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Falta de visión

La primera ministra de Reino Unido se dispone a restringir la entrada de estudiantes extranjeros alegando que son un costo para ese país.

No es extraño que en un país como el nuestro, con instituciones débiles y grandes deficiencias educativas, políticos en busca de apoyos propongan cosas absurdas. Más difícil de entender es que algo similar pueda suceder en un país con instituciones centenarias, un inmenso apego a los valores tradicionales y antecedentes luminosos en el campo de la economía.

Una de las razones por las que los EE.UU. están a la vanguardia de la ciencia y la tecnología, ha sido su capacidad para atraer talentos extranjeros, muchos de ellos formados en las propias universidades estadounidenses. De esa cantera humana se nutren las empresas y los centros de investigación y enseñanza. Aunque muchos estudiantes extranjeros cubren sus propios gastos, otros no pueden hacerlo y llegan gracias a programas de becas e intercambio. Los recursos que se dedican a financiarlos, sin embargo, no se ven como un desperdicio de fondos, dados sus aportes a la diversificación intelectual, a la productividad y a la competitividad.

Pero no siempre fueron los EE.UU. el mayor imán de talentos. En lo que se refiere a la economía, Inglaterra, lugar donde surgió como ciencia, los superaba por mucho. Figuras de la talla de Smith, Mill, Ricardo, Marshall, Keynes, Robinson, Harrod, Meade y otras luminarias le dieron un enorme prestigio, extensivo a sus universidades. En muchas áreas del conocimiento ya no sucede así, aunque en los últimos años ha tenido lugar un proceso de recuperación de la investigación teórica y aplicada.

Sería de esperar un mayor esfuerzo para recobrar el terreno perdido, pero en lugar de eso la primera ministra Theresa May se dispone a restringir la entrada de estudiantes extranjeros al Reino Unido, alegando que son un costo para ese país, y que luego se quedan y quitan empleos a los británicos. Es afortunado que esos grandes economistas del pasado no hayan sido testigos de una iniciativa tan carente de visión como ésa.

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