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Siete cosas que necesita saber acerca del acuerdo comercial TPP

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Siete cosas que necesita saber acerca del acuerdo comercial TPP
Los representantes de doce países del Pacífico, incluyendo a Estados Unidos, dan una rueda de prensa en Atlanta, Estados Unidos, el 5 de octubre de 2015. (EFE/ERIK S. LESSER)

Doce países hacen parte del TPP — pero no China (al menos no todavía). Habiendo alcanzado un acuerdo el lunes, el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP por sus siglas en inglés) representará alrededor del 40 por ciento de la economía mundial. Éstas son siete cosas que debe saber de él.

1. El TPP es tanto sobre geopolítica, como lo es sobre comercio.

A menudo considerado la “columna vertebral” del “pivote económico” del presidente estadounidense Barack Obama hacia Asia, la meta para EEUU y Japón es conseguir adelantarse a China, que no está incluido en el TPP, y crear una zona económica en la Cuenca del Pacífico que podría equilibrar el peso económico de Beijing en la región. También busca establecer las reglas de la economía global del siglo 21, desde el flujo transfronterizo de datos hasta las regulaciones para controlar la participación de empresas de propiedad estatal internacionalmente.

2. China no forma parte de él. Aún.

Mientras que originalmente el TPP fue planteado como un movimiento liderado por EEUU para contener a China, la perspectiva en Washington ha suavizado en los últimos años. China ha observado el desarrollo del TPP cuidadosamente y se mientras dedica su tiempo a sus propias negociaciones comerciales rivales. Muchos en la comunidad de negocios de EEUU sienten que la verdadera promesa del TPP radica en la apertura a otros países a unirse, en particular a China.

Los miembros actuales son Australia, Brunei, Canadá, Chile, EEUU, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam. Se han alineado ya como posibles miembros otras economías asiáticas y latinoamericanas como Corea del Sur, Taiwán, Filipinas y Colombia.

3. El TPP incluye un acuerdo de libre comercio entre dos de las tres economías más grandes del mundo.

Japón y EEUU nunca antes han tenido un acuerdo comercial bilateral. Pero cuando Japón se unió a las negociaciones del TPP en 2013 impulsó amplias conversaciones separadas, que abordaron desde el comercio de la industria automotriz hasta la (industria?) de carne de res, el arroz y la carne de cerdo.

El resultado sería un acuerdo comercial de facto entre dos de las tres economías más grandes del mundo que probablemente, con el tiempo, eliminaría las barreras comerciales entre los dos países.

Probablemente también integraría aún más la economía y de las cadenas de suministro de Japón con las de América del Norte. Uno de los puntos finales de discordia fueron las reglas de contenido nacional para automóviles y piezas de automóviles. En las discusiones se enfrentaron los fabricantes de piezas automotrices en Canadá y México — que prosperaron bajo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) durante los últimos 20 años — contra los fabricantes de automóviles japoneses — que todavía tienen las cadenas de suministro que se extienden a países no pertenecientes al TPP como China y Tailandia.

4. Es un acuerdo clave para primer ministro japonés, Shinzo Abe.

Para asegurar el TPP, el Sr. Abe se enfrentó a algunos poderosos actores en la política japonesa, incluyendo el grupo de presión de la agricultura. Pero ha sostenido en repetidas ocasiones que ayudaría a Japón a emprender reformas estructurales muy necesarias que impulsarían el crecimiento de la economía.

Eso es ciertamente algo que necesita. El producto interno bruto de Japón se contrajo a una tasa anualizada de 1.2 por ciento en el segundo trimestre de este año y los datos sugieren que el tercer trimestre no será mucho mejor, poniendo a Japón en una recesión técnica.

5. El TPP es controversial en muchos de sus países miembros.

En la campaña electoral canadiense ahora en curso las negociaciones del TPP han proporcionado uno de los puntos principales del debate económico. La carrera presenta ahora un empate técnico entre tres candidatos, entre ellos Tom Mulcair, el jefe del Nuevo Partido Democrático, que prometió denunciar el TPP si su partido gana el 19 de octubre.

En EEUU, Australia y otros países, los opositores han incautado una disposición que permita a las empresas extranjeras impugnar las decisiones de los gobiernos ante paneles de arbitraje internacional. En Australia, el tema es particularmente sensible ya que el gigante del tabaco Philip Morris ha iniciado una demanda contra el gobierno de ese país a través de un tratado de inversión desconocido de Hong Kong sobre la introducción del empaquetado genérico del gobierno.

También EEUU ha acordado excluir el tabaco y reglamentos relacionados con la salud pública del sistema de disputa de inversión del TPP.

6. El TPP coquetea con el tema de la manipulación de divisas.

Entre los temas que han generado mayor controversia en EEUU está el de las monedas y la cuestión de las devaluaciones competitivas.

Mirando cautelosamente a un yen más débil y la competencia de Toyota y otros, la industria automotriz de EEUU y sus partidarios en el Congreso han estado presionando incluir una prohibición sobre la manipulación de las divisas en el TPP.

Probablemente no haga parte formal del TPP. Pero de acuerdo a personas cercanas a las discusiones, los ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales de los países del TPP han acordado un acuerdo paralelo que los comprometería a no participar en devaluaciones competitivas en beneficio de sus propios exportadores.

No obstante, ninguno de los países del TPP está dispuesto a hacer esos compromisos ejecutables a través de sanciones comerciales, una de las principales demandas de la industria automotriz y sus partidarios.

7. El TPP abre un nuevo camino en las normas ambientales y laborales

Desde el 2007, EEUU está obligado a incluir discusiones de las normas ambientales y laborales en sus negociaciones comerciales. Pero el TPP sería el primer acuerdo en el que esos compromisos serían exigibles y potencialmente sujetos a sanciones comerciales en caso de incumplimiento.

Muchos activistas ambientales siguen siendo escépticos, pero EEUU insiste en que el TPP podría ayudar a reducir el tráfico de especies en peligro y hacer frente a otros problemas como la sobrepesca en los países del TPP. Si los países no cumplen con sus compromisos, Washington podría invocar el acuerdo.

Nuevas disposiciones laborales en el TPP también obligarían grandes cambios en las prácticas en países como Malasia y Vietnam.

Para poder participar los países tendrían que demostrar que están cumpliendo con las normas de la Organización Internacional del Trabajo.

Los países del TPP estarían obligados a tener salarios mínimos. También tendrían que hacer cumplir las prohibiciones sobre las prácticas que ahora dan lugar a trabajos forzados como cuando los empleadores confiscan los pasaportes de los trabajadores migrantes e imponen comisiones especiales de contratación que pueden dejar a los trabajadores de la deuda inmediata. En Vietnam, el gobierno tendría que permitir una mayor libertad para los trabajadores a sindicalizarse y permitir la creación de un rival a su federación sindical única.

(c) 2015 The Financial Times Ltd. All rights reserved

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