Beneplácito y complacencia

El compromiso de las autoridades con la disciplina fiscal, los avances en la supervisión bancaria y las reformas del sector educativo, fueron vistos con beneplácito o acogidos con complacencia por la misión técnica del FMI que visitó el país, según consta en su comunicado de prensa publicado ayer. Es innegable que esas declaraciones auguran que el informe a ser presentado al Directorio Ejecutivo del Fondo será, en general, también favorable.

Se perciben, sin embargo, algunas observaciones significativas.

Una de ellas es que la consolidación fiscal debe acelerarse, para que vía un superávit fiscal primario pueda revertirse la “trayectoria ascendente de la deuda”, aprovechando las actuales condiciones cíclicas favorables. De otro modo, los déficits fiscales continuarán, haciendo que la deuda aumente hasta el 54% del PIB en cinco años, a pesar de la elevada tasa de crecimiento del PIB estimada para ese período. Si esa tasa decayera, el porcentaje al que llegaría la deuda podría ser más alto.

La propia composición del endeudamiento fue cuestionada, pues se sugiere depender menos de los préstamos en moneda extranjera y más de la venta de bonos en el mercado financiero nacional. De ese modo se lograría un mejor “perfil de riesgo” al disminuir la exposición a variaciones cambiarias, y permitiría aplicar una mayor “flexibilidad” a la tasa de cambio y aumentar la acumulación de reservas.

La misión anticipa que la inflación aumentará en el 2016, debido esencialmente a la expansión del PIB por encima de su potencial de entre 4% y 5.5%, lo que le llevó a advertir que podría ser necesario aplicar restricciones monetarias si la presión inflacionaria excede el nivel anticipado.

Como coletilla final, el comunicado menciona la necesidad de reformas estructurales para hacer avanzar la inclusión social, y la mejora en la distribución de electricidad con tarifas más altas. No menciona las plantas a carbón.

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Gustavo Volmar