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Expectativas adversas

Y sólo tenemos que revisar nuestra propia historia para recordar cuán devastador puede ser el desabastecimiento de dólares

La muchacha le sonrió dulcemente, y el joven, atraído por su belleza, pensó que ella le correspondía en sus afectos. Lo primero, la sonrisa, fue un hecho real. Lo segundo, la relación amorosa, fue una presunción.

Las expectativas económicas surgen, por igual, de una mezcla de hechos y presunciones. A partir de eventos y situaciones reales se forman criterios acerca de lo que sucederá después, influidos por temores, compromisos, deseos, rumores, experiencias, ejemplos y demás circunstancias relevantes.

En nuestra economía, en la que pocos bienes no vienen de fuera ni tienen componentes importados, la disponibilidad de dólares es como el suministro de aire a un buzo sumergido en el mar. Por ser tan vital, está siempre presente en las decisiones que tomamos. Y sólo tenemos que revisar nuestra propia historia para recordar cuán devastador puede ser el desabastecimiento de dólares, agravado en ocasiones por arbitrarios controles cambiarios. Transitamos ahora por un período propicio para la creación de expectativas adversas a la estabilidad. Hay factores preocupantes, entre ellos amenazas al comercio y las remesas, alzas de tipos de interés, incertidumbre respecto del precio de los combustibles, dudas sobre la continuidad del endeudamiento externo, inquietudes por el déficit fiscal, y cambios en los flujos internacionales de inversiones. Y en base a esos factores se concluye que el ritmo de devaluación del peso se acelerará, y que conviene hacer acopio de dólares antes de que la situación empeore.

Hacer variar esas expectativas es más un arte que una ciencia. Dejar que el peso se deprecie más rápido podría ser visto como una confirmación de los temores y agravar la situación. Subir la tasa de interés afectaría la actividad económica y el costo de la deuda interna. Queda vender dólares, como hizo el Banco Central, y hacer ver que se hará lo que sea necesario para cumplir con la meta de inflación.