia reguladora detrás del plan, declaró que el cambio hacia las energías renovables se había acelerado durante el año pasado y estaba “ocurriendo más rápido de lo que nadie había anticipado”.

Los objetivos climáticos son fundamentales para la meta del presidente de dejar un legado de acción en relación con el cambio climático, y representan la pieza clave de los compromisos que EEUU ha hecho antes de una reunión sobre el clima mundial que se llevará a cabo en París en diciembre.

El American Petroleum Institute — el grupo de presión de gas y petróleo de mayor envergadura — declaró: “Las nuevas tecnologías impulsadas por la libre empresa, no las regulaciones del gobierno, han convertido a EEUU en el líder mundial en la reducción de los gases que causan el efecto invernadero”.

Durante mucho tiempo ha sido obvio que el carbón sería el más afectado por el plan del presidente Obama — y el lunes Alpha Natural Resources, la segunda mayor empresa de carbón de EEUU, se declaró en quiebra, convirtiéndose así en la víctima más reciente del gas barato y de las regulaciones ambientales.

Los productores de gas de esquisto se mostraron complacidos con su lugar en las propuestas preliminares del año pasado, pero no cantaron victoria porque sabían que la marea podía eventualmente volverse contra ellos — algo que ha ocurrido más rápido de lo que nadie había previsto.

“Parece un enfoque innecesario decir que vamos a ayudar a las fuentes de energía renovables invalidando al gas natural”, dijo el Sr. Durbin. “Ellos están perpetuando la falsa opción de que puedes tener ya sea gas natural o energías renovables. Pero eso simplemente no es cierto”.

El distanciamiento de la Casa Blanca del gas natural fue ovacionado por los grupos conservacionistas que han estado preocupados por el entusiasmo relacionado con el auge del esquisto, el cual ha generado una serie de preocupaciones ambientales a nivel local y global.

Michael Brune, director ejecutivo del Sierra Club, dijo que aunque el gas natural genera menos dióxido de carbono que el carbón, es posible que el metano — un gas más potente que ocasiona el efecto invernadero — pueda escapar a la atmósfera procedente de la producción de gas de esquisto.

“Cuando se agrega la fuga de metano, existe una brecha muy estrecha entre el carbón y el gas”, aseguró.

La Sra. McCarthy de la EPA declaró que el cambio de política estaba diseñado para fomentar una mayor inversión en las fuentes de energía renovables más rápidamente, algo que la administración del Sr. Obama está promoviendo con nuevos incentivos de financiamiento federales.

Ella agregó: “Puede ser que haya resultado en la inversión menos inmediata en nuevas fuentes de gas natural, pero sin duda no ha hecho nada para eliminar o reducir la importancia del gas natural en el sistema energético en el año 2030”.

Nicholas Akins, director ejecutivo de American Electric Power — una importante compañía generadora de electricidad estadounidense — dijo que la Casa Blanca no podía darse el lujo de deshacerse del gas natural, el cual seguiría siendo fundamental para las necesidades energéticas de EEUU.

“El gas natural será el combustible preferido”, él aseguró. La única forma de proporcionar electricidad para los grandes procesos industriales es a través de la generación de electricidad a gran escala, las 24 horas del día y cerca de los consumidores. “La energía solar no proporciona esto, ni la eólica tampoco”.

(c) 2015 The Financial Times Ltd. All rights reserved

Por Barney Jopson

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