Mujeres al mando

Pronto, en noviembre, podría ser electa la primera mujer como presidenta de los EE.UU. En el país más poderoso de Europa, Alemania, una mujer está a cargo del gobierno federal. Recayó en una mujer la responsabilidad de dirigir el Reino Unido quizás hasta el 2020, y conducirlo a través de las difíciles negociaciones con la Unión Europea. En mayo, una mujer fue electa presidenta de Taiwán. Aunque en América Latina ya no sigue Cristina al frente de la Argentina, Keiko no ganó en Perú y Dilma está suspendida, la Bachelet continúa gobernando en Chile. Es muy probable que la secretaría general de la ONU sea ocupada por una mujer por primera vez en su historia. La Fed, el FMI y el banco central de Rusia, tres importantes organismos económicos, son dirigidos por mujeres. Y, por lo que pueda significar, el trono de Inglaterra es ocupado por una mujer.

Esa nutrida representación femenina entre los líderes de países y organizaciones internacionales contrasta, sin embargo, con el papel de las mujeres como principales ejecutivas de las grandes corporaciones. Al día 1 de julio pasado, sólo 23 de las compañías cuyas acciones forman parte del índice S&P 500 eran dirigidas por mujeres, es decir, apenas el 4.6% del total. Parece como si los ciudadanos de muchos países estuvieran más dispuestos a confiar en ellas los destinos de sus naciones que lo que los accionistas de esas empresas están en disposición de hacer. Pero entre ese 4.6% figuran algunos nombres de empresas muy conocidas por los dominicanos. Pueden citarse en ese grupo la General Motors, Xerox, Oracle, Yahoo, PepsiCo., Sopa Campbell, IBM y Hewlett-Packard.

Esa limitada participación en el máximo nivel jerárquico se corresponde con una desigualdad en el nivel superior. Aún en compañías en cuya nómina total son mayoría las mujeres, el nivel vicepresidencial y gerencial superior mejor remunerado tiende a ser dominado por personas del sexo masculino.

Gustavo Volmar