Labores delictivas

Los más recientes casos de episodios de delincuencia, de los cuales sólo una fracción es reportada por los medios de comunicación, se suman a las otras carencias y dificultades que amargan la vida de las familias dominicanas, en áreas tan diversas como la electricidad, el transporte, la vivienda, el agua o la salud.

Inmersos como estamos en esos problemas, convivimos con ellos al punto de considerarlos casi como normales, hasta que nos sobresaltan las noticias de que otra persona más que conocemos ha sido despojada de su vehículo, asaltada en algún lugar o víctima de una intrusión a su hogar.

A diario, la Policía anuncia el desmantelamiento de bandas y la captura de delincuentes, incluyendo entre ellos a militares y policías que son dados de baja. Al ritmo a que ha esto ha venido sucediendo, los presos tendrían que estar acampados en los techos y alrededores de las cárceles, por falta de espacio en su interior.

No es así, sin embargo, lo que conduce a sospechar que la estadía de los delincuentes en prisión, si es que llegan a caer presos, puede ser bastante breve, salvo casos muy connotados.

Sería interesante saber cuál es la penalidad efectiva promedio para cada tipo de delito y compararla con la estipulada en la ley, o qué ha pasado con los agentes y militares dados de baja, o cuál es el índice de reincidencia de los involucrados en crímenes.

En la economía, las decisiones equivocadas provocan pérdidas.

Si alguien estuviera seguro de que no sufrirá consecuencia alguna por las decisiones que tome, o que es muy improbable que vaya a sufrirla, su motivación para decidir correctamente se debilitaría, quedando a merced de su buena voluntad y de sus convicciones morales. De igual modo, la percepción de que la recompensa supera con creces a la posibilidad y magnitud de la sanción, hace de la delincuencia una actividad más rentable que muchas otras disponibles en nuestro estrecho mercado laboral.

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Gustavo Volmar