Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Autos
Autos

Disputa resuelta

La unión no funcionó y la pareja decidió separarse. Muchas son las causas a las que se atribuyen tales acontecimientos, siendo una muy popular la de incompatibilidad de caracteres. Pero esa explicación, conveniente porque evita la asignación de culpabilidad, esconde con frecuencia las causas reales de la ruptura, como pueden ser la mala administración de ingresos y propiedades, el gasto excesivo, cónyuges manipuladores o posesivos, actos de violencia, trastornos de comportamiento, infidelidad y otras razones igualmente traumáticas.

Esta semana se anunció la separación de dos de las principales empresas automotrices del mundo, en parte por incompatibilidad cultural entre ambas. Aunque no era una unión total, pues Volkswagen sólo poseía el 19.9% de las acciones de Suzuki que había adquirido en enero del 2010, era lo suficientemente incómoda como para que la empresa japonesa acusara a la alemana de querer controlarla. Sometió el caso a la Corte Internacional de Arbitraje en noviembre del 2011, la cual de forma salomónica dictaminó ahora que Volkswagen debe vender esas acciones, pero que Suzuki debe compensarla por violación del contrato.

Volkswagen no perderá, pues lo que compró por US$1,900 millones vale actualmente US$3,800 millones, y Suzuki se desligará de un socio indeseado.

Dado que el caso se discutió durante unos tres años, los analistas no fueron tomados por sorpresa por el veredicto de la corte. En nuestro medio también ocurren rupturas entre socios, pero por ser empresas cuyas acciones no se venden públicamente, la información se mantiene reservada.

Al contar sólo con un número reducido de accionistas, las diferencias de temperamento y puntos de vista entre ellos se trasladan con facilidad desde el plano personal al corporativo, afectando el funcionamiento de las compañías, en perjuicio de la economía nacional, los empleados, los acreedores y los propios inversionistas.

gvolmar@diariolibre.com

TEMAS -
  • Autos